La popularizada como "Dieta de la Clínica de Mayo" sólo tiene que ver con la original en la duración de la misma. Evita cualquier clase de fuente proteica que no sean los huevos, y admite cereales, verduras y frutas en las cantidades justas para conseguir un aporte calórico total de 1200 kcal por día.
Esta dieta, basándose en el prestigio de la original, une dos factores para la pérdida de peso: un reducido suministro de calorías y una falta relativa de proteínas. Pero, con la misma rapidez con se adelgaza, se recupera el peso al iniciarse una alimentación normal. El conseguir resultados de pérdida de peso rápidos mediante la reducción de la proteína ingerida no es un adelgazamiento real. No se pierden grasa sino agua, proteínas propias y glucógeno. Se deteriora nuestro organismo y envejece, se enlentece la renovación celular de nuestro órganos y tejidos, dañándose nuestro músculo esquelético y estructura cerebral.