Salud en primavera y verano
La llegada del buen tiempo es siempre esperada con agrado, facilita las salidas al exterior, permite disfrutar de la playa, viajar, realizar determinados deportes al aire libre, etc.
Algunas ideas nos van a permitir aprovechar esta época del año, evitando, en la medida de lo posible, la aparición de trastornos perjudiciales para nuestra salud.
En lo relativo a la alimentación, durante los meses en los que las temperaturas son más elevadas, es necesario aumentar la ingesta de líquidos y sales minerales, debido a que, por la transpiración, la pérdida de estos nutrientes se incrementa, existiendo un mayor riesgo de deshidratación.
Este peligro es mayor en los niños, en los ancianos, y en las personas que realizan deporte o ejercicio intenso, entre otros.
Es recomendable aumentar en nuestra alimentación la proporción de fruta y de verduras frescas y de temporada. Éstas las podemos consumir en forma de ensaladas, de zumos o de batidos, algo que, aparte de aportar nutrientes muy saludables, supondrá un regalo a nuestros sentidos, particularmente al sentido del gusto.
Es importante, a su vez, prestar atención a las normas de higiene, limpieza y seguridad en la preparación de los alimentos.
Los alimentos recién comprados o los ya elaborados deberán conservarse en el frigorífico y deberán respetar la cadena del frío para evitar su contaminación con gérmenes como la Salmonella, que podrían dar lugar a trastornos graves de salud a nivel gastrointestinal o a nivel general.
Es una buena medida aprovechar el buen tiempo para realizar ejercicio adecuado a nuestras necesidades y situación personal, realizando deportes de nuestro agrado, excursiones al campo para disfrutar de la naturaleza, etc.
De este modo equilibraremos las calorías ingeridas con las comidas, evitando así la obesidad y previniendo enfermedades como la diabetes mellitus, la hipercolesterolemia, la hipertensión arterial o la arterioesclerosis.
Es un buen momento también para esparcirnos y distraernos al aire libre para conseguir un buen equilibrio en el plano psicológico.
El sol es necesario para mantener un estado de ánimo adecuado y la iluminación es una de las herramientas de las que disponemos para tratar trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
Las actividades al aire libre deberán realizarse en condiciones adecuadas de seguridad.
De este modo, en la playa o en la piscina será recomendable utilizar cremas de protección solar y respetar horarios saludables de exposición al sol, evitando las horas en las que la radiación solar es más intensa.
Deberá respetarse igualmente el horario de comidas y el tiempo de precaución tras las comidas antes de bañarse, para evitar los peligrosos “cortes de digestión”.
Ponerse al volante en periodos vacacionales (y en general) es una actividad que requiere abstenerse de beber alcohol y respetar las normas de seguridad existentes en materia de tráfico.
Las excursiones y salidas al mar o a la montaña o a otros lugares que puedan entrañar riesgo requieren a su vez adoptar medidas de prevención para evitar accidentes o imprevistos que puedan ponernos en situaciones delicadas o que comprometan nuestra salud.
Evitaremos salir solos e informaremos a familiares y allegados de los lugares que tenemos previsto visitar y de los horarios en que lo haremos.
Es recomendable igualmente ir dotados de material adecuado y suficiente para realizar la excursión o el viaje en las mejores condiciones, llevando un teléfono móvil, alimento y vestido adecuados a las circunstancias.