Emconcor 10 mg 30 comprimidos
Acción y mecanismo
– [ANTIHIPERTENSIVO], [ANTIANGINOSO], [ANTIARRITMICO (TIPO II)]. Bloqueante beta-1 adrenérgico (cardioselectivo), sin actividad simpaticomimética intrínseca ni estabilizadora de membrana. El bloqueo beta le confiere actividad cronotropa e inotropa negativa, base fundamental de sus principales efectos farmacológicos.
– Acción antianginosa: Inhiben de forma competitiva y reversible las acciones de las catecolaminas mediadas a través de la estimulacion de los receptores beta-adrenérgico. El aumento del tono simpático produce cardiopatía isquémica, ya que aumenta la contractilidad, la frecuencia y las demandas miocárdicas de O2 y disminuye el flujo coronario subendocárdico (la taquicardia reduce el intervalo diastólico, y el aumento de la contractilidad incrementa la compresión de los vasos coronarios subendocárdicos por el músculo cardiaco).Los beta-bloqueantes disminuyen la frecuencia y la contractilidad cardiacas, la postcarga (disminuyen las resistencias vasculares periféricas) y las demandas miocárdicas de oxígeno.
– Acción antihipertensiva: la acción antihipertensiva se debe a que reducen el gasto cardiaco( disminuyen la fuerza contráctil del miocardio así como la frecuencia cardiaca), reducen el volumen sistólico, inhiben la secreción de renina (con la disminución consecuente de la angiotensina II), ejercen un efecto antisimpaticolítico central y estimulan la liberación del péptido natriurético atrial.
– Acción antiarrítmica: los beta-bloqueantes aplanan la inclinación de la fase 4 de las células automáticas disminuyendo la frecuencia sinusal y suprimiendo los marcapasos ectópicos. La reduccion de la frecuencia es tanto más marcada cuanto mayor es el tono simpático. Contrarrestan todos los efectos proarritmogénicos de las catecolaminas, que son consecuencia de un aumento de la entrada de Ca2+ a través de canales tipo L estimulada por el agonismo beta-adrenérgico. Disminuyen la conducción y prolongan el periodo refractario del nodo AV (tejido Ca2+-dependiente). Se ha demostrado que su administración en las primeras 24 horas postinfarto de miocardio reduce la muerte súbita, el área de infarto y la incidencia de fibrilación ventricular, por lo que se les considera de eleccion en la prevencion secundaria de la cardiopatía ísquémica.
Farmacocinética
– Absorción: se absorbe casi por completo en el tracto gastrointestinal, subre un pequeño efecto de primer paso hepático, originando una biodisponibilidad alrededor del 85-90%.
– Distribución: El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 30%. El volumen de distribución es 3,5 L/Kg. El aclaramiento total es aproximadamente de 15 L/h.
– Metabolismo: el 50% se metaboliza en el hígado, dando metabolitos inactivos que a continuación se excretan por riñón. El 50% restante se excreta por vía renal en forma inalterada.
– Eliminación: Dado que la eliminación tiene lugar en hígado y riñón en la misma proporción, no es necesario realizar ajustes de dosis en pacientes con insuficiencia hepática o renal. Su semivida de eliminación es de 10-12 h (18-24 h en insuficiencia renal grave).
Poblaciones especiales:
– Insuficiencia cardíaca crónica (NYHA grado III) los niveles plasmáticos del bisoprolol son mas altos y la semivida es más larga que en voluntarios sanos. La concentración plasmática máxima en estado estacionario es 64 ± 21 ng/ml con una dosis diaria de 10 mg y la semivida es de 17 ± 5 horas.
Indicaciones
[HIPERTENSION ARTERIAL]: solo o asociado a otros fármacos antihipertensivos (diuréticos tiazídicos etc).
– [ANGINA ESTABLE]: Prevención y tratamiento del ataque de angina de pecho estable.
Posología
Oral.
– Adultos:
* Hipertensión, angina de pecho estable: la dosis usual: 10 mg/día administrados en una toma. Rango máximo: 5-20 mg/día. El aumento de la dosis no suele aumentar la eficacia. Administrar preferentemente por la mañana, en ayunas o durante el desayuno.
* Insuficiencia cardiaca estable: se inicia de forma gradual y escalonada, de la siguiente forma:
Inicialmete 1,25 mg/24 h 1 semana. Si la tolerancia es buena se aumentará sucesivamente la dosis a:
2,5 mg/24 h durante 1 semana adicional.
3,75 mg/24 h durante 1 semana adicional.
5 mg/24 h durante las siguientes 4 semanas.
7,5 mg/24 h durante otras 4 semanas.
10 mg/24 h, como terapia de mantenimiento y dosis máxima recomendada.
Tras el inicio del tratamiento con 1,25 mg los pacientes deberán controlarse durante un tiempo aproximado de 4 horas ( especialmente en lo que hace referencia a la presión arterial, la frecuencia cardíaca, alteraciones de la conducción y signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca).
– Insuficiencia renal: En los pacientes con insuficiencia renal, (aclaramiento de creatinina < 20 ml/min) la dosis no debe exceder de 10 mg una vez al día. La dosis puede administrarse dividida en dos mitades, si es necesario.
– Insuficiencia hepática: No se precisa ajuste de dosis, sin embargo se recomienda una monitorización cuidadosa.
– Ancianos: Normalmente no se precisa ajuste de dosis. Se recomienda empezar con la menor dosis posible.
– Niños menores de 12 años y adolescentes: No hay experiencia pediátrica con este medicamento, por lo tanto no puede recomendarse su uso.
– Interrupción del tratamiento: El tratamiento no debe suspenderse bruscamente. La dosis debe reducirse lentamente, disminuyéndola a la mitad cada semana.
– Normas para la correcta administración: La dosis debe ajustarse individualmente. Se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis más baja posible, administrada una vez al día.
Contraindicaciones
Alergia al medicamento y en general a los betabloqueantes.
– [BLOQUEO CARDIACO DE SEGUNDO GRADO], [BLOQUEO CARDIACO DE TERCER GRADO]: Debido a sus efectos cronotropicos negativos, únicamente se empleará y bajo vigilancia clínica en pacientes con bloqueo cardiaco de primer grado.
– [BRADICARDIA] bradicardia inferior a 60 latidos por minuto previa al inicio del tratamiento.
– [SHOCK CARDIOGENICO], ante el riesgo de aumento de la depresión miocárdica.
– Fallo cardiaco no controlado
– Síndrome sinusal (incluyendo bloqueo sinu-auricular).
– Feocromocitoma no tratado
– [ACIDOSIS METABOLICA]: el bloqueo de los receptores beta puede provocar una disminución del tono simpático necesario para conservar las funciones vitales.
– [HIPOTENSION]: hipotensión (presión arterial sistólica inferior a 100 mmHg).
– Alteraciones circulatorias periféricas graves.
– Asma grave y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas graves, tal como obstrucción de las vías aéreas.
– Insuficiencia cardíaca aguda o durante los episodios de descompensación de la enfermedad que requieran de tratamiento inotrópico endovenoso
Precauciones
– [CIRUGIA]: Cuando se decida interrumpir el tratamiento con betabloqueantes antes de una intervención quirúrgica, la terapia se debe interrumpir durante al menos 24 horas. La continuación del betabloqueo reduce el riesgo de arritmias durante la inducción e intubación, sin embargo, también puede aumentar el riesgo de hipotensión. Si se continúa con el tratamiento, se debe tener precaución con el uso de ciertos anestésicos(como ciclopropano, tricloroetileno o éter, con efectos depresores miocárdicos). Se puede proteger al paciente de reacciones vagales mediante la administración intravenosa de atropina.
– [ASMA] u otras enfermedades broncoespásticas: los betabloqueantes pueden favorecer el bronconcoespasmo. Aunque en general se desaconseja el uso de betabloqueantes en estas enfermedades, puede estar aceptada la utilización de determinados betabloqueantes cardioselectivos en ausencia de una alternativa terapéutica. Cuando se administren broncodilatadores concomitantemente. Ocasionalmente puede producirse un incremento de la resistencia aérea en pacientes con asma, por lo que la dosis de estimulantes beta2 debe aumentarse.
– [CARDIOPATIA ISQUEMICA]: evitar la supresión brusca del tratamiento ante el riesgo de exacerbación de la angina pectoris. La dosis se debe reducir gradualmente, por ej. durante 1-2 semanas, iniciando al mismo tiempo una terapia de sustitución si es necesario, para prevenir la exacerbación de la angina de pecho. Además, puede desarrollarse hipertensión y arritmias. Existe también riesgo de infarto de miocardio y muerte súbita.
– [DEPRESION]: aunque la asociación de betabloqueantes con depresión no ha sido totalmente establecida, se recomienda precaución en estos pacientes.
– [DIABETES]: Los betabloqueantes pueden enmascarar los principales síntomas asociados a un cuadro de hipoglucemia, lo que podría impedir la adopción de medidas compensatorias. Además, pueden provocar directamente hiperglucemia, al estimular la glucogenolisis hepática. Todo ello aconseja utilizar este grupo de medicamentos de forma muy precautoria.
– [ENFERMEDAD DE RAYNAUD], [CLAUDICACION INTERMITENTE] y otras enfermedades vasculares periféricas: los betabloqueantes pueden disminuir la circulación periférica.
– [FEOCROMOCITOMA]: existe riesgo de hipertensión si no se alcanza antes un bloqueo alfa adrenérgico eficaz. La administración de un beta-bloquenate a pacientes con feocromocitoma no se realizará hasta haber instaurado previamente tratamiento alfa-bloqueante.
– [HIPERTIROIDISMO]: el bloqueo beta adrenérgico tiende a revertir con rapidez muchos de los síntomas de hipertiroidismo (taquicardia, temblores, ansiedad, etc.), enmascarando, por tanto, los síntomas del hipertiroidismo.
– [MIASTENIA GRAVE]: los betabloqueantes pueden potenciar un estado miasténico, incluyendo debilidad muscular y visión doble.
-[ANGINA DE PRINZMETAL]: puede aumentar el número y la duración de los ataques de angina en pacientes con angina de Prinzmetal este aumento es consecuencia del bloqueo de los receptores B2-vasodilatadores y del predominio del tono alfa-vasoconstrictor en los grandes vasos coronarios
epicárdicos. Sólo se empleará en estos pacientes con la máxima precaución.
– [PSORIASIS]: se han comunicados casos de empeoramiento de la psoriasis en pacientes tratados con betabloqueantes.
– [ALERGIA]: debe administrarse con precaución a pacientes con un historial de graves reacciones de hipersensibilidad, así como a pacientes sometidos a una terapia de desensibilización puesto que los betabloqueantes pueden aumentar tanto la sensibilidad frente a los alergenos como la gravedad de las reacciones anafilácticas.
– Insuficiencia cardiaca: No se debe emplear un beta-bloqueante en insuficiencia cardíaca crónica inestable
(no haber sufrido crisis agudas durante las últimas seis semanas, y no haber precisado cambios significativos en el tratamiento de base de la enfermedad durante las últimas dos semanas). El tratamiento debe iniciarse a dosis bajas. No es excepcional que al principio empeore la sintomatología, debido al efecto depresor del bloqueo beta. El efecto beneficioso se manifiesta habitualmente después de varias semanas. Durante este período conviene mantener un control clínico estricto.
– No existe experiencia terapéutica con bisoprolol en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca en pacientes con los siguientes estados y enfermedades:
* insuficiencia cardíaca de clase II NYHA.
* diabetes mellitus insulino-dependiente (Tipo I).
* función renal deteriorada (creatinina sérica 300 mol/l).
* función hepática deteriorada.
* pacientes mayores de 80 años.
* miocardiopatía restrictiva.
* cardiopatías congénitas.
* válvulopatías con afección hemodinámica significativa.
* infarto de miocardio en los 3 últimos meses.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Aconseje al paciente para que se tome diariamente el pulso y que avise a su médico si este es menor de 55 pulsaciones/minuto.
– Advierta al paciente que se pónga en contacto con su médico o farmacéutico si experimenta dificultad respiratoria.
– No suspenda bruscamente el tratamiento sin el consentimiento de su médico.
– Los pacientes diabéticos deben controlar la glucemia varias veces a lo largo del día, debido a que el medicamento puede reducir los síntomas de la hipoglucemia.
– Excepcionalmente puede ocasionar mareo y fatiga, por lo que se aconseja mucho cuidado al conducir, sobre todo al comienzo del tratamiento.
– Advierta al paciente que al comienzo del tratamiento no se levante repentinamente, con el fin de prevenir la hipotensión ortostática.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Este medicamento produce bradicardia por lo se aconseja controlar el pulso. Si este es menor de 55 latidos/min, considere la suspensión del tratamiento.
– Puede disminuir la taquicardia originada por episodios hipoglucémicos y por la tirotoxicosis.
– Pregunte sobre el historial de reacciones alérgicas. Puede provocar una reacción más grave frente a una variedad de alergenos cuando se administra a pacientes con un historial de reacción anafiláctica a tales alergenos. Estos pacientes pueden no responder a las dosis habituales de adrenalina empleadas en el tratamiento de las reacciones alérgicas.
– En pacientes con enfermedad coronaria, la interrupción del tratamiento se deberá realizar reduciendo la dosis de forma gradual, a lo largo de dos semanas, a fin de evitar el riesgo de un empeoramiento de los síntomas anginosos.
– La insuficiencia cardiaca debe estár estable (no haber sufrido crisis agudas durante las últimas seis semanas, y no haber precisado cambios significativos en el tratamiento de base de la enfermedad durante las últimas dos semanas).
– Tras el inicio del tratamiento de la insuficiencia con 1,25 mg los pacientes deberán controlarse durante un tiempo aproximado de 4 horas ( especialmente en lo que hace referencia a la presión arterial, la frecuencia cardíaca, alteraciones de la conducción y signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca).
– En casos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o intolerancia durante el periodo de adecuación de la dosis, se recomienda en primer lugar reducir la dosis de bisoprolol o, en caso necesario, cesar inmediatamente su administración (en casos de hipotensión severa, empeoramiento de la insuficiencia cardíaca con edema pulmonar agudo, shock cardiogénico y en casos de bradicardia sintomática o bloqueo AV).
Interacciones
– Antagonistas del calcio (verapamilo, diltiazem): se ha observado que algunos betabloqueantes (celiprolol, propranolol, metoprolol) pueden incrementar la toxicidad (depresión miocárdica, arritmias) al adicionar ambos su acción cardiodepresora.
– Antidiabéticos: se ha observado que algunos betabloqueantes (acebutolol, propranolol) pueden provocar variaciones en los niveles de glucemia, al antagonizarse sus acciones.
– Antiinflamatorios no esteroídicos: se ha observado que algunos betabloqueantes (atenolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto por acción del antiinflamatorio no esteroídico, debido a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas.
– Barbitúricos: se ha observado que algunos betabloqueantes (carvedilol, metoprolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto debido a la inducción de su metabolismo hepático.
– Inhibidores enzimáticos (cimetidina, quinidina): se ha observado que algunos betabloqueantes (labetalol, metoprolol) pueden ver potenciada su acción debido a una inhibición de su metabolismo.
– Rifampicina: hay estudios en los que se ha registrado una disminución del efecto del bisoprolol por una inducción de su metabolismo hepático.
– Simpaticomiméticos de acción directa: se ha observado que algunos betabloqueantes (propranolol, timolol) pueden potenciar la toxicidad (hipertensión, bradicardia), debido a su antagonismo a nivel de los receptores beta.
– Floctafenina: los beta bloqueantes pueden impedir las reacciones cardiovasculares compensatorias asociadas a hipotensión o shock que pueden ser inducidas por la floctafenina. Uso contraindicado.
– Sultoprida: bisoprolol no debe administrarse concomitantemente con sultoprida ya que existe un incremento del riesgo de arritmia ventricular. Uso contraindicado.
– Clonidina: aumento del riesgo de “hipertensión rebote” así como disminución exagerada de la frecuencia y conducción cardíacas.
– Inhibidores de la monoaminooxidasa (excepto inhibidores de la MAO-B): aumentan los efectos hipotensores del beta bloqueante, pero también el riesgo de crisis hipertensivas.
– Fármacos antiarrítmicos de clase I (p.ej. disopiramida, quinidina): puede verse potenciado el efecto sobre el tiempo de conducción atrial e incrementarse el efecto inotrópico negativo. (Se requiere una estricta monitorización clínica y del ECG). Se aconseja vigilancia clínica.
Fármacos antiarrítmicos de clase III (p. ej. amiodarona): el efecto sobre el tiempo de conducción atrial puede estar potenciado. Se aconseja vigilancia clínica.
Antagonistas del calcio (derivados de dihidropiridina): aumento del riesgo de hipotensión. En pacientes con insuficiencia cardíaca latente el uso concomitante de agentes beta-bloqueantes puede dar lugar a una insuficiencia cardíaca.
– Parasimpaticomiméticos (incluyendo tacrina): el tiempo de conducción atrio-ventricular puede aumentar.
– Agentes anestésicos: atenuación de la taquicardia reflejo y aumento del riesgo de hipotensión.
La continuación del bloqueo reduce el riesgo de arritmia durante la inducción e intubación. El anestesista debe ser informado si el paciente está tomando bisoprolol.
– Glucósidos digitálicos: disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del tiempo de conducción atrio-ventricular.
– Derivados de la ergotamina: exacerbación de los transtornos de la circulación periférica. Uso precautorio.
– Baclofeno: aumento de la actividad antihipertensiva.
– Productos de contraste yodados: los beta-boqueantes pueden impedir las reacciones cardiovasculares compensatorias asociadas con hipotensión o shock inducido por productos de contraste yodados.
– Mefloquina: aumento del riesgo de bradicardia.
– Corticosteroides: disminución del efecto antihipertensivo debido a la retención de agua y sodio.
Embarazo
Categoría C de la FDA. Los estudios en animales han registrado efectos fetotóxicos (aumento de resorciones tardías). En general, los agentes bloqueantes de receptores beta -adrenérgicos reducen la perfusión placentaria, lo que se ha asociado a retraso en el crecimiento, muerte intrauterina, aborto o parto prematuro. Pueden producirse reacciones adversas (p. ej. hipoglucemia, bradicardia) en el feto y en el neonato. Bisoprolol no debe utilizarse durante el embarazo a menos que sea claramente necesario. Si el tratamiento con bisoprolol se considera necesario, se debe monitorizar el flujo sanguíneo uteroplacentario y el crecimiento del feto. En caso de que se produjeran efectos dañinos durante el embarazo o en el feto debe considerarse un tratamiento alternativo. El neonato debe ser monitorizado cuidadosamente. Cabe esperar que se produzcan síntomas de hipoglucemia y bradicardia, generalmente durante los 3 primeros días. Estos fármacos están considerados como tratamiento de segunda línea en embarazadas.
Lactancia
Se ignora si el bisoprolol se excreta con la leche materna, aunque sí se ha detectado en leche de ratas (menos del 2% de la dosis). Aunque el riesgo parece ser pequeño, se debe controlar a los lactantes en busca de signos de bloqueo beta adrenérgico: bradicardia, hipotensión, distrés respiratorio e hipoglucemia.
Se recomienda especial precaución.
Niños
La seguridad y eficacia no han sido establecidas en niños. Uso no recomendado en menores de 18 años.
Ancianos
Los bloqueantes beta-adrenérgicos se han usado con seguridad y eficacia en ancianos. No obstante, estos pacientes suelen ser más susceptibles a los efectos adversos de estos fármacos, especialmente dolor de cabeza, somnolencia, bradicardia, hipotensión e hipotermia, por lo que es importante individualizar la dosis en cada paciente. Los beta-bloqueantes de elección en estos pacientes suelen ser los cardioselectivos y de vida corta.
Efectos sobre la conducción
– Actividades especiales: se aconseja precaución durante la conducción de vehículos o el manejo de maquinaria peligrosa o de precisión, por la posible aparición de mareos y/o fatigas, especialmente al comienzo del tratamiento.
Reacciones adversas
Los efectos adversos comunicados son generalmente atribuibles a las propiedades farmacológicas de los agentes -bloqueantes.
– Cardiovasculares: (1-10%): [FRIALDAD EN LAS EXTREMIDADES] o falta de sensibilidad en las extremidades, [ENFERMEDAD DE RAYNAUD], aumento de la [CLAUDICACION INTERMITENTE] existente. (0.1-1%): [BRADICARDIA], alteraciones del estímulo AV (conducción AV lenta o aumento de [BLOQUEO CARDIACO]existente), empeoramiento de la insuficiencia cardíaca, [HIPOTENSION ORTOSTATICA].
– Sistema Nervioso Central: (1-10%): [ASTENIA], [ASTENIA], [AGOTAMIENTO FISICO], [MAREO], [CEFALEA] (especialmente al comienzo del tratamiento, normalmente son leves y desaparecen en 1-2 semanas). (0.1-1%): trastornos del sueño, [DEPRESION]. (<0.01%): [PESADILLAS], [ALUCINACIONES].
– Gastrointestinales: (1-10%): [NAUSEAS], [VOMITOS], [DIARREA], [DOLOR ABDOMINAL] y [ESTREÑIMIENTO].
– Musculo-esqueléticos: (0.1-1%): [MIASTENIA], [CALAMBRES MUSCULARES], artropatía.
– Respiratorias: (0.1-1%): [ESPASMO BRONQUIAL] en pacientes con asma bronquial o antecedentes de enfermedad obstructiva de las vías respiratorias.
– Dermatológicas: reacciones de hipersensibilidad como [PRURITO], [RUBORIZACION], [ERUPCIONES EXANTEMATICAS]. Casos aislados: los agentes -bloqueantes pueden provocar o empeorar la psoriasis o inducir rash tipo psoriasis y alopecia.
– Hepatobiliares: (0.1-1%): [INCREMENTO DE LOS VALORES DE TRANSAMINASAS] (ALAT, ASAT), [HEPATITIS].
– Metabolismo: (0.1-1%) [HIPERTRIGLICERIDEMIA], [HIPOGLUCEMIA].
– Urogenital: (0.1-1%): [IMPOTENCIA SEXUAL].
– Otorrinolaringológicas: (0.1-1%): trastornos auditivos, [RINITIS ALERGICA].
– Ojos: reducción del flujo lacrimal (a considerar en pacientes que utilicen lentes de contacto). Casos aislados: conjuntivitis
– Alteraciones biológicas: aparición de anticuerpos antinucleares con síntomas clínicos excepcionales, tales como síndrome de lupus, los cuales desaparecen al cesar el tratamiento.
Sobredosis
– Síntomas: Los signos más comunes esperados por sobredosis con bisoprolol son bradicardia, hipotensión, broncoespasmo, insuficiencia cardíaca aguda e hipoglucemia.
– Tratamiento: instaurar un tratamiento de apoyo y sintomático. Debe evitarse la absorción de bisoprolol en el tracto gastrointestinal; puede utilizarse lavado gástrico, o la administración de adsorbentes (p.ej. carbón activado); y un agente laxante (p.ej. sulfato de sodio). Debe monitorizarse la respiración y si es necesario, debe iniciarse respiración asistida. El broncosespasmo debe contrarestarse con tratamiento broncodilatador como isoprenalina o fármacos simpaticomiméticos beta- 2. Las complicaciones cardiovasculares deben tratarse sintomáticamente: el bloqueo AV (de segundo o tercer grado) precisa monitorización cuidadosa y tratamiento con infusión de isoprenalina o implantación de un marcapasos transvenoso cardíaco. La bradicardia debe tratarse con atropina intravenosa. La caída de la presión sanguínea o el shock deben tratarse con sustitutos del plasma y vasopresores. Puede ser útil la administración de glucagón intravenoso.
La hipoglucemia puede tratarse con glucosa iv. Si hay empeoramiento agudo de la insuficiencia cardíaca: Administración intravenosa de diuréticos, fármacos inotrópicos y vasodilatadores.
Dopajes
El bisoprolol está prohibido durante la competición en los siguientes deportes:
Automovilismo, billar, bobsleigh, bolos, bridge, curling, deportes aéreos, esquí/snowboard (saltos, acrobacias y half-pipe estilo libre de esquí y halfpipe y big air de snowboard), gimnasia, lucha, motociclismo, motonáutica, pentatlon moderno en disciplinas con tiro, nueve bolos, tiro (prohibido también fuera de la competición), tiro con arco (prohibido también fuera de la competición), vela (solo para timoneles de match-race).
Todos los betabloqueantes se consideran sustancias específicas y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.
Acción y mecanismo
– [ANTIHIPERTENSIVO], [ANTIANGINOSO], [ANTIARRITMICO (TIPO II)]. Bloqueante beta-1 adrenérgico (cardioselectivo), sin actividad simpaticomimética intrínseca ni estabilizadora de membrana. El bloqueo beta le confiere actividad cronotropa e inotropa negativa, base fundamental de sus principales efectos farmacológicos.
– Acción antianginosa: Inhiben de forma competitiva y reversible las acciones de las catecolaminas mediadas a través de la estimulacion de los receptores beta-adrenérgico. El aumento del tono simpático produce cardiopatía isquémica, ya que aumenta la contractilidad, la frecuencia y las demandas miocárdicas de O2 y disminuye el flujo coronario subendocárdico (la taquicardia reduce el intervalo diastólico, y el aumento de la contractilidad incrementa la compresión de los vasos coronarios subendocárdicos por el músculo cardiaco).Los beta-bloqueantes disminuyen la frecuencia y la contractilidad cardiacas, la postcarga (disminuyen las resistencias vasculares periféricas) y las demandas miocárdicas de oxígeno.
– Acción antihipertensiva: la acción antihipertensiva se debe a que reducen el gasto cardiaco( disminuyen la fuerza contráctil del miocardio así como la frecuencia cardiaca), reducen el volumen sistólico, inhiben la secreción de renina (con la disminución consecuente de la angiotensina II), ejercen un efecto antisimpaticolítico central y estimulan la liberación del péptido natriurético atrial.
– Acción antiarrítmica: los beta-bloqueantes aplanan la inclinación de la fase 4 de las células automáticas disminuyendo la frecuencia sinusal y suprimiendo los marcapasos ectópicos. La reduccion de la frecuencia es tanto más marcada cuanto mayor es el tono simpático. Contrarrestan todos los efectos proarritmogénicos de las catecolaminas, que son consecuencia de un aumento de la entrada de Ca2+ a través de canales tipo L estimulada por el agonismo beta-adrenérgico. Disminuyen la conducción y prolongan el periodo refractario del nodo AV (tejido Ca2+-dependiente). Se ha demostrado que su administración en las primeras 24 horas postinfarto de miocardio reduce la muerte súbita, el área de infarto y la incidencia de fibrilación ventricular, por lo que se les considera de eleccion en la prevencion secundaria de la cardiopatía ísquémica.
Farmacocinética
– Absorción: se absorbe casi por completo en el tracto gastrointestinal, subre un pequeño efecto de primer paso hepático, originando una biodisponibilidad alrededor del 85-90%.
– Distribución: El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 30%. El volumen de distribución es 3,5 L/Kg. El aclaramiento total es aproximadamente de 15 L/h.
– Metabolismo: el 50% se metaboliza en el hígado, dando metabolitos inactivos que a continuación se excretan por riñón. El 50% restante se excreta por vía renal en forma inalterada.
– Eliminación: Dado que la eliminación tiene lugar en hígado y riñón en la misma proporción, no es necesario realizar ajustes de dosis en pacientes con insuficiencia hepática o renal. Su semivida de eliminación es de 10-12 h (18-24 h en insuficiencia renal grave).
Poblaciones especiales:
– Insuficiencia cardíaca crónica (NYHA grado III) los niveles plasmáticos del bisoprolol son mas altos y la semivida es más larga que en voluntarios sanos. La concentración plasmática máxima en estado estacionario es 64 ± 21 ng/ml con una dosis diaria de 10 mg y la semivida es de 17 ± 5 horas.
Indicaciones
[HIPERTENSION ARTERIAL]: solo o asociado a otros fármacos antihipertensivos (diuréticos tiazídicos etc).
– [ANGINA ESTABLE]: Prevención y tratamiento del ataque de angina de pecho estable.
Posología
Oral.
– Adultos:
* Hipertensión, angina de pecho estable: la dosis usual: 10 mg/día administrados en una toma. Rango máximo: 5-20 mg/día. El aumento de la dosis no suele aumentar la eficacia. Administrar preferentemente por la mañana, en ayunas o durante el desayuno.
* Insuficiencia cardiaca estable: se inicia de forma gradual y escalonada, de la siguiente forma:
Inicialmete 1,25 mg/24 h 1 semana. Si la tolerancia es buena se aumentará sucesivamente la dosis a:
2,5 mg/24 h durante 1 semana adicional.
3,75 mg/24 h durante 1 semana adicional.
5 mg/24 h durante las siguientes 4 semanas.
7,5 mg/24 h durante otras 4 semanas.
10 mg/24 h, como terapia de mantenimiento y dosis máxima recomendada.
Tras el inicio del tratamiento con 1,25 mg los pacientes deberán controlarse durante un tiempo aproximado de 4 horas ( especialmente en lo que hace referencia a la presión arterial, la frecuencia cardíaca, alteraciones de la conducción y signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca).
– Insuficiencia renal: En los pacientes con insuficiencia renal, (aclaramiento de creatinina < 20 ml/min) la dosis no debe exceder de 10 mg una vez al día. La dosis puede administrarse dividida en dos mitades, si es necesario.
– Insuficiencia hepática: No se precisa ajuste de dosis, sin embargo se recomienda una monitorización cuidadosa.
– Ancianos: Normalmente no se precisa ajuste de dosis. Se recomienda empezar con la menor dosis posible.
– Niños menores de 12 años y adolescentes: No hay experiencia pediátrica con este medicamento, por lo tanto no puede recomendarse su uso.
– Interrupción del tratamiento: El tratamiento no debe suspenderse bruscamente. La dosis debe reducirse lentamente, disminuyéndola a la mitad cada semana.
– Normas para la correcta administración: La dosis debe ajustarse individualmente. Se recomienda iniciar el tratamiento con la dosis más baja posible, administrada una vez al día.
Contraindicaciones
Alergia al medicamento y en general a los betabloqueantes.
– [BLOQUEO CARDIACO DE SEGUNDO GRADO], [BLOQUEO CARDIACO DE TERCER GRADO]: Debido a sus efectos cronotropicos negativos, únicamente se empleará y bajo vigilancia clínica en pacientes con bloqueo cardiaco de primer grado.
– [BRADICARDIA] bradicardia inferior a 60 latidos por minuto previa al inicio del tratamiento.
– [SHOCK CARDIOGENICO], ante el riesgo de aumento de la depresión miocárdica.
– Fallo cardiaco no controlado
– Síndrome sinusal (incluyendo bloqueo sinu-auricular).
– Feocromocitoma no tratado
– [ACIDOSIS METABOLICA]: el bloqueo de los receptores beta puede provocar una disminución del tono simpático necesario para conservar las funciones vitales.
– [HIPOTENSION]: hipotensión (presión arterial sistólica inferior a 100 mmHg).
– Alteraciones circulatorias periféricas graves.
– Asma grave y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas graves, tal como obstrucción de las vías aéreas.
– Insuficiencia cardíaca aguda o durante los episodios de descompensación de la enfermedad que requieran de tratamiento inotrópico endovenoso
Precauciones
– [CIRUGIA]: Cuando se decida interrumpir el tratamiento con betabloqueantes antes de una intervención quirúrgica, la terapia se debe interrumpir durante al menos 24 horas. La continuación del betabloqueo reduce el riesgo de arritmias durante la inducción e intubación, sin embargo, también puede aumentar el riesgo de hipotensión. Si se continúa con el tratamiento, se debe tener precaución con el uso de ciertos anestésicos(como ciclopropano, tricloroetileno o éter, con efectos depresores miocárdicos). Se puede proteger al paciente de reacciones vagales mediante la administración intravenosa de atropina.
– [ASMA] u otras enfermedades broncoespásticas: los betabloqueantes pueden favorecer el bronconcoespasmo. Aunque en general se desaconseja el uso de betabloqueantes en estas enfermedades, puede estar aceptada la utilización de determinados betabloqueantes cardioselectivos en ausencia de una alternativa terapéutica. Cuando se administren broncodilatadores concomitantemente. Ocasionalmente puede producirse un incremento de la resistencia aérea en pacientes con asma, por lo que la dosis de estimulantes beta2 debe aumentarse.
– [CARDIOPATIA ISQUEMICA]: evitar la supresión brusca del tratamiento ante el riesgo de exacerbación de la angina pectoris. La dosis se debe reducir gradualmente, por ej. durante 1-2 semanas, iniciando al mismo tiempo una terapia de sustitución si es necesario, para prevenir la exacerbación de la angina de pecho. Además, puede desarrollarse hipertensión y arritmias. Existe también riesgo de infarto de miocardio y muerte súbita.
– [DEPRESION]: aunque la asociación de betabloqueantes con depresión no ha sido totalmente establecida, se recomienda precaución en estos pacientes.
– [DIABETES]: Los betabloqueantes pueden enmascarar los principales síntomas asociados a un cuadro de hipoglucemia, lo que podría impedir la adopción de medidas compensatorias. Además, pueden provocar directamente hiperglucemia, al estimular la glucogenolisis hepática. Todo ello aconseja utilizar este grupo de medicamentos de forma muy precautoria.
– [ENFERMEDAD DE RAYNAUD], [CLAUDICACION INTERMITENTE] y otras enfermedades vasculares periféricas: los betabloqueantes pueden disminuir la circulación periférica.
– [FEOCROMOCITOMA]: existe riesgo de hipertensión si no se alcanza antes un bloqueo alfa adrenérgico eficaz. La administración de un beta-bloquenate a pacientes con feocromocitoma no se realizará hasta haber instaurado previamente tratamiento alfa-bloqueante.
– [HIPERTIROIDISMO]: el bloqueo beta adrenérgico tiende a revertir con rapidez muchos de los síntomas de hipertiroidismo (taquicardia, temblores, ansiedad, etc.), enmascarando, por tanto, los síntomas del hipertiroidismo.
– [MIASTENIA GRAVE]: los betabloqueantes pueden potenciar un estado miasténico, incluyendo debilidad muscular y visión doble.
-[ANGINA DE PRINZMETAL]: puede aumentar el número y la duración de los ataques de angina en pacientes con angina de Prinzmetal este aumento es consecuencia del bloqueo de los receptores B2-vasodilatadores y del predominio del tono alfa-vasoconstrictor en los grandes vasos coronarios
epicárdicos. Sólo se empleará en estos pacientes con la máxima precaución.
– [PSORIASIS]: se han comunicados casos de empeoramiento de la psoriasis en pacientes tratados con betabloqueantes.
– [ALERGIA]: debe administrarse con precaución a pacientes con un historial de graves reacciones de hipersensibilidad, así como a pacientes sometidos a una terapia de desensibilización puesto que los betabloqueantes pueden aumentar tanto la sensibilidad frente a los alergenos como la gravedad de las reacciones anafilácticas.
– Insuficiencia cardiaca: No se debe emplear un beta-bloqueante en insuficiencia cardíaca crónica inestable
(no haber sufrido crisis agudas durante las últimas seis semanas, y no haber precisado cambios significativos en el tratamiento de base de la enfermedad durante las últimas dos semanas). El tratamiento debe iniciarse a dosis bajas. No es excepcional que al principio empeore la sintomatología, debido al efecto depresor del bloqueo beta. El efecto beneficioso se manifiesta habitualmente después de varias semanas. Durante este período conviene mantener un control clínico estricto.
– No existe experiencia terapéutica con bisoprolol en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca en pacientes con los siguientes estados y enfermedades:
* insuficiencia cardíaca de clase II NYHA.
* diabetes mellitus insulino-dependiente (Tipo I).
* función renal deteriorada (creatinina sérica 300 mol/l).
* función hepática deteriorada.
* pacientes mayores de 80 años.
* miocardiopatía restrictiva.
* cardiopatías congénitas.
* válvulopatías con afección hemodinámica significativa.
* infarto de miocardio en los 3 últimos meses.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Aconseje al paciente para que se tome diariamente el pulso y que avise a su médico si este es menor de 55 pulsaciones/minuto.
– Advierta al paciente que se pónga en contacto con su médico o farmacéutico si experimenta dificultad respiratoria.
– No suspenda bruscamente el tratamiento sin el consentimiento de su médico.
– Los pacientes diabéticos deben controlar la glucemia varias veces a lo largo del día, debido a que el medicamento puede reducir los síntomas de la hipoglucemia.
– Excepcionalmente puede ocasionar mareo y fatiga, por lo que se aconseja mucho cuidado al conducir, sobre todo al comienzo del tratamiento.
– Advierta al paciente que al comienzo del tratamiento no se levante repentinamente, con el fin de prevenir la hipotensión ortostática.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Este medicamento produce bradicardia por lo se aconseja controlar el pulso. Si este es menor de 55 latidos/min, considere la suspensión del tratamiento.
– Puede disminuir la taquicardia originada por episodios hipoglucémicos y por la tirotoxicosis.
– Pregunte sobre el historial de reacciones alérgicas. Puede provocar una reacción más grave frente a una variedad de alergenos cuando se administra a pacientes con un historial de reacción anafiláctica a tales alergenos. Estos pacientes pueden no responder a las dosis habituales de adrenalina empleadas en el tratamiento de las reacciones alérgicas.
– En pacientes con enfermedad coronaria, la interrupción del tratamiento se deberá realizar reduciendo la dosis de forma gradual, a lo largo de dos semanas, a fin de evitar el riesgo de un empeoramiento de los síntomas anginosos.
– La insuficiencia cardiaca debe estár estable (no haber sufrido crisis agudas durante las últimas seis semanas, y no haber precisado cambios significativos en el tratamiento de base de la enfermedad durante las últimas dos semanas).
– Tras el inicio del tratamiento de la insuficiencia con 1,25 mg los pacientes deberán controlarse durante un tiempo aproximado de 4 horas ( especialmente en lo que hace referencia a la presión arterial, la frecuencia cardíaca, alteraciones de la conducción y signos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca).
– En casos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o intolerancia durante el periodo de adecuación de la dosis, se recomienda en primer lugar reducir la dosis de bisoprolol o, en caso necesario, cesar inmediatamente su administración (en casos de hipotensión severa, empeoramiento de la insuficiencia cardíaca con edema pulmonar agudo, shock cardiogénico y en casos de bradicardia sintomática o bloqueo AV).
Interacciones
– Antagonistas del calcio (verapamilo, diltiazem): se ha observado que algunos betabloqueantes (celiprolol, propranolol, metoprolol) pueden incrementar la toxicidad (depresión miocárdica, arritmias) al adicionar ambos su acción cardiodepresora.
– Antidiabéticos: se ha observado que algunos betabloqueantes (acebutolol, propranolol) pueden provocar variaciones en los niveles de glucemia, al antagonizarse sus acciones.
– Antiinflamatorios no esteroídicos: se ha observado que algunos betabloqueantes (atenolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto por acción del antiinflamatorio no esteroídico, debido a la inhibición de la síntesis de prostaglandinas.
– Barbitúricos: se ha observado que algunos betabloqueantes (carvedilol, metoprolol, oxprenolol, propranolol) pueden ver disminuido su efecto debido a la inducción de su metabolismo hepático.
– Inhibidores enzimáticos (cimetidina, quinidina): se ha observado que algunos betabloqueantes (labetalol, metoprolol) pueden ver potenciada su acción debido a una inhibición de su metabolismo.
– Rifampicina: hay estudios en los que se ha registrado una disminución del efecto del bisoprolol por una inducción de su metabolismo hepático.
– Simpaticomiméticos de acción directa: se ha observado que algunos betabloqueantes (propranolol, timolol) pueden potenciar la toxicidad (hipertensión, bradicardia), debido a su antagonismo a nivel de los receptores beta.
– Floctafenina: los beta bloqueantes pueden impedir las reacciones cardiovasculares compensatorias asociadas a hipotensión o shock que pueden ser inducidas por la floctafenina. Uso contraindicado.
– Sultoprida: bisoprolol no debe administrarse concomitantemente con sultoprida ya que existe un incremento del riesgo de arritmia ventricular. Uso contraindicado.
– Clonidina: aumento del riesgo de “hipertensión rebote” así como disminución exagerada de la frecuencia y conducción cardíacas.
– Inhibidores de la monoaminooxidasa (excepto inhibidores de la MAO-B): aumentan los efectos hipotensores del beta bloqueante, pero también el riesgo de crisis hipertensivas.
– Fármacos antiarrítmicos de clase I (p.ej. disopiramida, quinidina): puede verse potenciado el efecto sobre el tiempo de conducción atrial e incrementarse el efecto inotrópico negativo. (Se requiere una estricta monitorización clínica y del ECG). Se aconseja vigilancia clínica.
Fármacos antiarrítmicos de clase III (p. ej. amiodarona): el efecto sobre el tiempo de conducción atrial puede estar potenciado. Se aconseja vigilancia clínica.
Antagonistas del calcio (derivados de dihidropiridina): aumento del riesgo de hipotensión. En pacientes con insuficiencia cardíaca latente el uso concomitante de agentes beta-bloqueantes puede dar lugar a una insuficiencia cardíaca.
– Parasimpaticomiméticos (incluyendo tacrina): el tiempo de conducción atrio-ventricular puede aumentar.
– Agentes anestésicos: atenuación de la taquicardia reflejo y aumento del riesgo de hipotensión.
La continuación del bloqueo reduce el riesgo de arritmia durante la inducción e intubación. El anestesista debe ser informado si el paciente está tomando bisoprolol.
– Glucósidos digitálicos: disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del tiempo de conducción atrio-ventricular.
– Derivados de la ergotamina: exacerbación de los transtornos de la circulación periférica. Uso precautorio.
– Baclofeno: aumento de la actividad antihipertensiva.
– Productos de contraste yodados: los beta-boqueantes pueden impedir las reacciones cardiovasculares compensatorias asociadas con hipotensión o shock inducido por productos de contraste yodados.
– Mefloquina: aumento del riesgo de bradicardia.
– Corticosteroides: disminución del efecto antihipertensivo debido a la retención de agua y sodio.
Embarazo
Categoría C de la FDA. Los estudios en animales han registrado efectos fetotóxicos (aumento de resorciones tardías). En general, los agentes bloqueantes de receptores beta -adrenérgicos reducen la perfusión placentaria, lo que se ha asociado a retraso en el crecimiento, muerte intrauterina, aborto o parto prematuro. Pueden producirse reacciones adversas (p. ej. hipoglucemia, bradicardia) en el feto y en el neonato. Bisoprolol no debe utilizarse durante el embarazo a menos que sea claramente necesario. Si el tratamiento con bisoprolol se considera necesario, se debe monitorizar el flujo sanguíneo uteroplacentario y el crecimiento del feto. En caso de que se produjeran efectos dañinos durante el embarazo o en el feto debe considerarse un tratamiento alternativo. El neonato debe ser monitorizado cuidadosamente. Cabe esperar que se produzcan síntomas de hipoglucemia y bradicardia, generalmente durante los 3 primeros días. Estos fármacos están considerados como tratamiento de segunda línea en embarazadas.
Lactancia
Se ignora si el bisoprolol se excreta con la leche materna, aunque sí se ha detectado en leche de ratas (menos del 2% de la dosis). Aunque el riesgo parece ser pequeño, se debe controlar a los lactantes en busca de signos de bloqueo beta adrenérgico: bradicardia, hipotensión, distrés respiratorio e hipoglucemia.
Se recomienda especial precaución.
Niños
La seguridad y eficacia no han sido establecidas en niños. Uso no recomendado en menores de 18 años.
Ancianos
Los bloqueantes beta-adrenérgicos se han usado con seguridad y eficacia en ancianos. No obstante, estos pacientes suelen ser más susceptibles a los efectos adversos de estos fármacos, especialmente dolor de cabeza, somnolencia, bradicardia, hipotensión e hipotermia, por lo que es importante individualizar la dosis en cada paciente. Los beta-bloqueantes de elección en estos pacientes suelen ser los cardioselectivos y de vida corta.
Efectos sobre la conducción
– Actividades especiales: se aconseja precaución durante la conducción de vehículos o el manejo de maquinaria peligrosa o de precisión, por la posible aparición de mareos y/o fatigas, especialmente al comienzo del tratamiento.
Reacciones adversas
Los efectos adversos comunicados son generalmente atribuibles a las propiedades farmacológicas de los agentes -bloqueantes.
– Cardiovasculares: (1-10%): [FRIALDAD EN LAS EXTREMIDADES] o falta de sensibilidad en las extremidades, [ENFERMEDAD DE RAYNAUD], aumento de la [CLAUDICACION INTERMITENTE] existente. (0.1-1%): [BRADICARDIA], alteraciones del estímulo AV (conducción AV lenta o aumento de [BLOQUEO CARDIACO]existente), empeoramiento de la insuficiencia cardíaca, [HIPOTENSION ORTOSTATICA].
– Sistema Nervioso Central: (1-10%): [ASTENIA], [ASTENIA], [AGOTAMIENTO FISICO], [MAREO], [CEFALEA] (especialmente al comienzo del tratamiento, normalmente son leves y desaparecen en 1-2 semanas). (0.1-1%): trastornos del sueño, [DEPRESION]. (<0.01%): [PESADILLAS], [ALUCINACIONES].
– Gastrointestinales: (1-10%): [NAUSEAS], [VOMITOS], [DIARREA], [DOLOR ABDOMINAL] y [ESTREÑIMIENTO].
– Musculo-esqueléticos: (0.1-1%): [MIASTENIA], [CALAMBRES MUSCULARES], artropatía.
– Respiratorias: (0.1-1%): [ESPASMO BRONQUIAL] en pacientes con asma bronquial o antecedentes de enfermedad obstructiva de las vías respiratorias.
– Dermatológicas: reacciones de hipersensibilidad como [PRURITO], [RUBORIZACION], [ERUPCIONES EXANTEMATICAS]. Casos aislados: los agentes -bloqueantes pueden provocar o empeorar la psoriasis o inducir rash tipo psoriasis y alopecia.
– Hepatobiliares: (0.1-1%): [INCREMENTO DE LOS VALORES DE TRANSAMINASAS] (ALAT, ASAT), [HEPATITIS].
– Metabolismo: (0.1-1%) [HIPERTRIGLICERIDEMIA], [HIPOGLUCEMIA].
– Urogenital: (0.1-1%): [IMPOTENCIA SEXUAL].
– Otorrinolaringológicas: (0.1-1%): trastornos auditivos, [RINITIS ALERGICA].
– Ojos: reducción del flujo lacrimal (a considerar en pacientes que utilicen lentes de contacto). Casos aislados: conjuntivitis
– Alteraciones biológicas: aparición de anticuerpos antinucleares con síntomas clínicos excepcionales, tales como síndrome de lupus, los cuales desaparecen al cesar el tratamiento.
Sobredosis
– Síntomas: Los signos más comunes esperados por sobredosis con bisoprolol son bradicardia, hipotensión, broncoespasmo, insuficiencia cardíaca aguda e hipoglucemia.
– Tratamiento: instaurar un tratamiento de apoyo y sintomático. Debe evitarse la absorción de bisoprolol en el tracto gastrointestinal; puede utilizarse lavado gástrico, o la administración de adsorbentes (p.ej. carbón activado); y un agente laxante (p.ej. sulfato de sodio). Debe monitorizarse la respiración y si es necesario, debe iniciarse respiración asistida. El broncosespasmo debe contrarestarse con tratamiento broncodilatador como isoprenalina o fármacos simpaticomiméticos beta- 2. Las complicaciones cardiovasculares deben tratarse sintomáticamente: el bloqueo AV (de segundo o tercer grado) precisa monitorización cuidadosa y tratamiento con infusión de isoprenalina o implantación de un marcapasos transvenoso cardíaco. La bradicardia debe tratarse con atropina intravenosa. La caída de la presión sanguínea o el shock deben tratarse con sustitutos del plasma y vasopresores. Puede ser útil la administración de glucagón intravenoso.
La hipoglucemia puede tratarse con glucosa iv. Si hay empeoramiento agudo de la insuficiencia cardíaca: Administración intravenosa de diuréticos, fármacos inotrópicos y vasodilatadores.
Dopajes
El bisoprolol está prohibido durante la competición en los siguientes deportes:
Automovilismo, billar, bobsleigh, bolos, bridge, curling, deportes aéreos, esquí/snowboard (saltos, acrobacias y half-pipe estilo libre de esquí y halfpipe y big air de snowboard), gimnasia, lucha, motociclismo, motonáutica, pentatlon moderno en disciplinas con tiro, nueve bolos, tiro (prohibido también fuera de la competición), tiro con arco (prohibido también fuera de la competición), vela (solo para timoneles de match-race).
Todos los betabloqueantes se consideran sustancias específicas y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.