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Mometasona (inhal)

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Acción y mecanismo

Glucocorticosteroide tópico dotado de propiedades antiinflamatorias locales. Gran parte del mecanismo de acción de la mometasona parece ser debido a su capacidad de inhibir la liberación de mediadores de la cascada de la inflamación. In vitro, mometasona furoato inhibe la liberación de leucotrienos por los leucocitos de pacientes alérgicos. En cultivos celulares, la mometasona furoato demuestra una potente inhibición de la síntesis y liberación de IL-1, IL-5, IL-6 y TNF-alfa; también es un potente inhibidor de la producción de LT y además es un potente inhibidor de la producción de las citocinas Th2, IL-4 e IL-5 por las células T CD4 + humanas. In vitro la mometasona furoato muestra una afinidad de unión con los receptores humanos de glucocorticoides que es aproximadamente 12 veces superior a la de la dexametasona, 7 veces superior a la de la triamcinolona acetónido, 5 veces superior a la de la budesonida y 1,5 veces superior a la de la fluticasona.
En ensayos clínicos se ha demostrado que la mometasona furoato inhalada es capaz de reducir la reactividad de la vía aérea a la adenosina monofosfato en pacientes con hiperreactividad, además el tratamiento previo con mometasona durante cinco días atenuó de manera significativa las reacciones de fase precoz y tardía tras la provocación con un alergeno inhalado y también redujo la hiperrespuesta a la metacolina inducida por alergeno. También se demostró que el tratamiento con mometasona furoato inhalada era capaz de atenuar el incremento de células inflamatorias (eosinófilos totales y activados) en el esputo inducido tras provocación con alergenos y con metacolina. Se desconoce cuál es el significado clínico de estos hallazgos.
No se han observado evidencias de que la mometasona furoato ejerza una supresión clínicamente importante del eje HHS con ningún nivel de dosis.
Ensayos doble ciego y controlados con placebo han demostrado que el tratamiento con este medicamento, a dosis liberadas dentro del intervalo de 200 (una vez al día por la noche)-800 mcg al día, resultaba en una mejoría de la función pulmonar medida por el FEV1 y el flujo espiratorio máximo, una mejora del control de la sintomatología asmática y una reducción de la necesidad de beta-2 agonistas inhalados. En algunos pacientes, la mejoría de la función pulmonar se observó ya dentro de las 24 horas del inicio del tratamiento, aunque el beneficio máximo no se alcanzó antes de 1 a 2 semanas o más. La mejoría de la función pulmonar se mantuvo a lo largo de la duración del tratamiento.

Farmacocinética

– Absorción: La biodisponibilidad sistémica de mometasona furoato después de la inhalación oral en voluntarios sanos es baja, debido a la escasa absorción desde los pulmones e intestino y un extenso metabolismo pre-sistémico. Las concentraciones plasmáticas de mometasona después de la inhalación de las dosis recomendadas de 200 mcg-400 mcg/día, estuvieron generalmente cerca o por debajo del límite de cuantificación del método analítico (50 pg/ml) y fueron altamente variables.
– Distribución: Después de la administración en bolo iv, el volumen de distribución (Vd) es de 332 l. La unión a proteínas in vitro para la mometasona furoato es alta, del 98-99% en un intervalo de concentración de 5-500 ng/ml.
– Metabolismo: La fracción de una dosis de mometasona furoato inhalada que es tragada y absorbida en el tracto gastrointestinal sufre un extenso metabolismo a múltiples metabolitos. No se han detectado metabolitos principales en plasma. La mometasona se metaboliza por el citocromo P-450 3A4 (CYP3A4) en microsomas hepáticos humanos.
– Eliminación: Tras la administración en bolo iv, la semivida de eliminación terminal fue de aproximadamente 4,5 h. Una dosis radiomarcada inhalada oralmente, se excreta principalmente en heces (74%) y en menor cantidad en orina (8%).

Indicaciones

– [ASMA]: tratamiento habitual para controlar el asma persistente.

Posología

Vía inhalatoria:
– Criterios: Asma leve: síntomas > 1 vez a la semana pero < 1 vez al día; las exacerbaciones pueden afectar a la actividad y al sueño; síntomas de asma durante la noche > 2 veces al mes; PEF o FEV1 > 80% previsto, variabilidad 20-30%. Asma moderado: síntomas diarios; exacerbaciones que afectan a la actividad y al sueño; síntomas de asma durante la noche > 1 vez a la semana; uso diario de beta2-agonistas de acción corta; PEF o FEV1 > 60-80% previsto, variabilidad > 30%. Asma grave: síntomas continuos; exacerbaciones frecuentes; síntomas frecuentes de asma durante la noche; actividades físicas limitadas por síntomas de asma; PEF o FEV1 £ 60% previsto, variabilidad > 30%.
– Adultos, ancianos y adolescentes de edad igual o superior a 12 años: Asma persistente leve a moderado: inicialmente 400 mcg/24 h, preferentemente por la noche o bien 200 mcg/12 h. Posteriormente, la dosis deberá individualizarse y ajustarse a la más baja eficaz. En algunos pacientes la reducción de dosis a 200 mcg/24 h, por la noche, puede ser una dosis eficaz de mantenimiento. Asma grave: inicialmente 400 mcg/12 h (dosis máxima). Una vez controlados los síntomas, ajustar a la dosis eficaz más baja. Asma grave y tratamiento previo con corticosteroides orales: iniciar el tratamiento con este medicamento en conjunción con la dosis de mantenimiento habitual de corticosteroide sistémico. Tras 1 sem, puede iniciarse la reducción gradual de la dosis del corticosteroide sistémico, diariamente o en días alternos. La siguiente reducción se efectúa tras un intervalo de 1-2 sem, según respuesta. Por lo general, estas reducciones no deben superar los 2,5 mg/día de prednisona o su equivalente. Es importante retirar el corticosteroide sistémico lentamente, controlando durante esta retirada los signos de asma inestable, lo que comprende la determinación objetiva de la función de la vía aérea, y de insuficiencia suprarrenal.
– Nota: este medicamento no deberá utilizarse a demanda como alivio para tratar los síntomas agudos y deberá utilizarse regularmente para mantener el beneficio terapéutico, incluso si se encuentra asintomático.
– Normas para la correcta administración: antes de retirar el capuchón, comprobar que el contador y la flecha del capuchón están alineados. El inhalador se abre retirando el capuchón blanco, para lo que, con el envase en posición vertical y cabeza arriba (la base de color rosa, abajo), se tomará este por la base, y se girará el capuchón en sentido contrario a las agujas del reloj. La cifra del contador se reducirá en una unidad. Debe instruirse al paciente a colocar el inhalador en la boca, cerrar los labios en torno al aplicador bucal e inspirar rápida y profundamente. A continuación, se retirará el inhalador de la boca y se mantendrá la respiración durante unos 10 segundos o el tiempo durante el que el paciente se encuentre cómodo. El paciente no debe espirar a través del inhalador. Para cerrar el envase, mientras se mantiene la unidad en posición vertical y cabeza arriba, se colocará el capuchón en su posición original inmediatamente después de cada inhalación, girándolo en el sentido de las agujas del reloj mientras se aprieta ligeramente hacia abajo hasta que se oye un click que indica que el capuchón se ha cerrado adecuadamente. De esta manera, la siguiente dosis queda cargada, y la flecha del capuchón se encontrará completamente alineada con la ventana del contador. Se recomienda el enjuagado de la boca tras cada inhalación. Esto ayuda a disminuir el riesgo de candidiasis. La ventana señalará cuando se ha administrado la última dosis del dispositivo; tras la dosis 01, aparecerá en el contador la cifra 00 y el capuchón quedará bloqueado, momento en el que debe desecharse la unidad. El inhalador deberá mantenerse limpio y seco en todo momento. La parte externa del aplicador bucal puede limpiarse con un paño o pañuelo de papel seco. Nunca lavar el inhalador, y evitar el contacto con el agua.

Contraindicaciones

– [ALERGIA A CORTICOIDES] o a cualquiera de los excipientes.

Precauciones

– [TUBERCULOSIS] activa o quiescente del tracto respiratorio, o con [MICOSIS SISTEMICAS], [INFECCIONES BACTERIANAS] o [INFECCIONES VIRALES] sistémicas no tratadas o con [HERPES SIMPLE OFTALMICO]: se recomienda precaución. Debe señalarse a los pacientes en tratamiento con corticosteroides u otros inmunosupresores el riesgo de exposición a ciertas infecciones (por ejemplo, varicela, sarampión) y de la importancia de acudir al médico en caso de exposición, lo que es particularmente importante en los niños.
– [ESTRES], [CIRUGIA]: Cuando se emplean corticosteroides inhalados existe la posibilidad de una supresión suprarrenal clínicamente importante, en especial tras el tratamiento prolongado con dosis altas y en especial con dosis superiores a las recomendadas. Debe considerarse esta posibilidad durante los períodos de estrés o de cirugía programada, situaciones en las que pueden precisarse corticosteroides sistémicos adicionales. No obstante, durante los ensayos clínicos no se ha observado supresión del eje HHS tras el tratamiento prolongado con mometasona furoato inhalada a dosis < 800 microgramos al día.
– En caso de ausencia de respuesta o de exacerbación asmática severa deberá aumentarse la dosis de mantenimiento de mometasona furoato inhalada y, si es preciso, administrar un corticosteroide sistémico y/o un antibiótico si se sospecha una infección, y el empleo de beta-agonistas.

Advertencias/consejos

– Los corticosteroides inhalados pueden provocar efectos sistémicos, en especial a dosis altas prescritas durante períodos prolongados. No obstante, es mucho menos probable que se produzcan estos efectos que cuando se utilizan los corticosteroides orales. Los posibles efectos sistémicos incluyen supresión suprarrenal, retraso del crecimiento en niños y adolescentes, disminución de la densidad mineral ósea, cataratas y glaucoma. Por tanto, es importante que la dosis del corticosteroide inhalado se ajuste a la dosis más baja capaz de mantener un control eficaz del proceso asmático.
– Cambio desde un corticosteroide activo sistémico a mometasona furoato por inhalación: se precisa una especial precaución en estos pacientes, ya que se han producido muertes por insuficiencia suprarrenal en pacientes asmáticos durante y después del cambio desde corticosteroides sistémicos a corticosteroides inhalados de menor disponibilidad sistémica. Tras la retirada de los corticosteroides sistémicos, se precisan varios meses para la recuperación de la función del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HHS).
Durante la reducción de dosis es posible que algunos pacientes presenten síntomas de retirada del corticosteroide sistémico, evidenciados, por ejemplo, por dolor articular y/o muscular, lasitud y depresión, a pesar del mantenimiento o incluso de la mejoría de la función pulmonar. Salvo que se observen signos objetivos de insuficiencia suprarrenal, debe estimularse a estos pacientes a continuar el tratamiento con mometasona por inhalación y a proseguir la retirada del corticosteroide sistémico. En caso de evidencia de insuficiencia suprarrenal, se deberá aumentar temporalmente la dosis del corticosteroide sistémico y reanudar posteriormente su retirada de manera más lenta.
Durante los períodos de estrés, incluidos los traumatismos, las intervenciones quirúrgicas o las infecciones, o durante un ataque severo de asma, los pacientes que hayan abandonado los corticosteroides sistémicos requerirán el tratamiento complementario con un ciclo breve de corticosteroides sistémicos, que se irán reduciendo de manera gradual según disminuyan los síntomas.
Se recomienda que estos pacientes lleven consigo varias dosis de un corticosteroide oral y una tarjeta de atención en la que se señale su necesidad de corticosteroides sistémicos, así como la dosis recomendada de éstos, durante los períodos de estrés. Se recomienda el control periódico de la función suprarrenal, en especial mediante la determinación de los niveles plasmáticos de cortisol por la mañana temprano.
El cambio de los pacientes desde el tratamiento corticosteroideo sistémico a mometasona polvo para inhalación puede desenmascarar ciertos procesos alérgicos preexistentes que se encontraban suprimidos por el corticosteroide sistémico. Si fuera así, se recomienda su tratamiento sintomático.
– La mometasona furoato no debe considerarse como un broncodilatador, por lo que no está indicada para el alivio rápido del broncospasmo o ataques de asma; por lo tanto, los pacientes deberán ser instruidos para tener a mano un inhalador de un broncodilatador de acción corta adecuado para su uso cuando sea necesario.
Deberá instruirse a los pacientes a ponerse en contacto inmediatamente con su médico si, durante el tratamiento con este producto, presentan episodios asmáticos que no responden a los broncodilatadores o si disminuye el flujo máximo. Esto puede indicar empeoramiento del asma.
Durante dichos episodios, es posible que estos pacientes requieran tratamiento con un corticosteroide sistémico. En estos pacientes podrá considerarse el aumento de la dosis de mometasona furoato inhalada a la dosis de mantenimiento máxima recomendada.
– El empleo de mometasona por inhalación permitirá habitualmente el control de los síntomas asmáticos con una menor supresión de la función del eje HHS que con prednisona oral a dosis equivalentes terapéuticamente. Aunque la mometasona furoato ha demostrado a la dosis recomendada una baja biodisponibilidad sistémica, pasa a la circulación y a dosis más elevadas puede ser activa sistémicamente. Por tanto, con el objeto de mantener su perfil de potencial limitado de supresión del eje HHS, no deben superarse las dosis recomendadas de este producto, debiendo ajustarse esta a la dosis eficaz más baja en cada paciente.

Interacciones

– Ketaconazol: la administración conjunta de mometasona furoato inhalada con ketoconazol, un potente inhibidor de la isoenzima CYP3A4, provoca reducciones pequeñas, aunque marginalmente significativas (p= 0,09), del AUC(0-24) del cortisol sérico y resultó en un incremento aproximado de 2 veces en la concentración plasmática de mometasona.

Embarazo

Los estudios en animales han registrado efectos teratógenos en roedores (hernia umbilical, fisura de paladar) y en conejos (agenesia de vesícula biliar, hernia umbilical y flexión de patas delanteras), asimismo se observaron reducciones de la ganancia de peso corporal por las madres, efectos sobre el desarrollo fetal (un menor peso corporal fetal y/o retraso de la osificación) en rata, conejo y ratón, y una menor supervivencia de las crías de ratón. No existen estudios adecuados ni controlados en mujeres embarazadas. Al igual que con otros preparados de corticosteroides inhalados, mometasona furoato no debe utilizarse durante el embarazo, a menos que el beneficio potencial para la madre justifique el riesgo potencial para la madre, el feto o el recién nacido. Los recién nacidos de madres que hayan recibido corticosteroides durante el embarazo deberán observarse estrechamente en cuanto a signos de hiposuprarrenalismo.

Lactancia

La mometasona furoato se excreta en dosis bajas en la leche de ratas que amamantan. Se desconoce si la mometasona furoato se excreta en la leche humana, por lo tanto, debe tenerse precaución cuando se administre a mujeres en periodo de lactancia.

Niños

No se dispone de datos clínicos en niños menores de 12 años de edad. Se puede producir reducción del ritmo de crecimiento de niños o adolescentes como resultado de un control inadecuado de enfermedades crónicas como el asma, así como por el uso de los corticosteroides para su tratamiento. Se recomienda al médico que siga estrechamente el desarrollo de los adolescentes en tratamiento con corticosteroides por cualquier vía y que sopese los beneficios de este tratamiento y del control del asma frente a la posibilidad de supresión del crecimiento si observa un enlentecimiento del crecimiento del adolescente. Se recomienda la medición periódica de la estatura de los niños o adolescentes en tratamiento prolongado con corticosteroides inhalados. En caso de enlentecimiento del crecimiento, se deberá revisar el tratamiento con el objetivo de reducir, si es posible, la dosis de los corticosteroides inhalados a la dosis más baja que consigue un control eficaz de la sintomatología. Además, deberá considerarse la posibilidad de remitir al paciente a un neumólogo pediátrico. Uso no recomendado en menores de 12 años.

Ancianos

No se requieren ajustes de dosis en pacientes ancianos.

Reacciones adversas

En ensayos clínicos controlados con placebo, la candidiasis oral fue muy frecuente (>10%) en el grupo de tratamiento de 400 mcg/12 h dos veces al día; otras reacciones adversas frecuentes (1 a 10%) relacionadas con el tratamiento fueron faringitis, [CEFALEA] y disfonia.
– La [CANDIDIASIS ORAL] se ha comunicado en el 6% y 15% de los pacientes tratados con una pauta de administración de dosificación de 200 mcg y 400 mcg dos veces al día, respectivamente, y en el 2% en pacientes tratados con ambas pautas de dosificación una vez al día. Esta infección puede precisar el tratamiento adecuado con un antifúngico, y, en algunos pacientes puede ser necesaria la suspensión del tratamiento.
– [FARINGITIS]: con una pauta de administración de dos veces al día, el 4% (200 mcg) y 8% (400 mcg) de los pacientes comunicaron faringitis relacionada con el tratamiento. En los pacientes tratados una vez al día, la incidencia de faringitis fue del 4% (200 mcg) y del 2% (400 mcg).
– En pacientes dependientes de corticosteroides orales que recibieron tratamiento con 400 mcg/12 h durante 12 semanas, la candidiasis oral apareció en el 20% y la [DISFONIA] en el 7%. Estos efectos se consideraron relacionados con el tratamiento.
– Acontecimientos adversos nada frecuentes fueron [SEQUEDAD DE BOCA] y garganta, [DISPEPSIA], [AUMENTO DE PESO] y [PALPITACIONES].
– No hubo datos que sugirieran un aumento de riesgo de reacciones adversas en los adolescentes o en los pacientes de edad igual o superior a los 65 años.
– Al igual que con otros medicamentos antiasmáticos inhalados, tras su administración puede producirse un [ESPASMO BRONQUIAL], con aumento inmediato de las [SIBILANCIAS] tras la dosis. En caso de broncospasmo tras la administración, se recomienda el tratamiento inmediato con un broncodilatador inhalado de acción rápida; por ello, deberá señalarse al paciente la conveniencia de tener a mano en todo momento un inhalador de un broncodilatador adecuado. En estos casos, se suspenderá inmediatamente el tratamiento con mometasona por inhalación y se instituirá el tratamiento alternativo.
– Pueden producirse los efectos sistémicos de los corticosteroides inhalados, en especial cuando se prescriban a dosis altas durante períodos prolongados. Estos efectos pueden consistir en [ENFERMEDAD DE ADDISON], [RETRASO EN EL CRECIMIENTO] en niños y adolescentes, disminución de la densidad mineral ósea, [CATARATAS] y [GLAUCOMA]. Con el uso de corticosteroides inhalados se han comunicado casos infrecuentes de glaucoma, [GLAUCOMA] y/o cataratas.
– Como con otros glucocorticoides, debe considerarse la posibilidad de que aparezcan [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD] que incluyen [ERUPCIONES EXANTEMATICAS], [URTICARIA], [PRURITO] y [ERITEMA], así como [EDEMA OCULAR], [EDEMA LARINGEO] y de la cara y los labios.

Sobredosis

Debido a la baja biodisponibilidad sistémica de este producto es improbable que la sobredosis requiera otra medida que la observación, seguida por el comienzo de nuevo del tratamiento a la dosis adecuada. La inhalación o la administración oral de dosis excesivas de corticosteroides puede ocasionar la supresión de la función del eje HHS.
La actitud terapéutica ante la inhalación de la mometasona furoato a dosis superiores a los regímenes recomendados debe incluir el control de la función suprarrenal. Puede continuarse con el tratamiento con mometasona furoato en una dosis suficiente para controlar el asma.

Dopajes

La mometasona administrada por vía oral, rectal, intravenosa o intramuscular puede dar positivo en un control antidopaje, y su utilización se considera prohibida en competición. Su uso requiere la aprobación de una Autorización de Uso Terapéutico.
Otras vías de administración (inyección intraarticular, periarticular, peritendinosa, epidural, intradérmica y por inhalación) requieren una Autorización de Uso Terapéutico abreviada.
Todos los glucocorticoides se consideran sustancias específicas y, por tanto, una violación de la norma en la que esté involucrada esta sustancia puede ocasionar una reducción de sanción siempre y cuando el deportista pueda demostrar que el uso de la sustancia específica en cuestión no fue con intención de aumentar su rendimiento deportivo.

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23 Jun 2009
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