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Acción y mecanismo
– [ANTIHIPERTENSIVO], [INHIBIDOR DE LA ANGIOTENSINA CONVERTASA]. El benazepril es un profármaco que tras su hidrólisis en el organismo genera el benazeprilato. Éste se comporta como un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina, responsable de la transformación de la angiotensina I en angiotensina II, por lo que se va a oponer a los efectos de ésta, dando lugar a una disminución de la presión arterial a través de un doble mecanismo:
* Vasodilatación arteriovenosa, con la consiguiente reducción de la resistencia periférica.
* Disminución de la producción de aldosterona, y por lo tanto de la reabsorción de sodio y agua, con la consiguiente disminución de la volemia.
Además, se barajan otros mecanismos de acción, como podrían ser el incremento de los niveles de la bradicinina, un potente vasodilatador sustrato también de la ECA que incrementa la producción de prostaglandinas vasodilatadoras y la producción endotelial de NO; la inhibición del tono simpático central y periférico; la reducción de los niveles de aldosterona y vasopresina; o la inhibición de las acciones centrales de la aldosterona II.
Además de este efecto antihipertensivo, el benazepril reduce la precarga, al producir vasodilatación venosa y disminuir la presión telediastólica, y la postcarga, por la vasodilatación arterial, disminuyendo las resistencias periféricas. Incrementa por lo tanto el gasto cardíaco en el corazón insuficiente, a la vez que reduce el tono simpático que parece estar aumentado en este cuadro.
Además muestra una interesante actividad cardioprotectora, debido a las siguientes causas:
* Reduce la hipertrofia ventricular y de la lámina media vascular debido a la disminución de la presión arterial y al bloquear los efectos proliferativos de la angiotensina II.
* Presenta un efecto antiarrítmico al reducir el tono simpático y las demandas miocárdicas de oxígeno, y al aumentar el flujo coronario y la kalemia.
* Muestra una actividad antiaterogénica debido a la reducción de la presión arterial, a sus efectos antiproliferativos e inhibidores de la adhesión endotelial de los monocitos.
* Disminuye la agregación plaquetaria, con el consiguiente efecto antitrombótico.
De igual manera, el benazepril tiene un efecto protector sobre el riñón, produciendo vasodilatación de la arteriola eferente y disminución de la presión intraglomerular, con lo que consigue frenar el deterioro renal.
El benazepril, al igual que otros IECA, muestra ventajas importantes frente a otros tratamientos, como la menor hipotensión ortostática, taquicardia refleja, retención hidrosalina, intolerancia a la glucosa, cambios en el perfil lipídico o hipertensión de rebote tras la suspensión brusca del tratamiento.
Sin embargo, los IECA se han mostrado poco eficaces para el tratamiento de la hipertensión arterial en pacientes de raza negra, debido probablemente a que en pacientes hipertensos negros se suelen encontrar cifras de renina muy bajas.
Farmacocinética
Vía oral:
– Absorción: Tras la administración de una dosis única de benazepril, la biodisponibilidad alcanzada ronda el 37%. Este benazepril es un profármaco que se activa rápidamente a benazeprilato. El benazeprilato presenta una biodisponibilidad oral del 28%, comparada con la obtenida tras la administración intravenosa del metabolito. La farmacocinética del benazepril a las dosis habituales presenta linealidad. Las Cmax de benazepril y benazeprilato se alcanzan a los 30-60 minutos y a las 2-4 horas (en ayunas) respectivamente. Los efectos aparecen al cabo de una hora de administrar una dosis única, alcanzándose el máximo de actividad hacia las 2-4 horas. La actividad antihipertensiva puede prolongarse por hasta 24 horas. No obstante, los efectos mantenidos sobre la presión arterial pueden tardar en aparecer alrededor de 1-2 semanas de tratamiento.
Alimentos: la administración de benazepril junto con alimentos da lugar a un retraso en la absorción del fármaco, aunque la Cmax de benazeprilato se alcanza antes (1-2 horas). Las consecuencias sobre la cantidad absorbida y la eficacia clínica no parece ser significativa.
– Distribución: El benazepril y su forma activa, benazeprilato, presentan una elevada unión a proteínas plasmáticas (alrededor del 96,7% y 95,3% respectivamente), especialmente a la albúmina. El Vd es de unos 9 litros.
– Metabolismo. El benazepril se metaboliza rápida y casi completamente en el organismo, formándose fundamentalmente el metabolito activo, benazeprilato. Parece ser que la activación es fundamentalmente hepática, a través de reacciones de hidrólisis enzimática del grupo éster. Además del benazeprilato, se forman otros metabolitos como los conjugados acilglucurónidos de benazepril y benazeprilato.
– Eliminación. El benazepril se elimina fundamentalmente por metabolismo, mientras que el benazeprilato se excreta inalterado en orina (20%), con pequeñas cantidades en bilis (11-12%). Se obtiene menos del 1% del benazepril inalterado en orina, mientras que los conjugados glucuronados de benazepril y benazeprilato aparecen en un 4% y 8% respectivamente. El benazepril se elimina rápidamente, con una semivida de 4 horas, mientras que el benazeprilato lo hace de manera bifásica, con una primera semivida de 3 horas. Al igual que el resto de todos los IECA y como consecuencia de la prolongada unión a la ECA, presenta una fase de eliminación prolongada de pequeñas cantidades de benazepril, con una semivida superior a 24 horas, pero que no da lugar a acumulación del fármaco.
Farmacocinética en situaciones especiales:
– Insuficiencia cardíaca. En estos pacientes el benazeprilato se elimina más lentamente, por lo que su semivida es mayor.
– Insuficiencia renal. En pacientes con insuficiencia renal leve a moderada (CLcr entre 30-80 ml/minuto) no se observaron diferencias farmacocinéticas significativas. En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 30 ml/minuto) se produjo una eliminación de benazeprilato más lenta y una acumulación, aunque el aclaramiento hepático aumenta, tendiendo a compensar la insuficiencia.
– Diálisis. El benazeprilato se elimina parcialmente por diálisis, obteniéndose un 6% de la concentración plasmática tras cuatro horas de diálisis.
Indicaciones
– [HIPERTENSION ARTERIAL]. Tratamiento de la hipertensión arterial.
– [INSUFICIENCIA CARDIACA]. Tratamiento coadyuvante de la insuficiencia cardíaca congestiva.
– [INSUFICIENCIA RENAL CRONICA] progresiva, de gravedad leve a moderada (CLcr 30-60 ml/minuto), con o sin hipertensión arterial, excepto en pacientes con nefropatía poliquística, hipertensiva o túbulo intersticial, en las que parece que no enlentece el deterioro renal.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral: Se recomienda individualizar la dosis en función de las características del paciente y de la respuesta clínica. Aún así, las dosis recomendadas son:
* Hipertensión arterial: 10 mg/24 horas. Si fuera necesario, y en función de la respuesta clínica, esta dosis se podrá aumentar progresivamente, en intervalos de 1-2 semanas, hasta una dosis de 20 mg/24 horas. La dosis máxima de benazepril en pacientes hipertensos es de 40 mg/24 horas.
El benazepril puede combinarse con otros fármacos para el tratamiento de la hipertensión arterial, especialmente con diuréticos tiazídicos o antagonistas del calcio.
En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 30 ml/minuto) se iniciará el tratamiento con dosis de 5 mg/24 horas, aumentándola posteriormente hasta dosis máximas de 10 mg/24 horas si fuera necesario.
* Insuficiencia cardíaca: 2,5 mg/24 horas. En el caso de que los síntomas de la insuficiencia cardíaca no mejorasen, y siempre y cuando el paciente no desarrolle hipotensión sintomática u otras reacciones adversas inaceptables, esta dosis se podrá aumentar progresivamente, en intervalos de 2-4 semanas, hasta una dosis de 5 mg/24 horas, e incluso hasta 10-20 mg/24 horas.
En ensayos clínicos se ha observado que los pacientes con insuficiencia cardíaca grave (clase IV de la NYHA) requieren menores dosis de benazepril que en aquellos con insuficiencia cardíaca moderada (clases II y III de la NYHA).
En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 30 ml/minuto) se puede iniciar el tratamiento con dosis de 2,5 mg/24 horas, pero se sugiere no superar los 10 mg/24 horas.
– Insuficiencia renal crónica y progresiva (CLcr entre 30-60 ml/minuto): 10 mg/24 horas. En estos pacientes puede ser necesaria una mayor reducción de la presión arterial, para lo cual se administrará el benazepril combinado con otro antihipertensivo.
– Niños, oral: No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños y adolescentes menores de 18 años.
Posología en situaciones especiales:
– Pacientes pretratados con un diurético: Se recomienda suspender la administración del diurético al menos 2-3 días antes de la administración de benazepril, o un período de tiempo superior en función de la duración de los efectos del diurético, para disminuir el riesgo de hipotensión. Si el control de la enfermedad con benazepril solo no fuera el adecuado, se procederá a reinstaurar de nuevo el diurético, ajustando la posología. Si no fuera posible suspender la administración del diurético, se recomienda iniciar el tratamiento con dosis de benazepril de 5 mg/24 horas, controlando la función renal y los niveles sanguíneos de potasio.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Los comprimidos de benazepril se ingerirán con la ayuda de un vaso de agua, con o sin las comidas. Se recomienda administrar el benazepril en una única toma diaria, siempre a la misma hora. Sin embargo, ciertos pacientes con hipertensión arterial o insuficiencia cardíaca suelen responder mejor a la administración en dos tomas.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A INHIBIDORES DE LA ECA] o a cualquier componente del medicamento.
– [ANGIOEDEMA]. El benazepril ha dado lugar en ocasiones a angioedema grave, con afectación de lengua, glotis o laringe, por lo que se recomienda evitar su utilización en pacientes que hayan desarrollado dicho angioedema previamente, tanto en el caso de que éste se pueda asociar a un IECA como si no, así como en caso de [ANGIOEDEMA HEREDITARIO] o idiopático.
– Segundo y tercer trimestre de embarazo. El uso de IECA está contraindicado durante el segundo y tercer trimestre del embarazo debido al riesgo de reacciones adversas embriotóxicas (véase EMBARAZO).
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL]. En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 30 ml/minuto) puede producirse una acumulación del metabolito activo benazeprilato, por lo que podría ser necesario un reajuste posológico (Véase Posología y forma de administración).
De igual manera, se han descrito casos de disminución de la funcionalidad renal transitoria en pacientes tratados con IECA, debido a una disminución de la velocidad de filtración glomerular como consecuencia de la hipotensión glomerular. Normalmente suele cursar con oliguria, azotemia progresiva e incremento de los niveles de nitrógeno ureico (BUN) y creatinina sérica. Muy raramente evoluciona hacia insuficiencia renal aguda. Esta insuficiencia renal es especialmente frecuente en pacientes con daño renal preexistente, [INSUFICIENCIA CARDIACA], [CIRROSIS HEPATICA], [HIPERTENSION RENAL], [ESTENOSIS RENAL], ya sea bilateral como de la arteria de un único riñón funcionante, tal y como ocurre en caso de trasplante renal, o uso conjunto con diuréticos.
En pacientes con alto riesgo de sufrir esta insuficiencia renal transitoria se recomienda comenzar el tratamiento con las dosis más bajas, interrumpiendo previamente el tratamiento con diuréticos, y extremar las precauciones al aumentar la posología. Además se evaluará periódicamente la funcionalidad renal mediante la determinación del aclaramiento de creatinina y la determinación del nitrógeno ureico (BUN). En caso de apreciarse un empeoramiento de la funcionalidad renal, podría ser necesario disminuir la dosis de benazepril o suspender el tratamiento.
– [HEPATOPATIA] como [HEPATITIS] o [INSUFICIENCIA HEPATICA]. El benazepril es un profármaco que se activa por metabolismo hepático, por lo que en caso de insuficiencia hepática podría estar disminuida su activación. Se recomienda por lo tanto vigilar la presión arterial y la respuesta clínica del paciente.
Por otra parte, en pacientes tratados con IECA se han descrito en ocasiones reacciones adversas hepáticas graves, caracterizadas por daño hepático, ictericia colestática y en ocasiones fallo hepático fatal. Se desconoce el mecanismo por el que aparece esta reacción adversa, por lo que se recomienda extremar las precauciones en pacientes con daño hepático previo, y suspender el tratamiento si el paciente presenta ictericia o incremento de los niveles de transaminasas.
– Pacientes con [ESTENOSIS AORTICA] o [MIOCARDIOPATIA HIPERTROFICA OBSTRUCTIVA]. Los IECA, al igual que otros vasodilatadores, podrían reducir teóricamente el riego de las coronarias, con el consiguiente riesgo de isquemia, debido a que no disminuyen la postcarga tanto como otros fármacos antihipertensivos. Se recomienda extremar las precauciones.
– [TOS]. Se han descrito casos de tos seca y persistente característica en pacientes tratados con un IECA, especialmente entre las mujeres. Esta tos suele aparecer en las primeras semanas de tratamiento y se muestra refractaria al tratamiento con antitusivos. La tos por IECA sólo suele desaparece al abandonar el tratamiento, al cabo de 1-7 días, aunque en algunas ocasiones la reducción de la posología o la administración de fármacos como cromoglicato sódico inhalado, bupivacaína inhalada o baclofeno oral se han mostrado eficaces. Por su parte, la sustitución de benazepril por otro IECA no parece ser eficaz. En caso de aparecer tos durante el tratamiento, se recomienda investigar su causa, y si estuviese relacionada con el benazepril y fuera molesta e imposible de eliminar, suspender el tratamiento. Los ARAII suelen ser una alternativa válida en estos pacientes.
– [HIPERPOTASEMIA]. En raras ocasiones se ha observado la aparición de hiperpotasemia en pacientes tratados con IECA, aunque en la mayoría de los casos fue leve y revirtió a los pocos días, incluso en pacientes que continuaron el tratamiento. No se han descrito en los ensayos clínicos casos de abandonos del tratamiento como consecuencia de la hiperpotasemia inducida por benazepril. Los pacientes con insuficiencia renal, diabetes mellitus, dieta con sustitutos de sal común que lleven potasio o aquellos tratados con fármacos que incrementen los niveles de potasio (Véase Interacciones), tienen mayor riesgo de sufrir hiperpotasemia. Se recomienda evaluar periódicamente los niveles de potasio.
– [DIABETES]. El benazepril, así como otros IECA, pueden mejorar la sensibilidad de la insulina y la captación de glucosa por parte del músculo esquelético, aumentando los efectos de los antidiabéticos orales y la insulina. En pacientes diabéticos se recomienda controlar los niveles de glucosa durante el primer mes tras iniciar un tratamiento con un IECA, y si fuera necesario, proceder a un reajuste posológico del antidiabético.
– [DISCRASIA SANGUINEA]. El captopril ha dado lugar a fenómenos hematológicos como [ANEMIA], [NEUTROPENIA], [AGRANULOCITOSIS] o [TROMBOPENIA], especialmente en pacientes con insuficiencia renal, [COLAGENOSIS] ([LUPUS ERITEMATOSO], [ESCLEROSIS SISTEMICA]), o en pacientes tratados con inmunosupresores, alopurinol o procainamida. Aunque no existen suficientes datos que permitan asociar estas discrasias a otros IECA como el benazepril, se recomienda realizar recuentos hematológicos en estos pacientes antes de iniciar el tratamiento, cada dos semanas durante los primeros tres meses, y posteriormente de forma periódica. De igual manera, se aconseja realizar dicho recuento en pacientes en los que aparezca fiebre, dolor de garganta, o cualquier otro signo de infección. Si apareciese neutropenia, se recomienda suspender el tratamiento.
– [PICADURAS DE INSECTOS]. Se han registrado varios casos de pacientes tratados con IECA que presentaron reacciones de hipersensibilidad graves de tipo anafilactoide al ser picados por diferentes insectos, como los himenópteros, o en caso de tratamientos de desensibilización con venenos de abeja o avispa. Estas reacciones anafilácticas desaparecieron al suspender el tratamiento, pero reaparecieron al reiniciarlo.
– [PSORIASIS]. Los IECA se han asociado en ocasiones a brotes de psoriasis, por lo que los pacientes con esta enfermedad deberán extremar las precauciones y comunicar a su médico cualquier empeoramiento que observen en su enfermedad.
– [HIPERALDOSTERONISMO] primario. Los pacientes con hiperaldosteronismo primario no suelen responder bien a fármacos que actúan a través de la inhibición del sistema renina-angiotensina-aldosterona, como los IECA o los ARAII, por lo que no se recomienda su utilización.
– Hipotensión. Es raro que los IECA den lugar a hipotensión en pacientes hipertensos no complicados. Sin embargo, se han descrito casos de hipotensión severa tras la primera dosis en determinados pacientes tratados con benazepril, especialmente aquellos con insuficiencia cardiaca (especialmente en los casos más graves), hipertensión arterial grave dependiente de renina, pacientes con hipertensión renovascular, personas con depleción hidrosalina, como en caso de [HIPOVOLEMIA], [HIPONATREMIA] o situaciones que predispongan a estos desequilibrios, como [VOMITOS], [DIARREA], tratamiento intensivo con diuréticos o pacientes sometidos a hemodiálisis, y en pacientes sometidos a [CIRUGIA] a los que se administró un anestésico general. La hipotensión podría reducir la funcionalidad renal (Véase Precauciones: insuficiencia renal), o favorecer la aparición de un infarto agudo de miocardio o de una vasculopatía cerebral por lo que se aconseja extremar las precauciones y evitar situaciones de hipotensión en pacientes con [INSUFICIENCIA CORONARIA] o [ISQUEMIA CEREBRAL].
Antes de iniciar un tratamiento con un IECA se recomienda normalizar los niveles hidroelectrolíticos, reduciendo la dosis o suspendiendo el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes, o un período de tiempo superior en función de la duración de los efectos del diurético. Se deben extremar las precauciones en estos pacientes, comenzando el tratamiento con dosis menores, administrándolas preferiblemente al acostarse, y aumentándolas cuidadosamente hasta la dosis de mantenimiento adecuada. Se recomienda monitorizar estrechamente tanto el inicio de la terapia como el ajuste de la dosis, en las dos semanas posteriores, o por lo menos en las dos horas siguientes tras la nueva dosis, hasta que la presión arterial se estabilice.
En caso de que se observase la aparición de hipotensión sintomática, se recomienda colocar al paciente en posición supina, y si fuera necesario, administrar fluidos parenterales o expansores plasmáticos. Si la hipotensión persistiese tras varias dosis, podría ser necesario reducir la posología del IECA o incluso suspender el tratamiento.
– [ANGIOEDEMA]. En raras ocasiones los pacientes tratados con un IECA como el benazepril pueden desarrollar angioedema de extremidades, cara, labios, glotis, laringe, lengua y otras membranas mucosas. El angioedema aparece normalmente al inicio del tratamiento, aunque no se puede descartar que se produzca en cualquier momento, y suele ser leve. El angioedema intestinal puede cursar con dolor abdominal, por lo que en caso de aparición de dolor abdominal de origen desconocido, se recomienda realizar un diagnóstico diferencial por escáner TC o ultrasonografía abdominal. El angioedema desaparece normalmente al suspender el IECA, y si no fuera así, suele responder bien al tratamiento con antihistamínicos o corticoides. Sin embargo, en ocasiones puede ser grave e incluso potencialmente fatal, especialmente si afecta a la lengua, glotis o laringe, produciendo la asfixia del paciente. En este caso, se recomienda suspender el IECA, instaurar un tratamiento de urgencia con epinefrina subcutánea 1:1000 (0,3-0,5 ml) o intravenosa lenta 1 mg/ml, e incluso hospitalizar al paciente, manteniéndole bajo estrecha vigilancia de 12-24 horas, controlando el ECG y la presión arterial hasta la desaparición completa de los síntomas. Este angioedema parece ser especialmente frecuente en pacientes de raza negra, por lo que se recomienda vigilarlos estrechamente. De igual manera, los pacientes con angioedema hereditario o idiopático muestran especial predisposición a padecerlo, por lo que se recomienda evitar la utilización del benazepril en estos pacientes (Véase Contraindicaciones).
– Reacciones de hipersensibilidad. Se han descrito casos de reacciones anafilactoides en pacientes sometidos a [HEMODIALISIS] con membranas de diálisis de alto flujo de poliacrilonitrilo metilsulfato como el AN69, utilizadas especialmente en caso de diálisis de urgencia o hemofiltración. Estas reacciones se han comunicado además en pacientes con hiperlipidemia, tratados con eliminación extracorpórea por aféresis de LDL con columnas de sulfato de dextrano. Por lo tanto, en estos casos se recomienda utilizar otras técnicas más seguras.
– [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD]. Se han descrito algunos casos de reacciones de fotosensibilidad con IECA, por lo que se recomienda evitar la exposición directa a la luz del sol o a la ultravioleta sin protección adecuada (filtros solares, ropa) hasta comprobar la tolerabilidad del medicamento.
– Diferencias étnicas. En general, se considera que los fármacos activos en el sistema renina-angiotensina-aldosterona (IECA y ARAII) son poco eficaces en pacientes de raza negra, como consecuencia de que los pacientes de esta raza suelen presentar niveles bajos de renina. Se recomienda seleccionar otro tipo de antihipertensivos en estos pacientes, y si fueran necesarios, vigilar estrechamente su eficacia.
De igual manera, en estos pacientes es más común la aparición de angioedema.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– El benazepril no debe ser utilizado por mujeres embarazadas. La paciente abandonará el tratamiento cuanto antes al quedarse embarazada o si tuviera la intención de hacerlo, sustituyendo el benazepril por otro medicamento que decida el médico.
– El tratamiento con benazepril no supone que no deban seguirse las recomendaciones higiénico-sanitarias (restricción de sal, evitar alcohol y tabaco, hacer dieta y ejercicio).
– Se recomienda evitar la utilización de sustitutos de sal sin ponerlo en conocimiento del médico.
– El benazepril debe tomarse todos los días a la misma hora, con o sin las comidas.
– Se recomienda administrar la primera dosis por la noche, antes de acostarse.
– Los efectos del benazepril pueden tardar en aparecer 1-2 semanas, por lo que no se debe suspender su administración sin prescripción médica.
– No se debe cambiar la posología del benazepril sin prescripción médica.
– En el caso de que aparezca tos seca y persistente, especialmente por la noche, se debe evitar utilizar fármacos antitusivos, acudiendo inmediatamente al médico.
– Se debe notificar al médico si el paciente nota mareos, dolor abdominal persistente de origen desconocido, inflamación de la lengua o la garganta, dificultad para respirar, ictericia, fiebre o dolor de garganta.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se recomienda iniciar el tratamiento con la mínima dosis eficaz, aumentándola progresivamente en períodos de al menos dos semanas. Asimismo, antes de iniciar el tratamiento, el paciente deberá estar adecuadamente hidratado Puede ser necesario suspender el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes de iniciar el tratamiento con benazepril o comenzar con la menor dosis posible del mismo.
– Se recomienda realizar las siguientes monitorizaciones:
* Funcionalidad renal (aclaramiento de creatinina, BUN) antes de iniciar el tratamiento y posteriormente de forma periódica.
* Niveles de potasio de forma periódica, especialmente en pacientes con insuficiencia renal, diabetes mellitus o tratados con fármacos que puedan incrementar la kalemia, como diuréticos ahorradores de potasio o suplementos de potasio.
* Recuento hematológico antes del tratamiento, cada dos semanas durante los primeros tres meses y posteriormente de forma periódica en pacientes con insuficiencia renal, enfermedades del colágeno o que desarrollen síntomas de infección.
– Es aconsejable evaluar la eficacia del tratamiento cada 4-6 semanas.
– Si apareciese dolor abdominal de origen desconocido, se realizará un diagnóstico diferencial por escáner TC o ultrasonografía abdominal, para descartar la presencia de angioedema intestinal.
– En caso de angioedema severo, especialmente si afecta a lengua, glotis o laringe, se recomienda suspender el tratamiento y vigilar estrechamente al paciente durante 12-24 horas. Puede ser necesario administrar antihistamínicos, corticoides o incluso en los casos más graves, epinefrina subcutánea o intravenosa.
– Si el paciente desarrollase ascitis, ictericia, incremento significativo de las transaminasas o cualquier otro signo de daño hepático, se recomienda suspender el tratamiento y vigilar la funcionalidad hepática.
– Se recomienda un estudio ecográfico completo de la funcionalidad renal y de las estructuras craneales en mujeres embarazadas que hayan recibido benazepril durante el segundo trimestre del embarazo.
Interacciones
– AINE. Los AINE podrían incrementar el riesgo de hiperpotasemia e insuficiencia renal reversible asociada a los IECA. De igual manera, los AINE podrían reducir los efectos antihipertensivos de los IECA, al reducir la síntesis de prostaglandinas vasodilatadoras y favorecer la retención de sodio y agua.
– Aliskiren. En pacientes diabéticos, se ha visto que los efectos hiperkalemicos de ambos pueden ser aditivos, con el considerable aumento del riesgo de hiperkalemia. Se recomienda monitorizar los niveles de potasio y electrolitos, así como la función renal, especialmente en pacientes diabéticos o aquellos con la función renal alterada.
– Alcohol. El alcohol podría potenciar la disminución de la presión arterial inducida por los IECA.
– Anestésicos generales. Los anestésicos podrían potenciar la hipotensión inducida por benazepril. Se recomienda extremar las precauciones.
– Antidepresivos tricíclicos. Los IECA podrían potenciar los efectos hipotensores de ciertos antidepresivos tricíclicos.
– Antidiabéticos (insulina, antidiabéticos orales). Se han descrito algunos casos clínicos muy raros e imprevisibles de pacientes en los que se produjo una hipoglucemia clínicamente relevante al combinar un antidiabético junto con un IECA, especialmente en pacientes con insuficiencia renal. Hasta ahora sólo existen registros con captopril, enalapril, lisinopril o perindopril, pero no se puede descartar para otros IECA. Se recomienda por tanto evaluar la glucemia durante el primer tras iniciar un tratamiento con un IECA. Si se observase hipoglucemia, puede ser necesario un reajuste posológico.
– Antihipertensivos. A pesar de que los IECA se han asociado con éxito a otros antihipertensivos para el tratamiento de la hipertensión, se puede potenciar el riesgo de hipotensión, especialmente con la primera dosis.
– Capsaicina. Existe un caso clínico en el que se apreció un aumento de la incidencia de tos seca al administrar conjuntamente un IECA sin especificar, junto con capsaicina tópica. Estos datos confirman el hecho de que los IECA incrementan la tos inducida por capsaicina inhalada en animales de experimentación.
– Diuréticos. Aunque la combinación de diuréticos tiazídicos o del asa junto con IECA mejora el control de la presión arterial y se ha utilizado muy frecuentemente con éxito, existe un mayor riesgo de padecer hipotensión de primera dosis o insuficiencia renal, especialmente en pacientes de riesgo (Véase Precauciones). Por regla general se recomienda suspender el tratamiento con diuréticos al menos 2-3 días antes de iniciar el tratamiento con un IECA, introduciéndolos de nuevo pasados unos días. Si no fuera posible suspender el diurético, es aconsejable reducir su dosis o iniciar el tratamiento con una dosis menor de IECA, administrándolas preferiblemente al acostarse. Se debe vigilar estrechamente al paciente durante las primeras dosis, e instaurar un tratamiento de soporte en caso de aparecer hipotensión grave. De igual manera es aconsejable controlar periódicamente la función renal.
– Fármacos hipercalemiantes, como diuréticos ahorradores de potasio, heparina, suplementos de potasio, eplerenona o sucedáneos de sal con potasio. Se han descrito casos de hiperpotasemia al combinar un IECA junto con un suplemento de potasio o con un fármaco que incremente sus niveles, como los diuréticos ahorradores de potasio. Se desconoce la incidencia de la reacción adversa, pero en caso de aparecer podría ser grave y potencialmente mortal, especialmente en pacientes con otros factores de riesgo, como insuficiencia renal. Se recomienda evitar la asociación de diuréticos ahorradores de potasio, como la amilorida o el triamtereno, y otros fármacos hipercalemiantes con IECA. Sin embargo, en caso de ser necesaria la asociación, como en el caso de combinar espironolactona o eplerenona con IECA en insuficiencia cardíaca, es aconsejable monitorizar los niveles de potasio periódicamente.
– Fenotiazinas. Se ha descrito un caso de un paciente tratado con captopril y clorpromazina que desarrolló un cuadro de hipotensión severa y ortostática. No se han realizado estudios con benazepril, pero se recomienda precaución.
– Litio. En pacientes tratados con litio a los que se administró un IECA se observaron concentraciones plasmáticas de litio elevadas, con el consiguiente riesgo de toxicidad. Esta interacción era especialmente importante en pacientes que además recibían un diurético tiazídico. Se recomienda evitar la asociación, y si no fuera posible, monitorizar los niveles de litio.
– Simpaticomiméticos. Podrían antagonizar la actividad antihipertensiva del benazepril.
Análisis clínicos
– Ácido úrico. Aumento de sus niveles en plasma.
– Bilirrubina. Aumento de sus niveles en plasma.
– Creatinina. Aumento de sus niveles en plasma.
– Eritrocitos. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Glucosa. Disminución de sus niveles en plasma.
– Hematocrito. Disminución de sus niveles en plasma.
– Hemoglobina. Disminución de sus niveles en plasma.
– Leucocitos. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Plaquetas. Posible disminución de sus niveles en plasma, aunque no se ha establecido una relación de causalidad.
– Potasio. Aumentos de al menos 0,5 mEq/l por encima de los niveles normales en 1% de los pacientes con hipertensión arterial. En la mayoría de los casos la hiperpotasemia revirtió al cabo de varios días, sin necesidad de suspender el benazepril.
– Proteínas en orina. Posibles aumentos, especialmente en caso de insuficiencia renal o utilizando altas dosis de benazepril.
– Sodio. Disminución de sus niveles en plasma, sobre todo si el paciente está tratado con diuréticos y con una dieta pobre en sodio.
– Transaminasas. Aumento de sus niveles en plasma.
– Urea. Aumento de sus niveles en plasma.
– Velocidad de sedimentación globular. Aumento de la VSG.
Embarazo
Categoría C de la FDA (1er trimestre), categoría D de la FDA (2º y 3er trimestre). Tras la administración de dosis de 150 mg/kg/24 horas en ratones, 500 mg/kg/24 horas en ratas o 5 mg/kg/24 horas en conejas no se han observado efectos embriotóxicos, fetotóxicos ni teratógenos.
Los datos obtenidos en un ensayo clínico notifican un incremento de la incidencia de malformaciones congénitas, especialmente malformaciones cardíacas, en niños de madres tratadas con IECA durante el primer trimestre de embarazo. No se han confirmado estos hallazgos en estudios posteriores. Por ello, no se recomienda el uso de IECA o ARAII durante el primer trimestre de embarazo.
La exposición prolongada a los IECA durante el segundo o tercer trimestre ha dado lugar a efectos embriotóxicos (disminución de la funcionalidad renal e incluso anuria, oligohidramnios que se ha asociado con contracturas fetales, deformación craneal e hipoplasia pulmonar, hipotensión fetal, retraso de la osificación craneal, muerte fetal) y neonatales (insuficiencia renal reversible o irreversible, hipotensión, hipercalemia). También se han notificado casos de prematuridad, retraso del crecimiento intrauterino y persistencia del ductus arteriosus, pero se desconoce si es como consecuencia de la administración del IECA o de la propia enfermedad de la madre. Estos efectos podrían deberse al efecto directo sobre el sistema renina-angiotensina-aldosterona, que determina la circulación renal fetal durante el segundo trimestre de gestación, y a la isquemia placentaria producida por la hipotensión materna. El benazepril no está recomendado durante el primer trimestre del embarazo. Cuando se planifique o se confirme un embarazo, el tratamiento deberá cambiarse a una terapia alternativa tan pronto como sea posible.
Esta contraindicado durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, y en caso de exposición se recomienda un estudio ecográfico de la función renal y de las estructuras craneales.
En casos extremadamente raros, no existen alternativas terapéuticas a los IECA en determinadas mujeres embarazadas. En caso de que sea necesario utilizarlos, se advertirá a las pacientes sobre los riesgos potenciales para el feto. Se recomienda realizar ecografías frecuentes para detectar oligohidramnios, pero teniendo en cuenta que en ocasiones éste puede detectarse cuando ya exista daño fetal irreversible. En el caso de aparecer oligohidramnios, se recomienda interrumpir el tratamiento con benazepril, salvo que sea vital para la madre.
Se recomienda vigilar estrechamente a los neonatos de madres que hayan recibido benazepril durante el embarazo, vigilando especialmente la presión arterial, la concentración sérica de potasio y la funcionalidad renal.
Lactancia
El benazepril y el benazeprilato se excretan con la leche materna en bajas cantidades, alcanzando concentraciones en leche cercanas al 0,3% de las concentraciones plasmáticas maternas. Sin embargo, se desconocen los posibles efectos en el lactante, por lo que ante el riesgo de hipotensión, se recomienda evitar la utilización de benazepril o suspender la lactancia materna.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia del benazepril en niños y adolescentes menores de 18 años, por lo que no se recomienda su utilización.
Ancianos
No se han descrito diferencias farmacocinéticas y farmacológicas significativas entre adultos y ancianos, aunque estos pueden ser más sensibles a los efectos hipotensores. Se recomienda por lo tanto vigilar al paciente al iniciar el tratamiento y al aumentar las dosis, comenzando el tratamiento con la menor dosis posible y administrándola al acostarse.
Efectos sobre la conducción
El benazepril, al igual que otros tratamientos antihipertensivos, pueden dar lugar a mareos, somnolencia, sensación de inestabilidad o fatiga, especialmente al inicio del tratamiento o al cambiar la dosis. Se recomienda que el paciente extreme las precauciones al conducir o manejar maquinaria peligrosa hasta que conozca los efectos que tiene el tratamiento sobre él.
Reacciones adversas
El benazepril presenta un perfil de reacciones adversas similar al resto de IECA, siendo por lo general bien tolerado, habiéndose descrito en ensayos clínicos un porcentaje de reacciones adversas similar a placebo. Debido a la ausencia de grupo sulfhidrilo que aparece en el captopril, es menos probable que aparezcan reacciones adversas como las alteraciones del gusto, las reacciones cutáneas o la proteinuria. La mayor parte de las reacciones adversas del benazepril son leves y transitorias, y desaparecen al suspender el tratamiento. Alrededor del 5% de los pacientes se vieron obligados a suspender el tratamiento, especialmente por cefalea (0,6%) y tos (0,5%).
– Digestivas. Frecuentemente (1-10%) aparecen trastornos gastrointestinales inespecíficos como [NAUSEAS], [VOMITOS], [DIARREA], [ESTREÑIMIENTO], [DISPEPSIA], y más raramente (<1%) [GASTRITIS] y [MELENA]. Se han notificado casos puntuales (<<0,1%) de [PANCREATITIS]. Se han dado casos de [DOLOR ABDOMINAL] debido a angioedema intestinal.
– Hepáticas. Muy raramente (0,01-0,1%) se han producido casos de daño hepático, con [HEPATITIS], [INCREMENTO DE LOS VALORES DE TRANSAMINASAS] o [HIPERBILIRRUBINEMIA]. En casos puntuales se ha notificado un síndrome que cursa con [ICTERICIA COLESTATICA], y que puede progresar a [INSUFICIENCIA HEPATICA] con [NECROSIS HEPATICA] fulminante y a veces mortal, por lo que si el paciente presenta ictericia o incremento de los niveles de transaminasas se recomienda suspender el tratamiento.
– Neurológicas/psicológicas. Es frecuente la presencia de [CEFALEA] (6,2%), [VERTIGO] (3,6%) y [SOMNOLENCIA] (1,6%). Más raramente (0,1-1%) puede aparecer [INSOMNIO], [NERVIOSISMO] y [PARESTESIA]. Muy raramente (<<0,01%) se ha notificado [TINNITUS].
– Cardiovasculares. Es frecuente (1-10%) que aparezcan [PALPITACIONES]. Más raramente (0,01-0,1%) puede aparecer [HIPOTENSION] (0,3%), [HIPOTENSION ORTOSTATICA] (0,4%), [ARRITMIA CARDIACA], [SINCOPE] (0,1%), [DOLOR PRECORDIAL] y [ANGINA DE PECHO], y en casos puntuales (<<0,1%) se ha descrito [INFARTO AGUDO DE MIOCARDIO] y alteraciones del electrocardiograma.
– Respiratorias. Es frecuente que se produzca [TOS SECA] (1,2%) e irritativa, que puede dar lugar a [RONQUERA] y [AFONIA], y que suele empeorar al acostarse. También se han notificado casos (<1%) de [DISNEA], [BRONQUITIS], [SINUSITIS] y [ASMA].
– Genitourinarias. Es frecuente (1-10%) que aparezca [POLAQUIURIA]. Más raramente (0,1-1%) se podría producir un empeoramiento de la funcionalidad renal, con [INCREMENTO DE LOS VALORES DE CREATININA SERICA] e [INCREMENTO DE LOS VALORES DE NITROGENO UREICO], que podría dar lugar en casos puntuales (<<0,01%) a [INSUFICIENCIA RENAL] reversible. En ocasiones se han comunicado casos de [IMPOTENCIA SEXUAL] (<1%). En muy raras ocasiones se ha descrito [PROTEINURIA].
– Alérgicas/dermatológicas. Es común (1-10%) que aparezca [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD] con [ERITEMA], [PRURITO], [REACCIONES DE FOTOSENSIBILIDAD] y [SOFOCOS]. Raramente (0,01-0,1%) se han notificado casos de [ALOPECIA], [DERMATITIS], [PENFIGO] y [ANGIOEDEMA] (0,5%), en ocasiones potencialmente fatal, sobre todo si afecta a lengua, laringe o glotis. Puntualmente (<0,01%) la erupción cutánea puede ser grave, desarrollándose casos de [SINDROME DE STEVENS-JOHNSON], [ERITEMA MULTIFORME], [ERITRODERMIA] y [DERMATITIS EXFOLIATIVA].
– Osteomusculares. En raras ocasiones (0,01-0,1%) [DOLOR OSTEOMUSCULAR], [ARTRITIS] o [MIALGIA].
– Metabólicas. Se han descrito casos muy raros de [HIPERPOTASEMIA] (1%) e [HIPOGLUCEMIA]. Podría aparecer [HIPONATREMIA].
– Hematológicas. En muy raras ocasiones (<<0,01%) se han descrito casos de [DISCRASIA SANGUINEA], como [ANEMIA] (entre ellas [ANEMIA HEMOLITICA], [ANEMIA APLASICA] potencialmente fatal), [NEUTROPENIA], [AGRANULOCITOSIS], [EOSINOFILIA] o [TROMBOPENIA]. Sin embargo, no se ha podido establecer una relación de causalidad, como con otros IECA.
– Generales. Se han descrito casos de [ASTENIA] (2,4%), [EXCESO DE SUDORACION] (<1%).
Sobredosis
Síntomas: No se han descrito casos de sobredosificación con benazepril, pero es de esperar que en caso de sobredosis aparezca una hipotensión severa, bradicardia, alteraciones electrolíticas con hiperpotasemia e hiponatremia e insuficiencia renal aguda.
Tratamiento: En caso de ingestión reciente, se procederá a llevar a cabo las medidas habituales de eliminación, como lavado gástrico, administración de carbón activo y laxantes salinos como sulfato sódico.
La hipotensión deberá contrarrestarse colocando al paciente en posición de shock y administrando rápidamente una solución de cloruro sódico al 0,9% para aumentar la volemia. En los casos más graves se considerará administrar angiotensina II.
La bradicardia y otras reacciones vagales importantes se pueden tratar con atropina, y en casos graves se considerará administrar un marcapasos.
Aunque el benazeprilato sólo se elimina parcialmente por hemodiálisis, se podría recurrir a esta técnica para favorecer su eliminación, especialmente en pacientes con insuficiencia renal. Se debe evitar la utilización de membranas de poliacrilonitrilo de flujo alto.
Referencias bibliográficas
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Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Julio, 2006.