Nutriflex lipid plus 5 bolsas emulsion para perfusion 1250 ml
Acción y mecanismo
Soluciones de aminoácidos, carbohidratos y emulsión de lípidos para nutrición parenteral, que proporciona apoyo nutricional para mantener el equilibrio nitrógeno/energía que puede alterarse por la desnutrición y la enfermedad del paciente. Proporciona una fuente biodisponible de nitrógeno (L-aminoácidos), energía (como glucosa y lípidos) y ácidos grasos esenciales.
Después de mezclar el contenido de las cámaras, la composición de la mezcla ternaria es la siguiente:
– Contenido energético (Kcal): 1265 (1250 ml), 1900 (1875 ml), 2530 (2500 ml).
– Osmolalidad (mOsm/kg): 1350
– pH: 5.0-6.0.
Farmacocinética
Los aminoácidos, glucosa y lípidos se distribuyen, metabolizan y excretan de forma idéntica a los de soluciones intravenosas individuales de aminoácidos, glucosa y electrolitos y las emulsiones lipídicas intravenosas, cuando son co-infundidos individualmente en el paciente.
Indicaciones
– Aporte de los requisitos diarios de energía, ácidos grasos esenciales, aminoácidos y fluidos en la nutrición parenteral de pacientes con catabolismo moderadamente severo, cuando la nutrición oral o enteral es imposible, insuficiente o está contraindicada.
Posología
– Adultos (infusión iv): la dosificación debe adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes. Dosis máxima para 40 ml/kg peso corporal, 1.54 g aminoácidos/kg/día, 4.8 g de glucosa kg/día, 1,6 g lípidos kg/día.
Se recomienda administrar la infusión de forma continuada. El aumento escalonado en la velocidad de infusión durante los primeros 30 minutos hasta alcanzar la velocidad de infusión deseada, evita posibles complicaciones.
Máxima velocidad de infusión: 2.0 ml/kg de peso/h (equivalente a 0.08 g de aminoácidos, 0.24 g de glucosa y 0.08 g de grasa/kg de peso/h), por ejemplo, 140 ml/h para un paciente de 70 kg. De esta forma la cantidad de aminoácidos administrada es 5.4 g/hora, de glucosa 16.8 g/hora y de lípidos 5.6 g/hora.
– Normas para la correcta administración: infusión iv. Unicamente para infusión venosa central. Dado que el uso de cualquier vena central se ha asociado al riesgo de infección, para evitar cualquier contaminación durante la inserción y manipulación del catéter se deben tomar estrictas precauciones de asepsia. La elección de la vía venosa central o periférica dependerá de la osmolaridad final de la mezcla. El límite generalmente aceptado para la infusión periférica es de 800 mOsm/l pero varía considerablemente con la edad y las condiciones generales del paciente y las características de la vena periférica.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes (ej: al huevo o a la proteína de soja), valores de electrolitos en suero altamente anormales.
– Alteraciones del metabolismo de aminoácidos.
– Hipercalcemia, hiponatremia.
– Metabolismo inestable (ej: Síndrome de postagresión severo, istuación metabólica diabética inestable, coma de origen desconocido).
– Hiperglucemia que no responde a dosis de insulina de hasta 6 unidades/hora.
– Acidosis.
– Colestasis intrahepática.
– Insuficiencia hepática severa.
– Insuficiencia renal severa.
– Insuficiencia cardiaca manifiesta.
– Diátesis hemorrágica agravante.
– Fases agudas de infarto de miocardio y ataques.
– Estados trombo-embólicos agudos, embolismo lipídico.
Existen una serie de contraindicaciones generales a la nutrición parenteral:
– Estado circulatorio inestable con amenaza vital (estados de colapso y shock).
– Suministro de oxígeno celular isuficiente.
– Estados de hiperhidratación.
– Alteraciones del equilibrio hídrico y electrolítico.
– Edema pulmonar agudo, insuficiencia cardiaca descompensada.
Precauciones:
Se precisa una monitorización clínica especial al inicio de cualquier infusión intravenosa. Si se produce algún signo irregular, se debe parar la infusión. Como con cualquier otro tipo de infusión, ante cualquier signo de reacción anafiláctica (como por ejemplo, fiebre, temblores, erupciones en la piel, disnea, etc.) se debe parar inmediatamente la infusión.
Durante la administración de nutrición parenteral es necesaria la monitorización en laboratorio. La frecuencia y especificidad de los ensayos de laboratorio debe adaptarse a la situación general del paciente. Regularmente debe comprobarse la concentración de glucosa en sangre, electrolitos séricos, equilibrio de fluidos y ácido-base, parámetros de la función hepática, y recuento sanguíneo. Si se produce hiperglicemia, se debe ajustar el ritmo de infusión o administrar insulina. Se debe monitorizar el nivel sérico de triglicéridos y el aclaramiento. En casos de que se sospeche de deterioro del metabolismo de las grasas (por ejemplo, enfermedad hepática o renal, pancreatitis, sepsis) se debe realizar diariamente.
Antes de iniciar la nutrición parenteral deben corregirse las alteraciones graves del volumen sanguíneo, electrolíticas y metabólicas. Los requisitos electrolíticos de los pacientes que reciben soluciones deben monitorizarse cuidadosamente y los electrolitos deben ser administrados en consecuencia.
Se debe tener
Precauciones
precaución en pacientes con osmolaridad aumentada, daño hepático grave, diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca, disfunción pulmonar o renal, anemia grave, o cuando hay peligro de embolismo graso (debido a la presencia de emulsión lipídica).
Advertencias/consejos
Como con todas las soluciones parenterales, los aditivos (vitaminas, electrolitos, elementos traza y medicamentos) pueden ser incompatibles. En caso de hacer adiciones, la compatibilidad se debe comprobar antes de la administración al paciente.
Administrar el producto sólo después de romper los sellados y mezclar los contenidos de los tres compartimentos.
Interacciones
Durante la nutrición parenteral a largo plazo (6 a 8 semanas o más), se han comunicado incrementos temporales de los niveles de fosfatasa alcalina, transaminasas y bilirrubina. Habitualmente, estos parámetros vuelven a la normalidad cuando se reduce la dosis.
Embarazo
No se han realizado estudios específicos para evaluar la seguridad del medicamento en mujeres embarazadas. El prescriptor debe considerar la relación beneficio/riesgo antes de administrar a mujeres embarazadas.
Lactancia
No se han realizado estudios específicos para evaluar la seguridad del medicamento en mujeres en periodo de lactancia materna. El prescriptor debe considerar la relación beneficio/riesgo antes de administrar a mujeres en periodo de lactancia.
Ancianos
No se ha registrado problemas específicamente geriátricos en este grupo de edad.
Reacciones adversas
Los potenciales efectos secundarios surgen por un uso inadecuado: por ejemplo, dosis demasiado altas, infusión demasiado rápida. Debido a su contenido en emulsión lipídica, la administración raramente puede conducir a reacciones agudas tales como: hipertermia, sudoración, tiritonas, dolor de cabeza, disnea. Si se producen debe detenerse la infusión.
Se han descrito casos muy poco frecuentes de hepatomegalia e ictericia.
En algunos casos poco frecuentes se ha descrito trombocitopenia en niños.
Durante la nutrición periférica puede producirse tromboflebitis.
Sobredosis
En caso de una administración incorrecta (dosis y velocidad), pueden observarse signos de hipervolemia y acidosis. Con una infusión excesiva de glucosa se puede producir hiperglucemia, glucosuria y síndrome hiperosmolar. Una infusión demasiado rápida de aminoácidos puede producir nauseas, vómitos y tiritonas. En estos casos, se debe discontinuar la infusión inmediatamente.
En caso de sobredosificación de grasas (elevación irregular de triglicéridos bajo infusión de grasas) que cause reacciones especiales (síntomas generales como fiebre o que se asemejen a una inestabilidad hemodinámica, emesis, dolores, irregularidad de la función hepática, hepato o esplenomegalia, alteraciones de la hemostasia, hiperlipidemia, hipersensibilidad), se debe parar la emulsión de grasas o si es necesario, continuarse a una dosis más reducida.