El 38% de los españoles reconoce que no llega a realizar dos cepillados diarios y el 49% admite que nunca ha usado seda dental.

Así afirma la encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la percepción del estado de salud oral y los hábitos para el cuidado de sus dientes y encías.

Estos datos, indican, que la higiene bucal de la sociedad es "escasa", lo que aumenta la posibilidad de sufrir problemas dentales.

Una situación que, a su vez, se ve acentuada por hábitos de vida poco saludables como el tabaquismo, la ingesta excesiva de alcohol y el consumo elevado de azúcares.

La encuesta ha sido realizada sobre una muestra de más de 1.000 personas y alrededor del 30% reconoce que su salud bucodental es regular y el 10% la considera mala.

Entre los problemas más frecuentes se encuentran la aparición de caries, el sangrado de encías durante el cepillado, las encías o dientes sensibles y la dificultad para comer determinados alimentos.

Otra de las principales preocupaciones es la estética, ya que casi la mitad declaran estar insatisfechos con el color de su dentición y un 40% con la forma.

Situación parecida es la de los pacientes con dentadura postiza, puesto que el 19% no está satisfecho con el color y un 11% con el aspecto de su prótesis.

El 34% de los españoles admite que sólo acude al dentista cuando "siente dolor" o tiene problemas y el 17% afirma que lleva más de 5 años sin visitar la consulta.

Un 14% de los españoles reconoce que nunca se ha realizado una limpieza dental.

El gasto medio en dentista es de 298 euros por persona en el último año y la valoración de los encuestados por la OCU ante el precio es negativa.

A este respecto, se ha incrementado, frente a la encuesta de 2005, el porcentaje de personas que se sienten limitadas a la hora de acudir al dentista por el precio: un 40% en 2010 respecto al 30% de 2005.

La OCU solicita a las administraciones públicas que complete en todas las comunidades autónomas el Plan de Salud Bucodental lanzado por el Ministerio de Sanidad para niños de entre 7 y 15 años.

Que amplíe estos programas a toda la población y financie gradualmente los principales tratamientos, y que realice campañas sobre la importancia de las medidas preventivas como la higiene oral, los controles periódicos y los hábitos de vida saludables, entre otros.