El tabaco, gran amigo de los infartos
El número de ataques de corazón solo ha caído un 5% en España debido a su tímida legislación. La Sociedad de Cardiología pide a Zapatero que pierda el miedo a vetar el cigarrillo en la hostelería.
El tabaco es el gran amigo de los infartos. Junto a esta permanente advertencia, los cardiólogos españoles consideran un avance las medidas sanitarias de la ley contra el tabaquismo que entró en vigor en enero del 2006, pero han constatado que sus efectos son "mínimos" y "manifiestamente mejorables".
Una evaluación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en las unidades de una veintena de hospitales cifra en un 5% como media el descenso de los ingresos por infarto agudo de miocardio. Pero el porcentaje está muy lejos del 20% registrado en países como Italia, Noruega, Irlanda, Suecia y Escocia, que pusieron en práctica leyes mas rigurosas que incluían el veto al tabaco en todo lugar cerrado.
Los expertos han comprobado que el descenso en la incidencia del peor problema coronario se debe más a la reducción del humo de segunda mano entre los no fumadores que al número de adictos que en este tiempo abandonaron el cigarrillo.
El mayor descenso de ataques de corazón en estos países, según informes europeos recogidos por la SEC, se ha producido entre los hombres y las mujeres de 35 a 64 años. Este colectivo era el que más se exponía al humo en bares y restaurantes.
2000 muertes al año
La sociedad matizó que, a la espera de una evaluación oficial más detallada, la caída es mayor en comunidades como Catalunya donde la norma se cumple mejor. Un estudio de la entidad a nivel nacional revela que el 30% de los españoles en su trabajo y el 61% en su tiempo libre están expuestos al humo del tabaco, que cada año es responsable de 2.000 muertes por infarto. "La ley ha tenido algún efecto, pero lo realmente triste es que no se hace cumplir", afirma Esteban López Sá, jefe de Cardiología del Hospital de la Paz de Madrid.
Para López García-Aranda, jefe de cardiología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y expresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), los pobres resultados de la norma eran esperables, puesto que no se eliminó el tabaco en miles de locales públicos cerrados y se obligó a fumar involuntariamente durante su jornada laboral a un millón de empleados.
"España ha pasado de ser punta de lanza a cola de lanza. Hasta Marruecos nos ha adelantado", lamenta el cardiólogo sevillano, que ha batallado ante los tres últimos ministros de Sanidad por una legislación que, como han adoptado ocho países de la UE con un total de 200 millones de habitantes, vete el tabaco en recintos estancos. Esta es, según los cardiólogos, la mejor medida para proteger a los no fumadores, que ven incrementado en un 30% el riesgo de infarto por el humo.
Alta rentabilidad
García-Aranda respalda totalmente el anuncio de Bernat Soria de reformar la ley. Asegura que el ministro tiene todos los datos sobre su mesa y, como médico, los comparte. "Quizá la decisión le supere. Debe convencer a los ministros de Trabajo, Economía y al presidente Zapatero para que pierdan el miedo a adoptar la medida. Además de su alta rentabilidad en términos de salud, no supondrá ni más desempleo ni pérdidas económicas, como se ha demostrado en los otros países", añade.