Plantago arkocapsulas 300 mg 50 capsulas
Acción y mecanismo
– [LAXANTE], [SACIANTE]. La ispagula presenta un efecto laxante mecánico debido a la presencia en su composición de sustancias mucilaginosas, tal y como ha quedado demostrado en estudios con animales y en ensayos clínicos. En contacto con el agua, los mucílagos forman un gel viscoso y voluminoso que incrementa el volumen de las heces, promoviendo el peristaltismo, y las mantiene blandas como consecuencia de la retención del agua. A este efecto laxante podrían contribuir también los iridoides.
Además de este efecto laxante, la formación del gel voluminoso en el estómago da lugar a una sensación de saciedad, que disminuye el apetito.
Los efectos comienzan a ser aparentes al cabo de 12-24 horas, aunque en ocasiones pueden pasar 2-3 días hasta que se normaliza el tránsito gastrointestinal.
Indicaciones
– Estreñimiento. Tratamiento del estreñimiento habitual.
– Coadyuvante en dietas de control de peso, como aporte de fibra.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, oral:
* Plantago Arkocápsulas: 6-9 cápsulas al día, repartidas en tres tomas.
– Niños, oral: No se ha evaluado la seguridad y eficacia.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Se recomienda ingerir las cápsulas enteras antes de las comidas. Se recomienda beber una abundante cantidad de líquido, cercana a los dos litros, durante el tratamiento, para mejorar los efectos laxantes y saciantes, y reducir el riesgo de reacciones adversas, fundamentalmente obstrucciones esofágicas e intestinales.
Contraindicaciones
– Hipersensibilidad a la ispagula o a cualquier componente del medicamento.
– Disfagia. En los pacientes en los que aparezca dificultad para tragar, o en caso de estrechamiento del esófago, se aconseja evitar la utilización de plantas mucilaginosas ante el riesgo de obstrucción esofágica.
– Obstrucción intestinal. Se recomienda evitar la utilización de laxantes como la ispagula en pacientes en los que el tránsito intestinal se encuentre dificultado o impedido, así como en aquellos con apendicitis, en los que una estimulación del tránsito intestinal podría ser peligrosa.
– Síntomas gastrointestinales inespecíficos. Los efectos laxantes de la ispagula podrían enmascarar enfermedades graves, como obstrucciones intestinales, apendicitis o incluso cáncer de colon. Se recomienda que los pacientes en los que aparezca frecuentemente dolor abdominal de origen desconocido, así como náuseas, vómitos, o hemorragia rectal de origen desconocido, eviten la utilización de cualquier especie laxante, y acudan a su médico para que se realice un diagnóstico preciso.
Precauciones
– Diabetes. En varios estudios se ha comprobado que la ispagula podría dar lugar a un efecto hipoglucemiante, potenciando los efectos de los fármacos antidiabéticos. Sería aconsejable un control más cuidadoso de la glucemia al iniciar un tratamiento con ispagula.
– Síntomas de obstrucción del tubo digestivo. Las semillas de ispagula, al igual que otras drogas mucilaginosas, tienen gran capacidad para captar agua e hidratarse, hinchándose y aumentando varias veces de tamaño. Si se ingieren directamente sin dispersarlas antes en agua, podría aparecer una obstrucción esofágica. De igual manera, si el consumo de agua durante el tratamiento no es el adecuado, podría producirse una obstrucción intestinal. Se recomienda por tanto dispersar las semillas de ispagula en un volumen adecuado de agua (30 ml por cada gramo de semillas) antes de su ingestión, y asegurar un aporte suficiente de agua (unos dos litros diarios) durante el tratamiento. Los pacientes que describan síntomas de obstrucción esofágica (dolor torácico, dificultad para tragar, disnea) o intestinal (vómitos, ausencia de defecación, dolor abdominal) deberán consultar al médico.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– La utilización de medicamentos laxantes no debe constituir una alternativa a otras medidas higiénico-dietéticas para prevenir el estreñimiento, tales como el consumo diario de una cantidad adecuada de fibra, junto con la ingestión de abundantes líquidos, así como la realización de ejercicio físico o el tener unos hábitos como procurar tener una hora fija para acudir al baño.
– No se recomienda utilizar medicamentos laxantes en caso de dolor abdominal de origen desconocido, náuseas o vómitos.
– Se recomienda ingerir una cantidad adecuada de agua (unos dos litros diarios) durante el tratamiento con ispagula, para mejorar los efectos laxantes y prevenir la posible obstrucción del tubo digestivo.
– La ispagula es un regulador del tránsito gastrointestinal, por lo que sus efectos pueden tardar varios días en hacerse patentes.
– Se aconseja evitar tumbarse inmediatamente después de la ingestión de la ispagula.
– Se recomienda consultar al médico o farmacéutico si los síntomas continúan o empeoran después de 3 días de utilización de la ispagula.
– Se aconseja consultar al médico o farmacéutico si el paciente describe dificultad o dolor al tragar, dolor en el pecho o en el abdomen, vómitos, dificultad para respirar o no consigue defecar a pesar del tratamiento.
– Si el paciente está en tratamiento con otros fármacos de administración oral, deberá dejar pasar al menos 30-60 minutos entre la toma de estos medicamentos y la ispagula.
– Los pacientes diabéticos deberían controlar con más cuidado sus niveles de glucemia cuando empiecen a usar ispagula.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Antes de prescribir un laxante a un paciente con dolor abdominal de origen desconocido, se aconseja descartar otras patologías graves.
– Se recomienda investigar la causa del estreñimiento en pacientes que necesiten un uso diario del laxante.
– Se aconseja controlar con mayor cuidado los niveles de glucemia en pacientes diabéticos.
Interacciones
Los mucílagos tienen la capacidad de formar geles viscosos al hidratarse, geles que podrían retener a diferentes principios activos en su interior, retrasando o disminuyendo su absorción. Por lo tanto, existe un elevado riesgo potencial de interacción entre la ispagula y cualquier otro fármaco que se administre conjuntamente por vía oral, entre los que podríamos incluir glucósidos cardíacos, anticoagulantes orales, carbamazepina o litio. Por lo tanto, se aconseja distanciar las tomas de ispagula y otros principios activos, dejando pasar al menos 30-60 minutos entre ambos.
– Antidiabéticos, incluidos insulina y antidiabéticos orales. La ispagula podría reducir la absorción de glúcidos, disminuyendo las necesidades de insulina, por lo que podría aumentar el riesgo de hipoglucemia. De igual manera, podría potenciar los efectos de los antidiabéticos orales, o reducirlos al disminuir su absorción. Se aconseja que los pacientes diabéticos controlen con mayor cuidado los niveles de glucemia al iniciar un tratamiento con ispagula, y si se aprecia una pérdida del control de la glucemia, podría ser necesario un reajuste posológico.
– Fármacos que disminuyan el peristaltismo intestinal, como los opioides o fármacos anticolinérgicos (como ciertos antihistamínicos, antidepresivos, antipsicóticos). Estos medicamentos podrían oponerse a los efectos laxantes de la ispagula, favoreciendo la aparición de obstrucciones intestinales. Se recomienda utilizar conjuntamente sólo en aquellos casos en los que sea estrictamente necesario, y siempre bajo control médico.
Embarazo
No se dispone de estudios adecuados y bien controlados en mujeres embarazadas. Sin embargo, es poco probable que los mucílagos de la ispagula se absorban a nivel intestinal. Por regla general se recomienda la utilización de laxantes mecánicos en mujeres embarazadas antes que cualquier otro tipo de laxantes, aunque su uso sólo debería llevarse a cabo en el caso de que no existiendo alternativas terapéuticas más seguras, los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
Se desconoce si los componentes de la ispagula se excretan con la leche materna, y las posibles consecuencias que esto pudiera tener para el lactante. Sin embargo, y debido a que los mucílagos no se absorben a nivel intestinal, no es muy probable que aparezcan efectos laxantes en el lactante. Normalmente se aconseja emplear laxantes formadores de masa en mujeres embarazadas, antes de cualquier otro tipo de laxantes.
Niños
No se ha evaluado la seguridad y eficacia en niños menores de 6 años, por lo que se recomienda evitar su utilización. En general, la utilización de laxantes en niños debería llevarse a cabo con extrema precaución, ya que en muchas ocasiones los niños no son capaces de describir sus síntomas con claridad. Se recomienda por lo tanto utilizar la ispagula sólo si fuera estrictamente necesario y bajo prescripción médica, y tras haber descartado la presencia de enfermedades más graves.
Ancianos
Si bien no se han descrito problemas específicos en ancianos, en este grupo de edad podría ser más habitual la aparición de obstrucciones esofágicas o intestinales, debidas a la mayor incidencia de trastornos de la deglución, a una disminución fisiológica del tránsito gastrointestinal así como a la disminución de la ingesta de agua y líquidos que suele observarse en estos pacientes.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas de la ispagula son leves y raras.
– Digestivas. Es común que el paciente presente flatulencia como consecuencia de la fermentación bacteriana de distintos productos de las semillas en el colon. En caso de una mala utilización, normalmente por ingesta insuficiente de líquido, podría aparecer obstrucción esofágica, con disfagia y dolor al tragar, sensación de opresión torácica, vómitos, u obstrucción intestinal, que cursa con dolor abdominal intenso, vómitos y ausencia de heces.
– Alérgicas/dermatológicas. La ispagula posee un potencial bajo de sensibilidad, por lo que muy raramente podría producir reacciones alérgicas con rinitis, espasmo bronquial y urticaria. En los casos más graves podría producirse incluso anafilaxia.
Sobredosis
Síntomas: En caso de sobredosis, especialmente si la ingesta de ispagula no se acompañase de una ingesta adecuada de líquido, podría esperarse que apareciese aerofagia, molestias gastrointestinales leves y en casos graves, obstrucción intestinal.
Tratamiento: En caso de sobredosis se aconseja beber una gran cantidad de agua, e instaurar un tratamiento sintomático.
En caso de sobredosis o ingestión accidental, acudir a un centro médico o consultar al Servicio de Información Toxicológica, indicando el producto y la cantidad ingerida.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Mayo, 2008.