El tabaquismo es responsable del 60% de las diferencias de género en la mortalidad europea
Que estas diferencias en la mortalidad desaparezcan dependerá de la forma en la que el género module otras conductas de riesgo para la salud, en referencia al inicio continuado del tabaquismo entre los jóvenes y el aumento del alcoholismo.
El tabaquismo da lugar a casi el 60% de las diferencias de género en las tasas de mortalidad en Europa y causa la muerte del doble de hombres que el alcohol.
Afirma un estudio dirigido por la Unidad de Salud Pública y Social del Consejo de Investigación Médica en Glasgow (Escocia).
Las razones por las que las mujeres han estado viviendo más que los hombres en los países europeos desarrollados desde la segunda mitad del siglo XVIII, en algunos casos, han sido objeto de controversia.
Emplearon datos de la Organización Mundial de la Salud sobre las tasas de mortalidad de todo tipo y en aquellas derivadas del tabaquismo y el alcoholismo en hombres y mujeres en 30 países europeos en los años más cercanos a 2005.
Las muertes relacionadas con el tabaquismo incluían cánceres del tracto respiratorio, enfermedad arterial coronaria, ictus y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Aquellas muertes relacionadas con el alcohol incluían enfermedad hepática crónica y cánceres de garganta y esófago así como psicosis alcohólica y violencia.
La proporción de diferencia en las tasas de mortalidad de hombres y mujeres atribuibles al tabaquismo y al alcohol se calculó en todos los países dividiendo la diferencia de género en cada causa mediante la diferencia de género en todas las causas.
La mortalidad de todo tipo era superior en hombres que en mujeres pero el exceso en las muertes masculinas variaba de forma considerable en los países estudiados, de un 188 por 100.000 de la población al año en Islandia a un 942 por 100.000 en Ucrania.
La mayoría de países con una diferencia de género de más del 400 por 100.000 estaban en Europa del Este, pero otros lugares como Bélgica, España, Francia, Finlandia y Portugal mostraban las diferencias de género más amplias.
Había una diferencia de hasta ocho veces entre los países con la tasa de mortalidad masculina más baja derivada del alcohol, Islandia con un 29 por 100.000, y la más alta en Lituania con 253 por 100.000.
Las muertes relacionadas con el alcohol eran particularmente altas entre los hombres en los países de Europa del Este pero eran muy superiores también entre las mujeres.
De forma global, la proporción de muertes atribuibles al alcohol variaba entre un 20 y un 30%.
Pero a pesar de las grandes diferencias de género en el consumo de alcohol en Europa y la gran variación en las muertes relacionadas con su ingesta, existían menos muertes que las causadas por el tabaquismo.
Existía una diferencia de cinco veces entre los países con las menores tasas de mortalidad masculina (Islandia con el 97 por 100.000) atribuibles al tabaquismo y aquellos con las mayores (Ucrania con un 495 por 100.000).
El tabaquismo estaba tras el 40 a 60% de la diferencia de género en todos los países, excepto Dinamarca, Portugal y Francia, donde era menor, y Malta, donde era mucho mayor (74%.
Los grandes cambios producidos en el nivel de tabaquismo de la población y en la magnitud de la diferencia de género en el tabaquismo, deberían contribuir a menores diferencias en la mortalidad dependiendo del género durante las próximas décadas.