Forma de nutrición artificial consiste en el aporte de nutrientes (carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales) directamente en la sangre a través de las venas, con el objetivo de mantener un adecuado estado nutricional aunque el paciente presente un mal funcionamiento del aparato digestivo, como por ejemplo, en caso de hemorragias, obstrucción, pancreatitis, enfermedades intestinales, o tras resecciones intestinales extensas (lo que se llama síndrome de intestino corto)…

Para poder cubrir los requerimientos con una nutrición parenteral suele ser necesario utilizar una vena de suficiente calibre, habitualmente a nivel del cuello. Actualmente existe una tendencia para la utilización cada vez más frecuente de la nutrición enteral en detrimento de la parenteral, siguiendo el axioma "siempre que el intestino funcione, hay que utilizarlo". 

En algunos casos, si es necesario, los pacientes pueden ser dados de alta a su domicilio con este tipo de soporte, y los pacientes que por otra parte hacen vida normal, pueden conectarse durante la noche una bolsa de nutrición artificial , para nutrirse durante el descanso nocturno.