Menta zea mais 30 g
Acción y mecanismo
– Digestivo, antiespasmódico, carminativo, colagogo/colerético. La menta produce un efecto favorable sobre la digestión al actuar sobre varios niveles. En primer lugar estimula la producción de jugos gastrointestinales. Además relaja el músculo liso gastrointestinal, eliminando posibles espasmos y favoreciendo las secreciones. Debido a esto, produce un efecto carminativo, por relajación del cardias, y un efecto colagogo, por la relajación del esfínter de Oddi.
– Anestésico local. Se ha comprobado in vitro que el aceite esencial de menta podría presentar ligeros efectos anestésicos locales.
– Antiséptico. El aceite esencial de menta ejerce un efecto antiséptico frente a gran número de microorganismos.
Indicaciones
– Dispepsia. Tratamiento sintomático de trastornos digestivos leves como dispepsia, aerofagia, flatulencia o espasmos intestinales.
– Quemaduras solares. Tratamiento sintomático por vía tópica del dolor asociado a quemaduras solares.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Menta Zea Mais: 1-3 tazas al día.
– Niños, oral:
* Niños mayores de 4 años: Se recomiendan las mismas dosis que los adultos.
* Niños menores de 4 años: No se ha evaluado la seguridad y eficacia.
Si los síntomas continúan o empeoran después de dos semanas de utilización de la menta, se aconseja consultar al médico o al farmacéutico.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Las infusiones se preparan añadiendo un filtro o una cucharada a una taza sobre la que se echa agua en ebullición. Se deja reposar durante cinco minutos, tapando la taza para prevenir la pérdida de compuestos volátiles. A continuación se endulza al gusto. Esta tisana puede mezclarse con manzanilla, azahar o centaurea menor para potenciar su sabor.
Se aconseja tomar la menta después de las comidas.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a la menta o a cualquier componente de su composición, incluido en caso de alergia al mentol. Debido a la presencia de reacciones alérgicas cruzadas, se recomienda evitar la utilización de la menta en personas que hayan experimentado reacciones alérgicas a otras especies de la familia de las labiadas (albahaca, hierbabuena, melisa, orégano, romero, salvia, tomillo).
– Obstrucción de los conductos biliares. El aumento de la producción y/o la secreción de bilis podría desencadenar un cólico biliar en pacientes con obstrucción de los conductos biliares, litiasis biliar, así como en colangitis, por lo que se recomienda evitar la utilización de especies colagogas o coleréticas en este caso.
Precauciones
– Epilepsia. El aceite esencial de menta está considerado como neurotóxico, y podría disminuir el umbral de convulsiones. Se recomienda usar con gran precaución por los pacientes epilépticos, especialmente en niños, no superando las dosis recomendadas.
– Hiperacidez gástrica. La menta estimula la secreción de jugos gástricos, por lo que podría incrementar la acidez gástrica, y empeorar el cuadro en pacientes con reflujo gastroesofágico, gastritis o úlcera péptica. Se recomienda usar con precaución, y en caso de apreciarse un aumento de la acidez, suspenderse el tratamiento.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Se recomienda tomar la menta después de las comidas.
– Si los síntomas continúan o empeoran después de dos semanas de utilización, se recomienda consultar al médico.
– Puede provocar somnolencia, por lo que se recomienda tener precaución a la hora de conducir.
– Se aconseja avisar al médico si aparece dolor abdominal de origen desconocido.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– En caso de posible obstrucción de los conductos biliares (aumento de transaminasas, dolor abdominal), se suspenderá el tratamiento y evaluará al paciente.
Interacciones
– Alcohol. El alcohol podría potenciar los efectos sedantes de la menta, así como aumentar la probabilidad de acidez gástrica. Como recomendación general, se aconseja evitar el consumo de bebidas alcohólicas en personas tratadas con sustancias sedantes.
– Hipnóticos. La menta podría potenciar los efectos de otros fármacos hipnosedantes, como las benzodiazepinas, los analgésicos opioides o los antihistamínicos H1.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas, por lo que la utilización de la menta durante el embarazo, a dosis superiores a las usadas en alimentación, sólo se acepta en el caso de que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes de la menta se excretan con la leche materna, y las posibles consecuencias que esto pudiera tener para el lactante. Se aconseja suspender la lactancia materna o evitar la utilización de menta durante la lactancia, a dosis superiores a las usadas en alimentación.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños menores de 4 años, por lo que se recomienda evitar su utilización.
Ancianos
No se han descrito problemas específicos en ancianos.
Efectos sobre la conducción
La menta podría ejercer ciertos efectos sedantes, pudiendo afectar sustancialmente a la capacidad para conducir y/o manejar maquinaria. Los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
Reacciones adversas
– Digestivas: reflujo gastroesofágico.
– Alérgicas/dermatológicas. En muy raras ocasiones se pueden producir reacciones de hipersensibilidad y dermatitis por contacto, asociadas al mentol, que tiene un moderado poder de sensibilización.
Sobredosis
Síntomas: La menta como tal está considerada como una droga carente de toxicidad.
Tratamiento: Debido a la escasa toxicidad de la menta, no se considera necesario un tratamiento.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Septiembre, 2008.