La ingesta excesiva de alcohol puede dar lugar a una miopatía alcohólica que afecta de forma preferente a la musculatura proximal de los miembros, produciendo grados variables de debilidad y atrofia.

El inicio puede variar entre agudo e insidioso. Los inicios agudos se asocian a grandes borracheras, y cursan con mialgias, calambres, hinchazón y dolor. Los inicios insidiosos se caracterizan por una debilidad gradualmente progresiva sin síntomas asociados. La miopatía suele ser bilateral y simétrica.