El ictus acecha a los pacientes seropositivos
Mientras las tasas de ictus en la población general han descendido significativamente en la última década, los pacientes con VIH son tres veces más propensos a sufrir un infarto cerebrovascular.
Afirma el análisis de una base de datos nacional de EEUU, entre los años 1997 y 2006, la tasa de accidentes isquémicos se redujo un 7% en la población general, mientras que aumentó un 67% en pacientes seropositivos.
La totalidad de este incremento se debió a problemas isquémicos (provocados por un trombo que impide la llegada del flujo sanguíneo al cerebro), aunque no se observó el mismo aumento en el caso de infartos cerebrales hemorrágicos (producidos por la rotura de un vaso sanguíneo).
El doctor Federico Pulido, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital 12 de Octubre de Madrid, aunque no existen datos nacionales, este aumento no es sorprendente y probablemente tiene "un origen multifactorial; cada vez le estamos prestando más atención en las consultas".
Varias causas
La propia supervivencia de estos pacientes, cada vez más prolongada gracias a la terapia antirretroviral, y que les está ‘permitiendo’ sufrir las mismas patologías que el resto de la población a ciertas edades.
El propio VIH provoca una especie de "envejecimiento precoz de diversos sistemas del organismo; cardiovascular, renal, neurológico… debido a la inflamación crónica que debe soportar para combatir la infección".
En el estudio se aprecia que la edad media a la que sufrían el accidente isquémico rondaba los 50 años, muy inferior a la edad media de la población general.
"Los pacientes con VIH suelen tener además hábitos de vida, como el tabaquismo, que ya de por sí elevan su riesgo cardiovascular".
Tampoco hay que olvidar, que algunos fármacos antirretrovirales alteran el metabolismo de las grasas, acelerando la formación de placas de ateroscleros y elevando el riesgo cardiovascular.
"Se ha visto que los pacientes con VIH tienen más riesgo de deterioro cognitivo a edades precoces, por lo que podrían tener lesiones vasculares silentes que acelerasen la aparición del ictus".
Prevención cardiovascular
El equipo encabezado por Bruce Ovbiagele, insiste en que en el futuro habrá que seguir de cerca la salud de los pacientes con VIH, que no pueden ‘despegarse’ de la terapia antirretroviral para seguir ganándole años a la infección pero que, de manera secundaria, sufrirán nuevos problemas de salud colaterales, desconocidos en el pasado.
El ictus, es la tercera causa de mortalidad en EEUU y la patología que más secuelas a largo plazo deja en quienes lo sufren.
"Ahora que ya no mueren de sida, no queremos que mueran por otras causas evitables".
Cada vez se está iniciando antes el tratamiento antirretroviral (incluso en pacientes que tienen las defensas altas), "porque hemos visto que los beneficios de la terapia sobre esa inflamación crónica son superiores a los riesgos cardiovasculares que puedan tener los medicamentos en sí".
Incluso en pacientes que ya tengan algún factor de riesgo de base (como diabetes o hipertensión, por ejemplo), adelantar la terapia antirretroviral tiene más ventajas que inconvenientes.