Hemina
Acción y mecanismo
Antianémico. El arginato de hemina está particularmente indicado en la porfiria hepática (porfiria aguda intermitente, porfiria variegata), caracterizada por la existencia de bloqueo enximático en el proceso de biosíntesis del grupo hemo dando como resultado un déficit del grupo hemo necesario para la síntesis de varias hemoproteínas, además de la acumulación por delante del bloqueo metabólico de precursores del grupo hemo que son directa o indirectamente tóxicos para el organismo.
La hemina, al reducir el déficit del grupo hemo, suprime por retroalimentación la actividad de la enzima ácido delta-amino-levulínico sintesa (síntesis de las porfirinas) lo cual reduce la producción de porfirinas y de precursores tóxicos del grupo hemo. Así, al contribuir al restablecimiento de los niveles normales de hemoproteínas y de pigmentos respiratorios, el grupo hemo corrige los trastornos biológicos observados en pacientes con porfiria. Como la biodisponibilidad del arginato de hemina es comparable con la de la metahemoalbúmina es eficaz tanto durante la remisión como en ataque agudo. En ambos casos, pero especialmente durante un ataque agudo, las perfusiones de hemina son adecuadas para corregir la excreción urinaria de ácido delta-amino-levulínico y porfobilinógeno. Esto es aplicable tanto a la porfiria aguda intermitente como a la porfiria variegata.
A diferencia de las preparaciones galénicas antiguas, las perfusiones de arginato de hemina no causan cambios significativos en los parámetros de coagulación y de fibrinolisis en voluntarios sanos. Todos estos parámetros han mostrado permanecer sin cambios con la excepción de la concentración de los factores IX y X que caen temporalmente un 10-15%.
Farmacocinética
Después de la perfusión intravenosa de hemina (3mg/kg), los parámetros farmacocinéticos observados en voluntarios sanos y pacientes con porfiria son los siguientes: Cmax, 60,0 +- 17 µg/ml; vida media, 10,8 +- 1,6 h; aclaramiento plasmático, 3,7 +- 1,2 ml/min y volumen de distribución, 3,4 +- 0,9 l Después de perfusiones repetidas, la vida media del grupo hemo en el organismo aumenta; se eleva a 18,1 horas después de la 4ª perfusión.
Indicaciones
– [PORFIRIA] hepática: tratamiento de los ataques agudos de porfiria hepática (porfiria aguda intermitente, porfiria variegata, coproporfiria hereditaria).
Posología
Perfusión iv lenta:.
– Adultos: 3 mg/kg/24 h durante 4 días. Dosis máxima, 250 mg (1 ampolla) por día.
Excepcionalmente el tratamiento puede repetirse bajo estricta vigilancia bioquímica en caso de una respuesta inadecuada tras el primer régimen de tratamiento.
– Ancianos: no se requiere un ajuste de dosis.
– Niños y adolescentes: los ataques de porfiria son raros en niños, pero la limitada experiencia en tirosinemia sugiere que el uso de una dosis diaria de no más de 3 mg/kg por día durante 4 días, administrada con las mismas precauciones que en adultos, es seguro.
– Normas para la correcta administración: Administrar en forma de perfusión iv durante al menos 30 minutos en una vena gruesa del brazo utilizando un filtro de entrada. Después de la perfusión, la vena puede aclararse con una perfusión rápida de solución de NaCl al 0,9% durante 10-15 minutos.Preparación de la perfusión: diluir inmediatamente antes de su administración en 100 ml de NaCl al 0,9% en frasco de vidrio; la cantidad de producto requerida, calculada de acuerdo al peso del paciente, se transfíere desde la ampolla al frasco de vidrio. No preparar más de una ampolla al día. La solución debe ser utilizada dentro de la hora siguiente a la dilución. Como la solución es de color oscuro, es difícil verificar visualmente la ausencia de partículas en suspensión. Por tanto se recomienda el uso de un equipo de perfusión con filtro.
Contraindicaciones
Contraindicado en caso de hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes de la preparación.
Precauciones
Precauciones:
Se recomienda monitorización apropiada debido a que los ataques de porfiria están frecuentemente asociados con diferentes manifestaciones cardiovasculares y neurológicas.
La rapidez con la que se instaura el tratamiento después del comienzo de un ataque, implica mayor eficacia.
Como resultado de las perfusiones, el dolor abdominal y otros síntomas gastrointestinales generalmente desaparecen en 2-4 días. Las complicaciones neurológicas (parálisis y trastornos psicológicos) se ven menos afectadas por el tratamiento.
Advertencias/consejos
Antes de comenzar el tratamiento, es necesario confirmar un ataque de porfiria hepática mediante criterios clínicos y biológicos: antecedentes familiares o personales, signos clínicos sugerentes, determinación cuantitativa de ácido delta-amino-levulínico en orina y porfobilinógeno (preferentemente respecto a los clásicos tests de WATSON-SCHWARZ o HOESCH, que se consideran menos fiables).
Cuando se administran medicamentos preparados a partir de sangre o plasma humanos, el riesgo de transmisión de agentes infecciosos, incluyendo aquellos de naturaleza no conocida, no puede ser completamente excluido.
Es también importante advertir a los pacientes del riesgo de que los ataques sean más graves o se desencadenen por ayuno y tomando ciertos medicamentos (particularmente estrógenos, barbitúricos y esteroides), porque aumentan la demanda de grupo hemo del hígado, y son capaces de inducir indirectamente la actividad de la ácido delta-amino-levulínico sintetasa.
Interacciones
Durante el tratamiento con este medicamento, la actividad enzimática de las enzimas P450 se aumenta. El metabolismo de los medicamentos concomitantes que se metabolizan por las enzimas citocromo P450 (tales como estrógenos, barbitúricos y esteroides) puede aumentar durante la administración del medicamento, lo que conlleva una más baja exposición sistémica.
Embarazo
No existen estudios adecuados en animales ni en mujeres embarazadas. No obstante, hasta la fecha no se han observado efectos adversos en recién nacidos cuyas madres fueron tratadas con este medicamento durante el embarazo. El uso de este medicamento sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras.
Lactancia
Se ignora si este medicamento es excretado en leche materna. Se recomienda suspender la lactancia o evitar la administración de este medicamento.
Niños
Los ataques de porfiria son raros en niños, pero la limitada experiencia en tirosinemia sugiere que el uso de una dosis diaria de no más de 3 mg/kg por día durante 4 días, administrada con las mismas precauciones que en adultos, es seguro.
Ancianos
No se prevén efectos específicamente geriátricos en este grupo de edad.
Reacciones adversas
– Dolor en el lugar de perfusión.
– Tromboflebitis (raramente).
– Fiebre y reacciones alérgicas (raramente).
Sobredosis
En experimentos con animales, los efectos de toxicidad aguda después de la administración de dosis elevadas se observaron en el hígado. Una dosis 10 veces mayor que la dosis total recomendada en la posología humana también hizo descender la presión sanguínea en ratas. Dosis altas pueden causar trastornos en la hemostasia.
Se han notificado tres casos de sobredosificación con este mediamento. En dos casos la etiqueta se interpretó mal y a los pacientes se les administró diez veces la dosis recomendada. Una paciente se recuperó sin incidentes. Tuvo vómitos ligeros, dolor y sensibilidad en el antebrazo (en el lugar de la perfusión). El otro paciente que recibió una sobredosis (2500 mg) en una sola perfusión, desarrolló insuficiencia hepática fulminante. Un paciente recibió 6 ampollas al día durante 2 días (3000 mg en 2 días) y desarrolló una hiperbilirrubinemia, anemia y una diátesis hemorrágica generalizada. Los efectos permanecieron durante varios días después de la administración, pero el paciente mejoró después sin consecuencias.
También se ha comunicado que una dosis elevada (1000 mg) de hematina, otra forma del grupo hemo, causó fallo renal transitorio en un paciente.
Los parámetros de coagulación sanguínea, y las funciones hepáticas, renal y pancreática deben ser cuidadosamente monitorizadas hasta su total normalización.
Así mismo deben realizarse monitorizaciones cardiovasculares (posibilidad de arritmias).
Medidas terapéuticas:
– Se deben administrar perfusiones de albúmina para fijar la hemina circulante libre y potencialmente reactiva.
– La administración de carbón activado permitirá interrumpir la recirculación enterohepática del grupo hemo.
– Es necesaria la hemodiálisis para eliminar el propilenglicol.