Primperan 10 mg 12 ampollas 2 ml
Acción y mecanismo
– [PROCINETICO GASTROINTESTINAL], [ANTIEMETICO], [ANTAGONISTA DOPAMINERGICO (D)], [ORTOPRAMIDA (GRUPO)]. El mecanismo de acción de la metoclopramida no está totalmente establecido.
* Efecto procinético. La metoclopramida es un agonista de receptores serotoninérgicos 5-HT4, que producen la liberación de acetilcolina en el plexo mientérico de Auerbach. Estos efectos podrían ser también debidos a la potente inhibición de los receptores dopaminérgicos D2 a nivel periférico.
* Efecto antiemético. Podría deberse a la estimulación de la motilidad, y a sus efectos antagonistas de receptores D2 y 5-HT3 en la zona gatillo quimiorreceptora del área postrema. El antagonismo sobre los receptores 5-HT3 se da sólo a altas dosis.
La metoclopramida estimula por tanto los movimientos peristálticos. Ésto se traduce en un aumento de la presión del cardias y una relajación del píloro, un aumento de la velocidad de vaciamiento gástrico y un aumento del peristaltismo esofágico e intestinal.
Farmacocinética
Vía oral, intramuscular e intravenosa:
– Absorción: La metoclopramida se absorbe bien y rápidamente por vía oral, aunque sufre un efecto de primer paso, que produce una gran variabilidad interindividual de la biodisponibilidad (32-98% oral frente al 74-96% intramuscular). El tmax por vía oral es de 1-2 horas. Los efectos tardan en aparecer de 1-3 minutos (intravenosa), 10-15 minutos (intramuscular) o 30-60 minutos (oral). La duración de los efectos es de 1-2 horas.
– Distribución: Presenta una baja unión a proteínas plasmáticas (13-30%), fundamentalmente a la albúmina. Se distribuye rápidamente por tejidos y es capaz de atravesar barrera hematoencefálica. Su volumen de distribución es alto (3.5 L/kg). Es también capaz de atravesar placenta y acceder a leche. Su concentración en la leche materna puede sobrepasar a la del plasma.
– Metabolismo: La metoclopramida sufre metabolismo en el hígado, dando lugar fundamentalmente a derivados sulfonados o glucuronados, y en menor medida, a metabolitos como ácido 2-(4-amino-5-cloro-2-metoxibenzoíl)-amino-acético.
– Eliminación: Se elimina fundamentalmente por vía renal (85% de la dosis), aunque también por heces (5%). En orina, alrededor del 40% de la dosis se recupera de forma inalterada, mientras que el resto son mayoritariamente conjugados con sulfato o ácido glucurónico. Su semivida de eliminación es de 2.5-6 horas. El aclaramiento total es de 10.9-11.7 ml/minuto/kg.
Farmacocinética en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: Como la metoclopramida se elimina fundamentalmente por vía renal, en caso de insuficiencia renal se puede producir una disminución del aclaramiento plasmático.
Indicaciones
– [NAUSEAS] y [VOMITOS]. Tratamiento sintomático de náuseas y vómitos, incluidas las producidas por medicamentos y las [NAUSEAS Y VOMITOS POSTOPERATORIOS].
– [ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO], [GASTROPARESIA] y otros trastornos funcionales de la motilidad del tracto digestivo.
– Preparación de exploraciones del tubo digestivo, tanto en la radiografía como la intubación gastrointestinal.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, parenteral:
* Náuseas y vómitos postoperatorios: 10-20 mg/24 horas.
* Náuseas y vómitos de otro origen: 15-60 mg/24 horas, repartidos en 2-4 dosis.
* Trastornos de la motilidad gastrointestinal: 15-60 mg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
* Exploración del tubo digestivo: 10-20 mg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
– Niños, parenteral:
* Náuseas y vómitos postoperatorios: 0.15-0.20 mg/kg/24 horas.
* Náuseas y vómitos de otro origen: 0.3-0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 2-4 dosis.
* Trastornos de la motilidad gastrointestinal: 0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
* Exploración del tubo digestivo: 0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
Posología en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 40 ml/minuto), se recomienda empezar el tratamiento con la mitad de la dosis de un adulto, y reajustar esta posología en dosis posteriores en función de las necesidades del paciente.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Los inyectables de metoclopramida pueden administrarse en forma de bolus sin diluir, o en infusión intravenosa. Si la dosis a administrar es mayor de 10 mg, se debe diluir en 50 ml de solución compatible, y administrarse en forma de infusión durante al menos 15 minutos.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A ORTOPRAMIDAS] o a cualquier otro componente del medicamento.
– [HEMORRAGIA DIGESTIVA], [OBSTRUCCION INTESTINAL] mecánica, [PERFORACION INTESTINAL] o cualquier otro cuadro en los que la estimulación de la motilidad intestinal puede resultar peligroso.
– [FEOCROMOCITOMA]. La metoclopramida ha producido crisis hipertensivas, probablemente debido a una estimulación de la liberación de catecolaminas desde el tumor.
– Historial de [DISCINESIA TARDIA] por neurolépticos o metoclopramida.
– [PORFIRIA]. La metoclopramida por vía parenteral podría inducir la aparición de crisis de porfiria, aunque no se han realizado estudios que lo demuestren.
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL]. En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 40 ml/minuto), se puede producir una disminución del aclaramiento de la metoclopramida, y una acumulación de la misma. No se han descrito reacciones adversas en estos pacientes, aunque se recomienda empezar el tratamiento con la mitad de la dosis de un paciente sano, y reajustar esta dosis según las necesidades del paciente.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA]. Aunque no se han observado reacciones adversas a la metoclopramida en pacientes con insuficiencia hepática severa, se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes, ya que la metoclopramida se metaboliza en el hígado antes de ser eliminada por vía renal.
– [ENFERMEDAD DE PARKINSON]. La metoclopramida puede empeorar la sintomatología del Parkinson, por lo que se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes. El parkinsonismo inducido por metoclopramida suele aparecer en los primeros 6 meses de tratamiento, aunque también puede aparecer a la larga. Los síntomas pueden mantenerse hasta 2-3 meses después de la suspensión del tratamiento.
– Historial de [DEPRESION], especialmente con [TENDENCIAS SUICIDAS]. Se han descrito casos de depresión moderada a grave, incluso con tendencias suicidas, por lo que la metoclopramida sólo deberá ser administrada a estos pacientes si los beneficios superan los posibles riesgos.
– [EPILEPSIA]. La metoclopramida podría aumentar la frecuencia e intensidad de las convulsiones, por lo que se recomienda vigilar estrechamente a en estos pacientes.
– [APENDICITIS] o cuadros de intoxicación. Debido a sus efectos antieméticos, podría dar lugar a un enmascaramiento de estos cuadros, por lo que antes de iniciar un tratamiento contra los vómitos, se deberá descartar estos procesos.
– Pacientes en tratamiento con fármacos que pudiesen producir síntomas extrapiramidales, como fenotiazinas o butirofenonas.
– Síntomas extrapiramidales. La metoclopramida puede inducir la aparición de síntomas extrapiramidales, sobre todo en niños, adultos jóvenes y ancianos, y especialmente cuando se utiliza a altas dosis. Estos síntomas suelen aparecer a las 24-48 horas de iniciar el tratamiento. En caso de que apareciesen estos síntomas, se deberá suspender la administración de metoclopramida. Puede ser necesario instaurar un tratamiento sintomático para eliminar esta sintomatología, administrando 50 mg de difenhidramina intravenosa o 1-2 mg de benzatropina intramuscular.
– Discinesia tardía. La metoclopramida puede inducir la aparición de un cuadro de discinesia tardía, que suele remitir al cabo de unas semanas de suspender el tratamiento, aunque en ocasiones puede ser irreversible. En caso de aparecer este cuadro, se deberá suspender el tratamiento con metoclopramida, y no se recomienda reiniciarlo (véase contraindicaciones).
– Síndrome neuroléptico maligno. Al igual que los neurolépticos, la metoclopramida puede producir un síndrome neuroléptico maligno, caracterizado por hipertermia y alteraciones extrapiramidales. Ante la aparición de fiebre, o cualquier otro síntoma que haga sospechar de este síndrome, se deberá suspender tratamiento y tratar urgentemente al paciente con bromocriptina.
– Metahemoglobinemia. Se han comunicado casos de metahemoglobinemia, posiblemente relacionados con una deficiencia de NDHA citocromo b5 reductasa. Se recomienda suspender la administración del medicamento permanentemente. En ocasiones puede ser necesario un tratamiento sintomático con una perfusión lenta de 1 mg/kg de azul de metileno.
– [HIPERTENSION ARTERIAL]. Se han descrito casos de crisis hipertensivas en pacientes en tratamiento con metoclopramida por vía parenteral. Podría deberse a una estimulación de la liberación de catecolaminas.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Se debe avisar al médico si el paciente está en tratamiento con sertralina, fenotiazinas o butirofenonas, debido al riesgo de reacciones extrapiramidales.
– Se debe avisar al médico si el paciente presenta movimientos involuntarios de cara, labios u ojos.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se deberá suspender el tratamiento ante cualquier sospecha de síntomas extrapiramidales, discinesia tardía o síndrome neuroléptico maligno.
– Antes de iniciar un tratamiento contra los vómitos, se deberá descartar la presencia de apendicitis o intoxicación.
– Las infusiones deberán administrarse de forma lenta, durante un período superior a 15 minutos.
Interacciones
En general, se debe tener en cuenta que la metoclopramida, al acelerar el tránsito gastrointestinal, va a reducir el tiempo de absorción de los fármacos que se administren por vía oral. Además, se han descrito las siguientes interacciones.
– Alcohol etílico. La metoclopramida podría producir un aumento de la biodisponibilidad del alcohol, potenciando sus efectos sedantes.
– Atropina. Se han dado algunos casos de antagonismo sobre la contractibilidad del cardias entre ambos medicamentos. Los efectos de la metoclopramida están asociados a unos efectos parasimpaticomiméticos indirectos, por lo que la atropina puede bloquearlos. No se ha evaluado la interacción con otros anticolinérgicos, pero no se puede descartar. Se recomienda evitar este tipo de asociaciones.
– Atovacuona. La administración con atovacuona se ha relacionado con disminuciones significativas de las concentraciones plasmáticas de la última, pudiendo conducir a un fracaso terapéutico. La metoclopramida sólo debería administrase si no se dispone de otro antiemético. Se debe tener un control estrecho de la parasitemia en estos pacientes.
– Ciclosporina. El aumento de la motilidad gastrointestinal puede aumentar la biodisponibilidad de la ciclosporina, alcanzándose una Cmax hasta un 56% mayor de lo normal. Existe por tanto riesgo de nefrotoxicidad por ciclosporina. Se recomienda monitorizar la funcionalidad renal, controlando las cifras de nitrógeno ureico, y si fuese necesario, se disminuirá la posología de la ciclosporina.
– Cimetidina. Se han dado casos de disminución de la absorción y de la eficacia de cimetidina en pacientes en tratamiento con metoclopramida. Estos efectos parecen ser debidos al aumento del tránsito gastrointestinal. Aunque no se han descrito estos efectos para otros antihistamínicos H2, no se pueden descartar.
– Dantroleno. La metoclopramida ha producido aumentos en la biodisponibilidad del dantroleno de hasta un 80%, por lo que existe un riesgo de manifestaciones tóxicas. Se desconoce la causa de dicha interacción, aunque podría ser debido a una estimulación del peristaltismo intestinal. Se sugiere vigilar a los pacientes, y si fuera necesario, reducir la dosis de dantroleno.
– Digoxina. La metoclopramida ha dado lugar en ocasiones a una disminución de la absorción de digoxina del 36%, que puede conllevar a un fracaso terapéutico. Esta situación ha tenido lugar en caso de formas farmacéuticas sólidas de digoxina de baja solubilidad. Parece ser que los efectos se deben a la estimulación del peristaltismo, que disminuye el tiempo del que dispone la digoxina para solubilizarse y absorberse. Se recomienda espaciar las tomas de ambos medicamentos o recurrir a formulas líquidas de digoxina, de alta solubilidad.
– Droperidol. Ambos medicamentos son antagonistas dopaminérgicos, por lo que podrían potenciar su toxicidad, aumentando la probabilidad de síntomas extrapiramidales. Estos efectos podrían ser especialmente importantes en ancianos, en los que la permeabilidad de la barrera hematoencefálica está aumentada. Se sugiere realizar un control clínico del paciente, vigilándose la aparición de cualquier manifestación de tipo neurológico. En caso de que esto sucediese, se recomienda suspender la administración de metoclopramida.
– Fosfomicina. La metoclopramida ha dado lugar a disminución de la Cmax del 42% y del AUC del 27%. Los efectos podrían ser debidos a la disminución de la absorción de la fosfomicina al acelerarse el tránsito intestinal. No obstante no parece tener una significancia clínica apreciable.
– Inhibidores de la monoamino-oxidasa. Aunque no se han dado casos de interacciones, la metoclopramida podría aumentar la liberación de catecolaminas, dando lugar a crisis hipertensivas en estos pacientes. Se recomienda extremar las precauciones.
– Ketoprofeno. Se han descrito disminuciones de la Cmax y del AUC del ketoprofeno del 50% y 28% respectivamente. Estos efectos podrían deberse a la aceleración del tránsito gastrointestinal, y al menor tiempo de estancia del ketoprofeno en el estómago, que disminuye su solubilidad. Se sugiere distanciar la administración de ambos medicamentos al menos 2 horas.
– Levodopa. La levodopa se transforma en el organismo en dopamina, por lo que podría antagonizar los efectos de la metoclopramida sobre receptores D2 y viceversa. La metoclopramida podría disminuir la eficacia antiparkinsoniana de la levodopa, aunque su acceso a través de la barrera hematoencefálica está limitado. Por lo tanto, parece poco probable que llegue a tener repercusiones clínicas. Sin embargo, se recomienda vigilar al paciente, ante la posible pérdida del efecto antiparkinsoniano.
– Morfina. La metoclopramida podría aumentar la absorción de la morfina debido al aumento de la absorción intestinal. Se han descrito aumentos de los efectos sedantes de la morfina, alcanzándose hasta 3-4 horas. Estos efectos no se pueden descartar para otros fármacos sedantes como derivados de morfina, hipnóticos, ansiolíticos, antihistamínicos H1, antidepresivos sedantes, barbitúricos, clonidina y derivados.
– Quinidina: Se han descrito algunos casos de aumentos en la biodisponibilidad oral de la quinidina por la acción procinética de la metoclopramida. El aumento de la Cmax ha sido ligero, con valores 16-20% superiores, por lo que no se espera la presencia de efectos tóxicos. Sin embargo, se recomienda vigilar al paciente, sobre todo cuando esté en tratamiento con altas dosis de quinidina.
– Sertralina. Se han descrito casos clínicos de pacientes en tratamiento con sertralina y metoclopramida en los que aparecieron síntomas extrapiramidales. La causa podría ser la adición de los efectos extrapiramidales de ambos fármacos. Aunque no se han descrito casos con otros principios activos, no se puede descartar la presencia de esta interacción con otros neurolépticos e inhibidores de la recaptación de serotonina. Se sugiere realizar un control clínico del paciente, vigilándose la aparición de cualquier manifestación de tipo neurológico. En caso de que esto sucediese, se recomienda suspender la administración de metoclopramida.
– Suxametonio. Se han dado casos en clínica de pacientes en los que se potenciaron los efectos miorrelajantes del suxametonio, probablemente debido a la metoclopramida. Sin embargo se desconoce el mecanismo de acción. Aunque no se espera que tenga consecuencias clínicas notables, existe un riesgo de parálisis respiratoria, por lo que se recomienda evitar la administración de metoclopramida.
– Tacrolimus. La metoclopramida podría incrementar la biodisponibilidad del tacrolimus, dando lugar en ocasiones a cuadros de neurotoxicidad o nefrotoxicidad.
Embarazo
Categoría B de la FDA. La metoclopramida es capaz de atravesar la placenta. Estudios con animales, utilizando dosis 250 veces superiores a las humanas, no han evidenciado reacciones adversas para la madre o para el feto. Aunque la metoclopramida es un potente estimulador de la secreción de prolactina materna, no se ha observado un efecto similar en el feto. Además, ha sido utilizada con éxito durante el embarazo para la prevención del síndrome de Mendelson y durante el parto en la prevención del vómito antes de la anestesia. Sin embargo, no existen ensayos controlados ni adecuados en seres humanos, por lo que no se recomienda el uso de la metoclopramida en mujeres embarazadas a no ser que los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
La metoclopramida se excreta por leche y puede llegar a alcanzar concentraciones en leche 1.8-1.9 veces mayores que en plasma materno. Estas dosis son sobre todos altas al inicio de la lactancia, aunque luego van disminuyendo. Debido a que estimula la secreción de prolactina, se ha utilizado como estimulante de la lactancia a dosis de 20-25 mg diarios, sin observarse efectos adversos en el lactante. Sin embargo, debido a que atraviesa la barrera hematoencefálica, se recomienda extremar las precauciones.
Niños
La metoclopramida se ha utilizado con eficacia incluso en niños menores de 1 año. Sin embargo, los pacientes pediátricos son más susceptibles a los efectos extrapiramidales. Estos síntomas remiten al suspender el tratamiento, aunque en ocasiones puede ser necesario un tratamiento con benzodiazepinas en niños o anticolinérgicos antiparkinsonianos en adolescentes. Además, se han descrito casos de metahemoglobinemia en neonatos prematuros tratados con metoclopramida por vía parenteral a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas, durante 3 días o más. Por lo tanto, se aconseja no superar las dosis recomendadas de 0.5 mg/kg/24 horas.
Ancianos
Los pacientes ancianos son especialmente susceptibles a los efectos extrapiramidales de la metoclopramida, sobre todo parkinsonismo y discinesia tardía. Estos cuadros son más frecuentes con el uso de dosis elevadas o tratamientos prolongados.
Efectos sobre la conducción
La metoclopramida puede producir agitación, somnolencia, astenia o sedación, por lo que los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de metoclopramida son, en general, leves, transitorios y reversibles con la interrupción del tratamiento. Sin embargo, hasta el 20-30% de los pacientes experimenta algún tipo de efecto adverso. Las reacciones adversas más características son:
– Digestivas. Es frecuente la aparición de [DIARREA] (2-9%). En menor medida pueden aparecer [NAUSEAS] o [ESTREÑIMIENTO].
– Cardiovasculares. En muy raras ocasiones (<0.01%), y fundamentalmente asociadas a formas parenterales, podría aparecer [HIPOTENSION], [HIPERTENSION ARTERIAL], [BRADICARDIA], [TAQUICARDIA] supraventricular, [BLOQUEO CARDIACO] o [INSUFICIENCIA CARDIACA].
– Neurológicas. Es frecuente (10-25% la aparición de [INSOMNIO] y [SOMNOLENCIA]. Es también común la aparición de [VERTIGO] (3%), sobre todo a altas dosis, y [ACATISIA] (1-8%). Es más rara la aparición de [CEFALEA] y [ANSIEDAD] y [AGITACION], sobre todo en administración intravenosa rápida. En algunos pacientes se han producido casos de [DEPRESION], incluso con [TENDENCIAS SUICIDAS]. Esta depresión desapareció tras suspender la metoclopramida.
Es común (1-9%) la aparición de [EXTRAPIRAMIDALES, SINTOMAS], sobre todo [DISTONIA] aguda, que suele aparecer a las 24-48 horas en pacientes en tratamiento con quimioterapia, que reciben metoclopramida a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas (hasta el 2% en pacientes adultos y 25% en niños y adolescentes). Otros síntomas son movimientos involuntarios de los labios, [TORTICOLIS], [CRISIS OCULOGIRAS] y opistótonos (Véase Advertencias y Precauciones de Uso).
Más rara es la aparición de [PARKINSONISMO], con [TEMBLOR], [BRADICINESIA] o [ACINESIA] y [RIGIDEZ DE LA NUCA], sobre todo en ancianos. El parkinsonismo puede perdurar hasta pasadas unas semanas de la suspensión del tratamiento.
En muy raras ocasiones se han descrito casos de [DISCINESIA TARDIA], que puede durar varios meses tras la suspensión del tratamiento y en ocasiones ser irreversible.
En muy raras ocasiones se han dado casos de [SINDROME NEUROLEPTICO MALIGNO], caracterizado por [FIEBRE], [PERDIDA DE CONSCIENCIA], [RIGIDEZ MUSCULAR] y disfunción autonómica.
– Hematológicas. Se han descrito en ocasiones casos de [AGRANULOCITOSIS], [NEUTROPENIA] y [LEUCOPENIA], que revirtieron al cabo de 2-3 semanas de suspender el tratamiento. Sin embargo, no se estableció la relación de causalidad con la metoclopramida. También han aparecido algunos casos muy raros (<0.01%) de [METAHEMOGLOBINEMIA], especialmente en neonatos y a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas (Véase Advertencias y Precauciones de Uso).
– Endocrinas. Se han descrito casos puntuales (<0.01%) de [HIPERALDOSTERONISMO] e [HIPERPROLACTINEMIA], que podría cursar con [AMENORREA] reversible, [GALACTORREA] y [GINECOMASTIA].
– Metabólicas. Se han descrito casos puntuales de ataques de [PORFIRIA] en pacientes que recibieron metoclopramida por vía intramuscular.
– Alérgicas/dermatológicas. En raras ocasiones pueden aparecer [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD], que cursan con [ESPASMO BRONQUIAL], [URTICARIA] y [ERUPCIONES EXANTEMATICAS], y en los cuadros más graves también con [ANGIOEDEMA]. Estas reacciones alérgicas son más frecuentes en pacientes con asma. Es muchísimo más rara la aparición de [ANAFILAXIA], aunque no se puede descartar.
– Generales. Es común (1-10%) la presencia de [ASTENIA].
Sobredosis
Síntomas: No existe mucha experiencia con la sobredosis por metoclopramida, aunque se espera que produzca síntomas similares a sus reacciones adversas. Tras la ingesta de dosis de 360 mg, sólo se produjo somnolencia y desorientación. En un niño que recibió 5 mg intramusculares se produjo somnolencia, ataxia, agitación, hiperexcitabilidad, síntomas extrapiramidales y convulsiones.
Tratamiento: Se recurrirá al lavado de estómago. En pacientes comatosos, se podrá realizar mediante un tubo endotraqueal para aspirar el contenido gástrico. No existe un antídoto específico, aunque se han administrado con eficacia fármacos anticolinérgicos como la difenhidramina o la benzatropina o la administración de benzodiazepinas en niños y/o fármacos anticolinérgicos antiparkinsonianos en adultos. La posible metahemoglobinemia puede ser revertida con la administración de una infusión lenta de 1 mg/kg de azul de metileno.
No se espera que la hemodiálisis o la diálisis peritoneal puedan aumentar la eliminación de la metoclopramida.
Incompatibilidades
Las soluciones de metoclopramida son incompatibles con soluciones de cefalotina sódica y otras cefalosporinas, cloramfenicol sódico, diamorfina, furosemida, pentobarbital sódico, fenobarbital, gluconato cálcico o bicarbonato sódico.
Por regla general, se recomienda evitar la mezcla de metoclopramida con cualquier solución de pH alcalino, ya que podría producir una precipitación.
Periodo de validez
Los inyectables e infusiones de metoclopramida deben administrarse inmediatamente o se podrán mantener refrigerados durante un máximo de 24 horas.
Precauciones especiales de conservación
Los inyectables de metoclopramida deben conservarse protegidos de la luz.
Instrucciones de uso y manipulación y eliminación
Los inyectables de metoclopramida se pueden diluir con soluciones como suero salino al 0.9%, suero glucosado al 5% o al 10%, solución hipertónica de glucosa al 30%, solución de cloruro sódico al 0.9% y glucosa al 5% o solución Ringer-lactato.
La preparación de estas infusiones deberá ser extemporánea.
Referencias bibliográficas
– AHFS Drug Information. American Society of Health-system Pharmacists, Bethesda. 44th Edition, 2002.
– British National Formulary. British Medical Association, London. 44th Edition, 2002.
– Drug Facts and Comparisons. Facts and Comparison, Saint Louis. 57th Edition, 2003.
– Ficha técnica, metoclopramida (Primperan, Sanofi-Synthelabo, 2002).
– Martindale. The Complete Drug Reference. Pharmaceutical Press, London. 33th Edition, 2002.
– Micromedex.
– PDR. Thomson, Montvale. 57th Edition, 2003.
– United States Pharmacopoeia, Dispensation Information. 14th Edition, 1994.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Noviembre, 2003.
Acción y mecanismo
– [PROCINETICO GASTROINTESTINAL], [ANTIEMETICO], [ANTAGONISTA DOPAMINERGICO (D)], [ORTOPRAMIDA (GRUPO)]. El mecanismo de acción de la metoclopramida no está totalmente establecido.
* Efecto procinético. La metoclopramida es un agonista de receptores serotoninérgicos 5-HT4, que producen la liberación de acetilcolina en el plexo mientérico de Auerbach. Estos efectos podrían ser también debidos a la potente inhibición de los receptores dopaminérgicos D2 a nivel periférico.
* Efecto antiemético. Podría deberse a la estimulación de la motilidad, y a sus efectos antagonistas de receptores D2 y 5-HT3 en la zona gatillo quimiorreceptora del área postrema. El antagonismo sobre los receptores 5-HT3 se da sólo a altas dosis.
La metoclopramida estimula por tanto los movimientos peristálticos. Ésto se traduce en un aumento de la presión del cardias y una relajación del píloro, un aumento de la velocidad de vaciamiento gástrico y un aumento del peristaltismo esofágico e intestinal.
Farmacocinética
Vía oral, intramuscular e intravenosa:
– Absorción: La metoclopramida se absorbe bien y rápidamente por vía oral, aunque sufre un efecto de primer paso, que produce una gran variabilidad interindividual de la biodisponibilidad (32-98% oral frente al 74-96% intramuscular). El tmax por vía oral es de 1-2 horas. Los efectos tardan en aparecer de 1-3 minutos (intravenosa), 10-15 minutos (intramuscular) o 30-60 minutos (oral). La duración de los efectos es de 1-2 horas.
– Distribución: Presenta una baja unión a proteínas plasmáticas (13-30%), fundamentalmente a la albúmina. Se distribuye rápidamente por tejidos y es capaz de atravesar barrera hematoencefálica. Su volumen de distribución es alto (3.5 L/kg). Es también capaz de atravesar placenta y acceder a leche. Su concentración en la leche materna puede sobrepasar a la del plasma.
– Metabolismo: La metoclopramida sufre metabolismo en el hígado, dando lugar fundamentalmente a derivados sulfonados o glucuronados, y en menor medida, a metabolitos como ácido 2-(4-amino-5-cloro-2-metoxibenzoíl)-amino-acético.
– Eliminación: Se elimina fundamentalmente por vía renal (85% de la dosis), aunque también por heces (5%). En orina, alrededor del 40% de la dosis se recupera de forma inalterada, mientras que el resto son mayoritariamente conjugados con sulfato o ácido glucurónico. Su semivida de eliminación es de 2.5-6 horas. El aclaramiento total es de 10.9-11.7 ml/minuto/kg.
Farmacocinética en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: Como la metoclopramida se elimina fundamentalmente por vía renal, en caso de insuficiencia renal se puede producir una disminución del aclaramiento plasmático.
Indicaciones
– [NAUSEAS] y [VOMITOS]. Tratamiento sintomático de náuseas y vómitos, incluidas las producidas por medicamentos y las [NAUSEAS Y VOMITOS POSTOPERATORIOS].
– [ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFAGICO], [GASTROPARESIA] y otros trastornos funcionales de la motilidad del tracto digestivo.
– Preparación de exploraciones del tubo digestivo, tanto en la radiografía como la intubación gastrointestinal.
Posología
DOSIFICACIÓN:
– Adultos, parenteral:
* Náuseas y vómitos postoperatorios: 10-20 mg/24 horas.
* Náuseas y vómitos de otro origen: 15-60 mg/24 horas, repartidos en 2-4 dosis.
* Trastornos de la motilidad gastrointestinal: 15-60 mg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
* Exploración del tubo digestivo: 10-20 mg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
– Niños, parenteral:
* Náuseas y vómitos postoperatorios: 0.15-0.20 mg/kg/24 horas.
* Náuseas y vómitos de otro origen: 0.3-0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 2-4 dosis.
* Trastornos de la motilidad gastrointestinal: 0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
* Exploración del tubo digestivo: 0.5 mg/kg/24 horas, repartidos en 3 dosis.
Posología en situaciones especiales:
– Insuficiencia renal: En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 40 ml/minuto), se recomienda empezar el tratamiento con la mitad de la dosis de un adulto, y reajustar esta posología en dosis posteriores en función de las necesidades del paciente.
NORMAS PARA LA CORRECTA ADMINISTRACIÓN:
Los inyectables de metoclopramida pueden administrarse en forma de bolus sin diluir, o en infusión intravenosa. Si la dosis a administrar es mayor de 10 mg, se debe diluir en 50 ml de solución compatible, y administrarse en forma de infusión durante al menos 15 minutos.
Contraindicaciones
– [ALERGIA A ORTOPRAMIDAS] o a cualquier otro componente del medicamento.
– [HEMORRAGIA DIGESTIVA], [OBSTRUCCION INTESTINAL] mecánica, [PERFORACION INTESTINAL] o cualquier otro cuadro en los que la estimulación de la motilidad intestinal puede resultar peligroso.
– [FEOCROMOCITOMA]. La metoclopramida ha producido crisis hipertensivas, probablemente debido a una estimulación de la liberación de catecolaminas desde el tumor.
– Historial de [DISCINESIA TARDIA] por neurolépticos o metoclopramida.
– [PORFIRIA]. La metoclopramida por vía parenteral podría inducir la aparición de crisis de porfiria, aunque no se han realizado estudios que lo demuestren.
Precauciones
– [INSUFICIENCIA RENAL]. En pacientes con insuficiencia renal grave (CLcr menor a 40 ml/minuto), se puede producir una disminución del aclaramiento de la metoclopramida, y una acumulación de la misma. No se han descrito reacciones adversas en estos pacientes, aunque se recomienda empezar el tratamiento con la mitad de la dosis de un paciente sano, y reajustar esta dosis según las necesidades del paciente.
– [INSUFICIENCIA HEPATICA]. Aunque no se han observado reacciones adversas a la metoclopramida en pacientes con insuficiencia hepática severa, se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes, ya que la metoclopramida se metaboliza en el hígado antes de ser eliminada por vía renal.
– [ENFERMEDAD DE PARKINSON]. La metoclopramida puede empeorar la sintomatología del Parkinson, por lo que se recomienda extremar las precauciones en estos pacientes. El parkinsonismo inducido por metoclopramida suele aparecer en los primeros 6 meses de tratamiento, aunque también puede aparecer a la larga. Los síntomas pueden mantenerse hasta 2-3 meses después de la suspensión del tratamiento.
– Historial de [DEPRESION], especialmente con [TENDENCIAS SUICIDAS]. Se han descrito casos de depresión moderada a grave, incluso con tendencias suicidas, por lo que la metoclopramida sólo deberá ser administrada a estos pacientes si los beneficios superan los posibles riesgos.
– [EPILEPSIA]. La metoclopramida podría aumentar la frecuencia e intensidad de las convulsiones, por lo que se recomienda vigilar estrechamente a en estos pacientes.
– [APENDICITIS] o cuadros de intoxicación. Debido a sus efectos antieméticos, podría dar lugar a un enmascaramiento de estos cuadros, por lo que antes de iniciar un tratamiento contra los vómitos, se deberá descartar estos procesos.
– Pacientes en tratamiento con fármacos que pudiesen producir síntomas extrapiramidales, como fenotiazinas o butirofenonas.
– Síntomas extrapiramidales. La metoclopramida puede inducir la aparición de síntomas extrapiramidales, sobre todo en niños, adultos jóvenes y ancianos, y especialmente cuando se utiliza a altas dosis. Estos síntomas suelen aparecer a las 24-48 horas de iniciar el tratamiento. En caso de que apareciesen estos síntomas, se deberá suspender la administración de metoclopramida. Puede ser necesario instaurar un tratamiento sintomático para eliminar esta sintomatología, administrando 50 mg de difenhidramina intravenosa o 1-2 mg de benzatropina intramuscular.
– Discinesia tardía. La metoclopramida puede inducir la aparición de un cuadro de discinesia tardía, que suele remitir al cabo de unas semanas de suspender el tratamiento, aunque en ocasiones puede ser irreversible. En caso de aparecer este cuadro, se deberá suspender el tratamiento con metoclopramida, y no se recomienda reiniciarlo (véase contraindicaciones).
– Síndrome neuroléptico maligno. Al igual que los neurolépticos, la metoclopramida puede producir un síndrome neuroléptico maligno, caracterizado por hipertermia y alteraciones extrapiramidales. Ante la aparición de fiebre, o cualquier otro síntoma que haga sospechar de este síndrome, se deberá suspender tratamiento y tratar urgentemente al paciente con bromocriptina.
– Metahemoglobinemia. Se han comunicado casos de metahemoglobinemia, posiblemente relacionados con una deficiencia de NDHA citocromo b5 reductasa. Se recomienda suspender la administración del medicamento permanentemente. En ocasiones puede ser necesario un tratamiento sintomático con una perfusión lenta de 1 mg/kg de azul de metileno.
– [HIPERTENSION ARTERIAL]. Se han descrito casos de crisis hipertensivas en pacientes en tratamiento con metoclopramida por vía parenteral. Podría deberse a una estimulación de la liberación de catecolaminas.
Advertencias/consejos
CONSEJOS AL PACIENTE:
– Se debe avisar al médico si el paciente está en tratamiento con sertralina, fenotiazinas o butirofenonas, debido al riesgo de reacciones extrapiramidales.
– Se debe avisar al médico si el paciente presenta movimientos involuntarios de cara, labios u ojos.
CONSIDERACIONES ESPECIALES:
– Se deberá suspender el tratamiento ante cualquier sospecha de síntomas extrapiramidales, discinesia tardía o síndrome neuroléptico maligno.
– Antes de iniciar un tratamiento contra los vómitos, se deberá descartar la presencia de apendicitis o intoxicación.
– Las infusiones deberán administrarse de forma lenta, durante un período superior a 15 minutos.
Interacciones
En general, se debe tener en cuenta que la metoclopramida, al acelerar el tránsito gastrointestinal, va a reducir el tiempo de absorción de los fármacos que se administren por vía oral. Además, se han descrito las siguientes interacciones.
– Alcohol etílico. La metoclopramida podría producir un aumento de la biodisponibilidad del alcohol, potenciando sus efectos sedantes.
– Atropina. Se han dado algunos casos de antagonismo sobre la contractibilidad del cardias entre ambos medicamentos. Los efectos de la metoclopramida están asociados a unos efectos parasimpaticomiméticos indirectos, por lo que la atropina puede bloquearlos. No se ha evaluado la interacción con otros anticolinérgicos, pero no se puede descartar. Se recomienda evitar este tipo de asociaciones.
– Atovacuona. La administración con atovacuona se ha relacionado con disminuciones significativas de las concentraciones plasmáticas de la última, pudiendo conducir a un fracaso terapéutico. La metoclopramida sólo debería administrase si no se dispone de otro antiemético. Se debe tener un control estrecho de la parasitemia en estos pacientes.
– Ciclosporina. El aumento de la motilidad gastrointestinal puede aumentar la biodisponibilidad de la ciclosporina, alcanzándose una Cmax hasta un 56% mayor de lo normal. Existe por tanto riesgo de nefrotoxicidad por ciclosporina. Se recomienda monitorizar la funcionalidad renal, controlando las cifras de nitrógeno ureico, y si fuese necesario, se disminuirá la posología de la ciclosporina.
– Cimetidina. Se han dado casos de disminución de la absorción y de la eficacia de cimetidina en pacientes en tratamiento con metoclopramida. Estos efectos parecen ser debidos al aumento del tránsito gastrointestinal. Aunque no se han descrito estos efectos para otros antihistamínicos H2, no se pueden descartar.
– Dantroleno. La metoclopramida ha producido aumentos en la biodisponibilidad del dantroleno de hasta un 80%, por lo que existe un riesgo de manifestaciones tóxicas. Se desconoce la causa de dicha interacción, aunque podría ser debido a una estimulación del peristaltismo intestinal. Se sugiere vigilar a los pacientes, y si fuera necesario, reducir la dosis de dantroleno.
– Digoxina. La metoclopramida ha dado lugar en ocasiones a una disminución de la absorción de digoxina del 36%, que puede conllevar a un fracaso terapéutico. Esta situación ha tenido lugar en caso de formas farmacéuticas sólidas de digoxina de baja solubilidad. Parece ser que los efectos se deben a la estimulación del peristaltismo, que disminuye el tiempo del que dispone la digoxina para solubilizarse y absorberse. Se recomienda espaciar las tomas de ambos medicamentos o recurrir a formulas líquidas de digoxina, de alta solubilidad.
– Droperidol. Ambos medicamentos son antagonistas dopaminérgicos, por lo que podrían potenciar su toxicidad, aumentando la probabilidad de síntomas extrapiramidales. Estos efectos podrían ser especialmente importantes en ancianos, en los que la permeabilidad de la barrera hematoencefálica está aumentada. Se sugiere realizar un control clínico del paciente, vigilándose la aparición de cualquier manifestación de tipo neurológico. En caso de que esto sucediese, se recomienda suspender la administración de metoclopramida.
– Fosfomicina. La metoclopramida ha dado lugar a disminución de la Cmax del 42% y del AUC del 27%. Los efectos podrían ser debidos a la disminución de la absorción de la fosfomicina al acelerarse el tránsito intestinal. No obstante no parece tener una significancia clínica apreciable.
– Inhibidores de la monoamino-oxidasa. Aunque no se han dado casos de interacciones, la metoclopramida podría aumentar la liberación de catecolaminas, dando lugar a crisis hipertensivas en estos pacientes. Se recomienda extremar las precauciones.
– Ketoprofeno. Se han descrito disminuciones de la Cmax y del AUC del ketoprofeno del 50% y 28% respectivamente. Estos efectos podrían deberse a la aceleración del tránsito gastrointestinal, y al menor tiempo de estancia del ketoprofeno en el estómago, que disminuye su solubilidad. Se sugiere distanciar la administración de ambos medicamentos al menos 2 horas.
– Levodopa. La levodopa se transforma en el organismo en dopamina, por lo que podría antagonizar los efectos de la metoclopramida sobre receptores D2 y viceversa. La metoclopramida podría disminuir la eficacia antiparkinsoniana de la levodopa, aunque su acceso a través de la barrera hematoencefálica está limitado. Por lo tanto, parece poco probable que llegue a tener repercusiones clínicas. Sin embargo, se recomienda vigilar al paciente, ante la posible pérdida del efecto antiparkinsoniano.
– Morfina. La metoclopramida podría aumentar la absorción de la morfina debido al aumento de la absorción intestinal. Se han descrito aumentos de los efectos sedantes de la morfina, alcanzándose hasta 3-4 horas. Estos efectos no se pueden descartar para otros fármacos sedantes como derivados de morfina, hipnóticos, ansiolíticos, antihistamínicos H1, antidepresivos sedantes, barbitúricos, clonidina y derivados.
– Quinidina: Se han descrito algunos casos de aumentos en la biodisponibilidad oral de la quinidina por la acción procinética de la metoclopramida. El aumento de la Cmax ha sido ligero, con valores 16-20% superiores, por lo que no se espera la presencia de efectos tóxicos. Sin embargo, se recomienda vigilar al paciente, sobre todo cuando esté en tratamiento con altas dosis de quinidina.
– Sertralina. Se han descrito casos clínicos de pacientes en tratamiento con sertralina y metoclopramida en los que aparecieron síntomas extrapiramidales. La causa podría ser la adición de los efectos extrapiramidales de ambos fármacos. Aunque no se han descrito casos con otros principios activos, no se puede descartar la presencia de esta interacción con otros neurolépticos e inhibidores de la recaptación de serotonina. Se sugiere realizar un control clínico del paciente, vigilándose la aparición de cualquier manifestación de tipo neurológico. En caso de que esto sucediese, se recomienda suspender la administración de metoclopramida.
– Suxametonio. Se han dado casos en clínica de pacientes en los que se potenciaron los efectos miorrelajantes del suxametonio, probablemente debido a la metoclopramida. Sin embargo se desconoce el mecanismo de acción. Aunque no se espera que tenga consecuencias clínicas notables, existe un riesgo de parálisis respiratoria, por lo que se recomienda evitar la administración de metoclopramida.
– Tacrolimus. La metoclopramida podría incrementar la biodisponibilidad del tacrolimus, dando lugar en ocasiones a cuadros de neurotoxicidad o nefrotoxicidad.
Embarazo
Categoría B de la FDA. La metoclopramida es capaz de atravesar la placenta. Estudios con animales, utilizando dosis 250 veces superiores a las humanas, no han evidenciado reacciones adversas para la madre o para el feto. Aunque la metoclopramida es un potente estimulador de la secreción de prolactina materna, no se ha observado un efecto similar en el feto. Además, ha sido utilizada con éxito durante el embarazo para la prevención del síndrome de Mendelson y durante el parto en la prevención del vómito antes de la anestesia. Sin embargo, no existen ensayos controlados ni adecuados en seres humanos, por lo que no se recomienda el uso de la metoclopramida en mujeres embarazadas a no ser que los beneficios superen a los posibles riesgos.
Lactancia
La metoclopramida se excreta por leche y puede llegar a alcanzar concentraciones en leche 1.8-1.9 veces mayores que en plasma materno. Estas dosis son sobre todos altas al inicio de la lactancia, aunque luego van disminuyendo. Debido a que estimula la secreción de prolactina, se ha utilizado como estimulante de la lactancia a dosis de 20-25 mg diarios, sin observarse efectos adversos en el lactante. Sin embargo, debido a que atraviesa la barrera hematoencefálica, se recomienda extremar las precauciones.
Niños
La metoclopramida se ha utilizado con eficacia incluso en niños menores de 1 año. Sin embargo, los pacientes pediátricos son más susceptibles a los efectos extrapiramidales. Estos síntomas remiten al suspender el tratamiento, aunque en ocasiones puede ser necesario un tratamiento con benzodiazepinas en niños o anticolinérgicos antiparkinsonianos en adolescentes. Además, se han descrito casos de metahemoglobinemia en neonatos prematuros tratados con metoclopramida por vía parenteral a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas, durante 3 días o más. Por lo tanto, se aconseja no superar las dosis recomendadas de 0.5 mg/kg/24 horas.
Ancianos
Los pacientes ancianos son especialmente susceptibles a los efectos extrapiramidales de la metoclopramida, sobre todo parkinsonismo y discinesia tardía. Estos cuadros son más frecuentes con el uso de dosis elevadas o tratamientos prolongados.
Efectos sobre la conducción
La metoclopramida puede producir agitación, somnolencia, astenia o sedación, por lo que los pacientes deberán evitar manejar maquinaria peligrosa, incluyendo automóviles, hasta que tengan la certeza razonable de que el tratamiento farmacológico no les afecta de forma adversa.
Reacciones adversas
Los efectos adversos de metoclopramida son, en general, leves, transitorios y reversibles con la interrupción del tratamiento. Sin embargo, hasta el 20-30% de los pacientes experimenta algún tipo de efecto adverso. Las reacciones adversas más características son:
– Digestivas. Es frecuente la aparición de [DIARREA] (2-9%). En menor medida pueden aparecer [NAUSEAS] o [ESTREÑIMIENTO].
– Cardiovasculares. En muy raras ocasiones (<0.01%), y fundamentalmente asociadas a formas parenterales, podría aparecer [HIPOTENSION], [HIPERTENSION ARTERIAL], [BRADICARDIA], [TAQUICARDIA] supraventricular, [BLOQUEO CARDIACO] o [INSUFICIENCIA CARDIACA].
– Neurológicas. Es frecuente (10-25% la aparición de [INSOMNIO] y [SOMNOLENCIA]. Es también común la aparición de [VERTIGO] (3%), sobre todo a altas dosis, y [ACATISIA] (1-8%). Es más rara la aparición de [CEFALEA] y [ANSIEDAD] y [AGITACION], sobre todo en administración intravenosa rápida. En algunos pacientes se han producido casos de [DEPRESION], incluso con [TENDENCIAS SUICIDAS]. Esta depresión desapareció tras suspender la metoclopramida.
Es común (1-9%) la aparición de [EXTRAPIRAMIDALES, SINTOMAS], sobre todo [DISTONIA] aguda, que suele aparecer a las 24-48 horas en pacientes en tratamiento con quimioterapia, que reciben metoclopramida a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas (hasta el 2% en pacientes adultos y 25% en niños y adolescentes). Otros síntomas son movimientos involuntarios de los labios, [TORTICOLIS], [CRISIS OCULOGIRAS] y opistótonos (Véase Advertencias y Precauciones de Uso).
Más rara es la aparición de [PARKINSONISMO], con [TEMBLOR], [BRADICINESIA] o [ACINESIA] y [RIGIDEZ DE LA NUCA], sobre todo en ancianos. El parkinsonismo puede perdurar hasta pasadas unas semanas de la suspensión del tratamiento.
En muy raras ocasiones se han descrito casos de [DISCINESIA TARDIA], que puede durar varios meses tras la suspensión del tratamiento y en ocasiones ser irreversible.
En muy raras ocasiones se han dado casos de [SINDROME NEUROLEPTICO MALIGNO], caracterizado por [FIEBRE], [PERDIDA DE CONSCIENCIA], [RIGIDEZ MUSCULAR] y disfunción autonómica.
– Hematológicas. Se han descrito en ocasiones casos de [AGRANULOCITOSIS], [NEUTROPENIA] y [LEUCOPENIA], que revirtieron al cabo de 2-3 semanas de suspender el tratamiento. Sin embargo, no se estableció la relación de causalidad con la metoclopramida. También han aparecido algunos casos muy raros (<0.01%) de [METAHEMOGLOBINEMIA], especialmente en neonatos y a dosis de 1-2 mg/kg/24 horas (Véase Advertencias y Precauciones de Uso).
– Endocrinas. Se han descrito casos puntuales (<0.01%) de [HIPERALDOSTERONISMO] e [HIPERPROLACTINEMIA], que podría cursar con [AMENORREA] reversible, [GALACTORREA] y [GINECOMASTIA].
– Metabólicas. Se han descrito casos puntuales de ataques de [PORFIRIA] en pacientes que recibieron metoclopramida por vía intramuscular.
– Alérgicas/dermatológicas. En raras ocasiones pueden aparecer [REACCIONES HIPERSENSIBILIDAD], que cursan con [ESPASMO BRONQUIAL], [URTICARIA] y [ERUPCIONES EXANTEMATICAS], y en los cuadros más graves también con [ANGIOEDEMA]. Estas reacciones alérgicas son más frecuentes en pacientes con asma. Es muchísimo más rara la aparición de [ANAFILAXIA], aunque no se puede descartar.
– Generales. Es común (1-10%) la presencia de [ASTENIA].
Sobredosis
Síntomas: No existe mucha experiencia con la sobredosis por metoclopramida, aunque se espera que produzca síntomas similares a sus reacciones adversas. Tras la ingesta de dosis de 360 mg, sólo se produjo somnolencia y desorientación. En un niño que recibió 5 mg intramusculares se produjo somnolencia, ataxia, agitación, hiperexcitabilidad, síntomas extrapiramidales y convulsiones.
Tratamiento: Se recurrirá al lavado de estómago. En pacientes comatosos, se podrá realizar mediante un tubo endotraqueal para aspirar el contenido gástrico. No existe un antídoto específico, aunque se han administrado con eficacia fármacos anticolinérgicos como la difenhidramina o la benzatropina o la administración de benzodiazepinas en niños y/o fármacos anticolinérgicos antiparkinsonianos en adultos. La posible metahemoglobinemia puede ser revertida con la administración de una infusión lenta de 1 mg/kg de azul de metileno.
No se espera que la hemodiálisis o la diálisis peritoneal puedan aumentar la eliminación de la metoclopramida.
Incompatibilidades
Las soluciones de metoclopramida son incompatibles con soluciones de cefalotina sódica y otras cefalosporinas, cloramfenicol sódico, diamorfina, furosemida, pentobarbital sódico, fenobarbital, gluconato cálcico o bicarbonato sódico.
Por regla general, se recomienda evitar la mezcla de metoclopramida con cualquier solución de pH alcalino, ya que podría producir una precipitación.
Periodo de validez
Los inyectables e infusiones de metoclopramida deben administrarse inmediatamente o se podrán mantener refrigerados durante un máximo de 24 horas.
Precauciones especiales de conservación
Los inyectables de metoclopramida deben conservarse protegidos de la luz.
Instrucciones de uso y manipulación y eliminación
Los inyectables de metoclopramida se pueden diluir con soluciones como suero salino al 0.9%, suero glucosado al 5% o al 10%, solución hipertónica de glucosa al 30%, solución de cloruro sódico al 0.9% y glucosa al 5% o solución Ringer-lactato.
La preparación de estas infusiones deberá ser extemporánea.
Referencias bibliográficas
– AHFS Drug Information. American Society of Health-system Pharmacists, Bethesda. 44th Edition, 2002.
– British National Formulary. British Medical Association, London. 44th Edition, 2002.
– Drug Facts and Comparisons. Facts and Comparison, Saint Louis. 57th Edition, 2003.
– Ficha técnica, metoclopramida (Primperan, Sanofi-Synthelabo, 2002).
– Martindale. The Complete Drug Reference. Pharmaceutical Press, London. 33th Edition, 2002.
– Micromedex.
– PDR. Thomson, Montvale. 57th Edition, 2003.
– United States Pharmacopoeia, Dispensation Information. 14th Edition, 1994.
Fecha de aprobación/revisión de la ficha
Noviembre, 2003.