Abandonar el sedentarismo y realizar 30 minutos de actividad diaria mejoran la salud y la esperanza de vida
Barbara Ainsworth, del departamento de Ejercicio y Bienestar de la Universidad de Arizona, ha afirmado durante el I Encuentro Anual de Comités del Foro GanaSalud, que se ha celebrado en Madrid, que “no podemos hablar de buena salud sin hablar de la práctica de actividad física. El sedentarismo es un claro problema de salud pública que atraviesa fronteras y afecta negativamente a la función, la salud y el bienestar de millones de personas”.
Según la OMS, cada año se producen 1,9 millones de muertes que se atribuyen al sedentarismo. “El riesgo relativo de la inactividad física es muy similar al del tabaquismo, el exceso de colesterol o la hipertensión”.
Sin embargo, según los datos de la última encuesta del Eurobarómetro, sólo en la Unión Europea hay 2 millones de personas inactivas que “no son conscientes del riesgo que asumen”. En España, por ejemplo, más de un 60 por ciento de los adultos no realizan actividad física.
Si atendemos a la literatura científica sobre la incidencia del sedentarismo en la mortalidad, tanto en individuos sanos como en personas con riesgo, aquellos que realizaban 45 minutos de ejercicio moderado diario presentaban una tasa de mortalidad significativamente menor a la de individuos inactivos. Sin embargo, la diferencia no era relevante entre los que realizaban 45 minutos de ejercicio moderado y los que lo hacían durante 2 horas.
Por lo tanto, sólo es necesaria una cantidad moderada de ejercicio para mejorar la salud. Recientemente se ha determinado que incluso 30 minutos al día son suficientes. Citando los resultados del Aerobics Center Longitudinal Study, dirigido por Steven Blair, del departamento de Ciencias de la Actividad Física y Epidemiología de la Universidad de Carolina del Sur, Ainswoth ha apuntado que “sólo con reducir el nivel de inactividad un poco, aumentaba significativamente la esperanza de vida del individuo”.
Incluso entre el grupo de población que padece sobrepeso u obesidad, “si mejoraran su estado físico, la mortalidad sería muy similar a las de las personas con un peso normal”. Por lo tanto, siendo físicamente activo se pueden contrarrestar muchos de los problemas derivados de la obesidad.