Orfen 15 sobres
Composición
Gel de hidroxido de aluminio (5% óxido de aluminio),8,038 g, equivalente a 614 mg de hidróxido de aluminio/10 ml; magma de magnesia (10% óxido de magnesio), 1,424 g, equivalente a 206 mg de hidróxido de magnesio /10 ml.
Acción y mecanismo
Antiácido. Asociación de sales de aluminio y magnesio.
10 ml de suspensión neutralizan 24 mEq de ácido.
Indicaciones
Tratamiento sintomático de molestias gastrointestinales asociadas
a hiperacidez (ej: pirosis).
Tratamiento de hiperacidez asociada a gastritis, hernia hiatal,
esofagitis, úlcera peptica.
Posología
Oral: Adultos: Una bolsita (10 ml)/8 horas, despues de las principales comidas. Dosis máxima: Una bolsita (10 ml)/4 h.
Contraindicaciones
Precauciones y
– Hipersensibilidad a cualquier componente del medicamento.
– Situaciones en las que el tránsito gastrointestinal se encuentre dificultado o impedido, como [OBSTRUCCION INTESTINAL], [ILEO PARALITICO] o [IMPACTACION FECAL]. Se podría agravar la obstrucción.
– [DOLOR ABDOMINAL] de origen desconocido. No debería iniciarse un tratamiento con un medicamento con posible efecto laxante en pacientes aquejados de dolor abdominal hasta haber identificado la causa, ya que el laxante podría enmascarar la sintomatología de un cuadro más grave.
– Patologías en las que resulte peligroso aumentar el peristaltismo intestinal, como [APENDICITIS] o [PERFORACION INTESTINAL]. La utilización de laxantes en estos pacientes podría agravar el cuadro.
– [DIARREA CRONICA]. Los antiácidos con magnesio pueden dar lugar a diarreas.
– Insuficiencia renal grave (clcr menor a 30 ml/minuto). Hay riesgo de hipermagnesemia e hipofosfatemia durante tratamientos prolongados.
Precauciones
advertencias especiales de uso:
En pacientes con insuficiencia renal, puede haber acumulación de iones aluminio y magnesio en el organismo.
Peligro de hipofosfatemia (anorexia, malestar general, debilidad muscular, etc) en pacientes con dieta pobre en fosfatos, diarrea, malabsorción o trasplante renal.
Se recomienda determinaciones bimensuales de los niveles séricos de fosfato, especialmente en pacientes sometidos a hemodiálisis.
Embarazo: evitar uso crónico o excesivo.
Ancianos: riesgo de empeoramiento de la osteoporosis tras el uso prolongado de antiácidos con aluminio, debido a la deplección de fósforo y calcio.
Lactancia: uso aceptado.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Este medicamento no debe ser utilizado por pacientes con obstrucciones intestinales.
– Cuando se utilice como antiácido, se recomienda tomar este medicamento después de las comidas o cuando se presenten las molestias.
– Agite enérgicamente el frasco (la suspensión) antes de su uso.
– Los comprimidos deben masticarse perfectamente antes de tragarse. Después, a continuación, tomar un vaso de agua.
– No tomar con leche.
– Si se usa este preparado para aliviar los síntomas de indigestión, no se debe tomar durante más de dos semanas.
– Se aconseja notificar rápidamente síntomas como sensación de pérdida de apetito, debilidad o malestar general injustificado, así como la aparición de cualquier síntoma que pueda indicar hemorragia (ej: heces negras).
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Monitorización: Durante tratamientos prolongados se aconsejan controles periódicos de los niveles de fosfato y calcio. La hipofosfatemia puede incrementar los niveles séricos de calcio.
– Es importante controlar posibles signos de hipofosfatemia (anorexia, debilidad muscular y malestar general).
Interacciones
– Antimicóticos azólicos (ketoconazol): hay estudios en los que se ha registrado disminución en la absorción del antifúngico, por la modificación del pH gástrico.
– Betabloqueantes (propranolol, atenolol): hay estudios en los que se ha registrado disminución de la absorción debido a un descenso de la disolución del betabloqueante, por lo que se recomienda espaciar su administración.
– Digitálicos (digoxina): hay estudios en los que se ha registrado disminución en la absorción del digitálico, por lo que se recomienda espaciar su administración 2 ó 3 horas.
– Inhibidores de angiotensina convertasa (captoprilo, fosinoprilo): hay estudios en los que se ha registrado disminución de la absorción del antihipertensivo.
– Isoniazida: hay estudios en los que se ha registrado una disminución en la absorción de isoniazida, por el retraso en el vaciado gástrico provocado por el antiácido, por lo que se recomienda espaciar la administración 2 ó 3 horas.
– Quinolonas (ciprofloxacino, norfloxacino): hay estudios en los que se ha registrado disminución de su absorción por formación de complejos insolubles no absorbibles a nivel intestinal, por lo que se recomienda separar su administración 2 ó 3 horas.
– Sales de hierro (citrato, fumarato, sulfato de hierro): hay estudios en los que se ha registrado disminución en la absorción por formación de complejos poco solubles, por lo que se recomienda espaciar la administración 2 ó 3 horas.
– Salicilatos (ácido acetilsalicílico): hay estudios en los que se ha registrado disminución de los niveles de salicilatos, por una mayor excreción debido a la alcalinización de la orina.
– Tetraciclinas (clortetraciclina, demeclociclina, doxiciclina): hay estudios con algunos antiácidos en los que se ha registrado posible formación de complejos no absorbibles a nivel gastrointestinal, disminuyendo así su absorción, por lo que se recomienda espaciar la administración 2 ó 3 horas.
Embarazo
Algunos estudios preliminares con hidróxidos de aluminio, magnesio y calcio habían observado un posible aumento (al doble) de la incidencia de diversos tipos de anomalías congénitas en niños, no obstante, estudios posteriores no han confirmado estas observaciones. Aún así, se han detectado casos aislados de hipercalcemia y de hiper e hipomagnesemia, asociados al consumo crónico de antiácidos durante el embarazo. Asimismo, se han descrito casos aislados de aumento de reflejos tendinosos en los fetos y recién nacidos. Se recomienda evitar un consumo excesivo y durante periodos de tiempo prolongados.
Lactancia
Con el uso de antiácidos en general, se pueden excretar pequeñas cantidades de magnesio y aluminio con la leche materna, las cuales no parecen ser suficientes para provocar efectos adversos en el recién nacido. Uso aceptado, recomendándose evitar un uso crónico y/o excesivo.
Niños
No se recomienda el uso incontrolado de antiácidos en niños menores de 6 años ya que podrían enmascarar síntomas graves (apendicitis, etc.). Además, con los antiácidos magnésicos existe riesgo de hipermagnesemia en niños pequeños, especialmente si presentan síntomas de deshidratación o padecen insuficiencia renal.
Ancianos
El empleo prolongado de antiácidos alumínicos en ancianos puede conducir a la absorción sistémica de aluminio, produciendo acumulación orgánica, lo que podría agravar la osteoporosis presente en casi todos los ancianos debido a la depleción de fósforo y calcio, y a la inhibición de la absorción digestiva de fluoruros. También se deberá tener en cuenta una posible acumulación de magnesio, que podría causar hipermagnesemia y diarrea. No se recomienda el uso crónico y/o excesivo en ancianos, muy especialmente en pacientes con enfermedad de Alzheimer, ya que se ha sugerido un potencial papel etiológico del aluminio en esta enfermedad.
Reacciones adversas
Estreñimiento o diarrea, excepcionalmente.
Sobredosis
– Sintomatología: Desconocida. Su absorción intestinal es mínima, por lo que la sobredosis es muy rara. En pacientes con insuficiencia renal grave puede haber aumento de la toxicidad por aluminio, manifestada a nivel cerebral, huesos y glándulas paratiroideas.