La modificación de la conducta alimentaria se considera un componente esencial de los programas de pérdida de peso. Se trata de analizar y modificar conductas con relación al por qué, cuándo, dónde y qué se come.
La terapia conductal se centra, entre otros en los siguientes aspectos:
1. Autocontrol: se trata de registrar detalladamente las ingestas y las circunstancias en las cuales se producen, con el fin de identificar las sensaciones y los factores personales y ambientales que influyen y 7 regulan las comidas y la actividad física.
2. Control de estímulos externos: limitar las situaciones que pueden favorecer las ingestas excesivas y no comer cuando se realizan otras actividades, puesto que ello favorece las ingestas descontroladas.
3. Refuerzos positivos: establecer algún tipo de recompensa (no alimentaria) cuando se logra cambiar una determinada actitud.
4. Alimentación adecuada: la utilización de dietas muy restrictivas o de dietas de fórmula y alimentos especiales se asocia a malos resultados, puesto que no permite orientar correctamente las conductas.