Equinacea (echinacea purpurea)
Partes usadas
Planta entera y el jugo obtenido de prensar la propia planta.
Descripción
Es una hierba perenne de unos 45 cm de altura. La raíz es fibrosa y presenta estrías longitudinales y profundas. La superficie tiene una corteza fina de color marrón grisáceo y un interior amarillento con manchas negras. El tallo tiene un color rojizo y está recubierto por numerosos pelos erectos y blanquecinos. La planta posee hojas grandes y solitarias, de unos 7-20 cm de longitud y unos 8-20 mm de grosor, unidas al tallo por finos peciolos. Son opuestas o alternas, de margen entero, con el limbo lanceolado y la superficie rugosa. Tienen 3 nervios gruesos, muy salientes en el envés, mientras que en el haz dejan un hueco. Sus capítulos florales son grandes y solitarios y crecen en los extremos de los tallos. El receptáculo es semiesférico y se protege por varias filas de brácteas rígidas y espinosas, con un tamaño mayor que las flores del disco. Las flores del disco son tubulares y pequeñas, con un color marrón rojizo. Las del radio tienen un tamaño de 2-4 cm y son liguladas y de color violeta a púrpura dependiendo de la especie.
Tiene un sabor inicial ligeramente dulce y aromático, que posteriormente pasa a amargo y astringente. El olor es aromático y característico.
Composición
La sumidad contiene:
– Glúcidos. Aparecen polisacáridos heterogéneos, como 4-O-metil-glucuronil-arabinoxilosanos, y arabinorramnogalactanos.
– Aceite esencial (0,08-0,32%). Monoterpenos como borneol, acetato de bornilo, alfa y beta-pinenos, beta-farneseno, sesquiterpenos como humuleno, cariofileno, y lactonas sesquiterpénicas como germacranol.
– Ácidos fenólicos derivados del ácido cinámico. Ácido ferúlico, achicórico, clorogénico, isoclorogénico, cafeico, caftárico, dicafeilquínico, ésteres como verbascósido.
– Flavonoides. Rutósido, quercitrina, camferol.
– Poliínos.
– Isobutilamidas.
Las raíces contienen:
– Glúcidos. Aparecen polisacáridos heterogéneos como mucílagos con estructura de arabinorramnogalactanos.
– Aceite esencial (0,2-2%). Se compone por sesquiterpenos como cariofileno y lactonas sesquiterpénicas como D-germacreno.
– Ácidos fenólicos derivados del ácido cinámico (0,6-2,1%). Ácido ferúlico, achicórico, clorogénico, isoclorogénico, cafeico, caftárico, dicafeilquínico, ésteres. En E. angustifolia y E. pallida aparecen ésteres como equinacósido (0,5-1,0%). En E. angustifolia además se puede aislar la cinarina.
– Proteínas. Aparecen glucoproteínas
– Alcaloides pirrolizidínicos (trazas). Tusilagina, isotusilagina.
– Poliínos (0,01%).
– Isobutilamidas (0,01-0,04%).
Acción y mecanismo
– [INMUNOESTIMULANTE]. Tradicionalmente se ha utilizado la equinácea para ayudar a potenciar las defensas del organismo, si bien su efecto inmunoestimulante no se ha podido establecer con seguridad.
No obstante, en ensayos in vitro sobre granulocitos humanos, se ha comprobado que la equinácea podría aumentar la fagocitosis un 23%, así como aumentar la producción de TNF-alfa, interferón beta e IL-1, IL-6 y IL-10. Asimismo podría presentar una actividad inhibitoria de la hialuronidasa tisular y bacteriana, impidiendo la difusión de los microorganismos.
Los principios activos responsables parecen ser los polisacáridos, glucoproteínas, isobutilamidas y derivados del ácido cinámico.
– [CICATRIZANTE]. De igual manera, se ha usado tradicionalmente como cicatrizante, aunque no se ha podido demostrar.
En ensayos in vitro parece favorecer la formación del tejido de granulación responsable de la curación de las heridas, y estimular la proliferación de fibroblastos responsables de la regeneración de los tejidos y formación de cicatrices.
Indicaciones
– Indicaciones bien establecidas:
* Prevención y tratamiento de corta duración del resfriado común.
– Indicaciones tradicionales:
* Tratamiento de pequeñas heridas superficiales.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Resfriado común: 6-9 ml del jugo obtenido de la planta al día, dividido en 2-4 tomas diarias.
* Heridas cutáneas: 10-20 g/100 g del jugo obtenido de la planta.
– Niños, oral:
* Niños de 12 años o mayores: Se recomiendan las mismas dosis que en adultos.
* Niños menores de 12 años: No se ha evaluado la seguridad y eficacia de la equinácea.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
EL tratamiento del resfriado común debe iniciarse tan pronto como aparezcan los primeros síntomas. Se aconseja evitar la utilización de la equinácea para la prevención y tratamiento del resfriado común por períodos superiores a 10 días.
Por su parte, la utilización de la equinácea para el tratamiento de heridas superficiales no debe superar los siete días de tratamiento.
Si durante el tratamiento con equinácea los síntomas continúan o empeoran, se recomienda consultar al médico y/o al farmacéutico.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a la equinácea. Se han descrito casos de hipersensibilidad cruzada entre distintas especies de la familia de las compuestas, por lo que personas alérgicas a otras plantas de esta familia (manzanillas, alcachofa) deberán evitar utilizar la equinácea.
– Enfermedades en los que una estimulación del sistema inmunitario pudiera resultar peligrosa, tales como enfermedades autoinmunes, trastornos sistémicos progresivos, inmunodeficiencia (SIDA, inmunosupresión) y patologías que afecten a los glóbulos blancos.
Precauciones
– Insuficiencia hepática. Las raíces de equinácea presentan alcaloides pirrolizidínicos. Los alcaloides pirrolizidínicos producen una vasoconstricción de los vasos hepáticos y pueden dar lugar a hipoxia y necrosis hepática. Aunque los alcaloides de la equinácea podrían carecer del anillo responsable de la hepatotoxicidad, y aunque aparecen en cantidades mínimas, se recomienda extremar las precauciones en pacientes con insuficiencia hepática, y no sobrepasar los períodos de tratamiento recomendados. Si se observase un aumento significativo de los niveles de transaminasas, se recomienda suspender la administración de equinácea hasta esclarecer la causa de dicho aumento.
– Fiebre. En el caso de que aparezca fiebre durante el tratamiento, se aconseja consultar al médico.
– Infecciones cutáneas. Si no se siguen las medidas básicas de higiene, los preparados tópicos de equinácea pueden contaminarse y favorecer la aparición de infecciones en las lesiones. Se aconseja por lo tanto evitar la contaminación de estas formas galénicas, preparándolas en el momento en que se vayan a aplicar y usando agua hervida. Si apareciesen síntomas de infección en las lesiones, se aconseja consultar al médico.
– Reacciones anafilácticas. Se han descrito casos de reacciones anafilácticas en personas atópicas. En caso de aparición de cualquier reacción adversa extraña, se aconseja consultar con el médico. Si apareciesen signos indicativos de reacción anafiláctica (mareo, vértigo, palpitaciones, erupción cutánea, urticaria), se aconseja suspender el tratamiento y no reiniciarlo.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– El tratamiento de los síntomas del resfriado debe iniciarse tan pronto como aparezcan los síntomas.
– Se recomienda evitar la administración de equinácea durante más de 10 días para la prevención o el tratamiento del resfriado común, o durante más de 7 días en caso de heridas cutáneas.
– Si durante el tratamiento con equinácea los síntomas continúan o empeoran, así como si aparece fiebre, o síntomas como mareo, vértigo, palpitaciones, erupción cutánea o urticaria, se recomienda consultar al médico y/o al farmacéutico.
– Si apareciesen síntomas de infección cutánea, se recomienda consultar al médico.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– En caso de apreciarse un aumento significativo de los niveles de transaminasas, se suspenderá el tratamiento y se vigilará la posible hepatotoxicidad.
Interacciones
– Fármacos hepatotóxicos. Aunque el riesgo de hepatotoxicidad por equinácea parece muy reducido, y hasta el momento no se han descrito casos en humanos, se recomienda extremar las precauciones al administrarla a pacientes tratados con otros fármacos que sean conocidos hepatotóxicos, como los esteroides anabolizantes o el metotrexato.
– Inmunosupresores. La equinácea podría disminuir los efectos clínicos de fármacos como corticoides, ciclosporina, tacrolimus o sirolimus. Se recomienda evitar la asociación.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. Hasta el momento existen varios cientos de casos registrados de mujeres embarazadas que tomaron equinácea durante el embarazo, sin haberse notificado reacciones adversas en el niño. No obstante, se desconoce la influencia de la sobre el sistema inmunitario del feto. Por lo tanto, la utilización de equinácea durante el embarazo sólo se acepta en el caso de que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen a los posibles riesgos.
Efectos sobre la fertilidad: los extractos de equinácea podrían ocasionar efectos adversos sobre los oocitos a altas dosis, si bien esto no se ha podido demostrar en humanos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes de la equinácea se excretan con la leche materna, y las posibles consecuencias que esto pudiera tener para el lactante. Se aconseja suspender la lactancia materna o evitar la utilización de equinácea durante la lactancia. En caso de utilizar la equinácea para curar heridas leves, se aconseja no aplicarla sobre el pecho.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños menores de 12 años, por lo que no se recomienda su utilización. El Comité de Evaluación de Medicamentos de Plantas Medicinales de la EMEA contraindica específicamente la utilización de equinácea en niños menores de un año.
Ancianos
No se han descrito problemas específicos en ancianos.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas de la equinácea son raras y no suelen revestir gravedad.
– Alérgicas/dermatológicas. La administración por vía oral ha dado lugar a erupciones exantemáticas con prurito. Se han descrito casos puntuales de shock anafiláctico, con edema facial, angioedema, mareos, broncoespasmo, disnea, hipotensión y reacciones cutáneas graves como síndrome de Stevens-Johnson o edema de Quincke.
De igual manera, la equinácea se ha asociado a agravamientos de reacciones autoinmunes como encefalitis diseminada, eritema nodoso, inmunotrombocitopenia, síndrome de Evans o síndrome de Sjögren.
Por vía tópica la gravedad de la reacción alérgica parece ser menor, con erupciones cutáneas, dermatitis por contacto, eccemas y edema de los labios.
– Hematológicas. Se han descrito casos de leucopenia en tratamientos prolongados, por períodos superiores a 8 semanas.
Sobredosis
Síntomas: Existe una experiencia clínica muy limitada respecto a sobredosificación por equinácea.
Tratamiento: Se deberá instaurar un tratamiento sintomático.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Mayo, 2008.