Fumar un paquete al día en 40 años, quintuplica el riesgo de muerte en quirófano
Fumar una cajetilla diaria durante 40 años quintuplica el riesgo de morir durante una intervención quirúrgica, además de triplicar la posibilidad de sufrir complicaciones postoperatorias.
Así afirma un estudio pionero realizado en 59 hospitales y clínicas coordinado por la Sociedad Catalana de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor.
El jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), Jaume Canet, ha explicado que este riesgo es acumulable con el paso del tiempo, y tan solo se limita si se deja de fumar.
El problema es el mismo para los fumadores que consumieron dos paquetes de tabaco durante 20 años –en vez de un paquete durante 40–. "Lo que pesa es el acumulado".
"El problema son los fumadores jóvenes de entre 35 y 40 años" que, si siguen fumando, cuando tengan 60 y pasen por quirófano tendrán una posibilidad de morir de un 6% frente a un 1,4% de los no fumadores.
El proyecto ‘Evaluación del riesgo anestésico asociado a tabaquismo en Catalunya’ (Ariscat), analizó durante 2006 más de 200 parámetros diferentes de una muestra representativa del medio millón de catalanes que pasan anualmente por quirófano.
El estudio, financiado con la recaudación de La Marató de la televisión pública TV3 –que en 2006 se destinó a las enfermedades respiratorias–, ha identificado siete parámetros que, en caso de padecerse, amplían la posibilidad de sufrir complicaciones.
Los pacientes que tienen más de 80 años, sufren anemia, son intervenidos de una operación de tórax o abdomen.
Están en quirófano durante más de dos horas, se operan de urgencia, tienen infecciones respiratorias y presentan saturación arterial de oxígeno, predicen en más de un 90% los casos de los pacientes que se complicarán.
El 20% de los pacientes que durante la intervención sufren algún tipo de complicación mueren antes de los 30 días tras salir del quirófano.
Algunos riesgos evitables
Los datos demuestran que hay complicaciones evitables, como serían operar a alguien con anemia o a pacientes que en los días previos hayan sufrido algún resfriado.
Los datos objetivos pueden ser observables de forma rutinaria, si necesidad de pruebas adicionales.
Por lo que el anestesiólogo ha considerado que la reprogramación de operaciones en base a algunos condicionantes, modificando los protocolos, podría permitir reducir riesgos.
La novedad del proyecto radica en que, por primera vez, se cuantifica cada uno de estos riesgos, por lo que el estudio se ampliará a partir de enero al conjunto de Europa con una investigación en más de veinte países.
Las cifras muestran también que seis de cada diez catalanes que se operan tienen sobrepeso u obesidad. La probabilidad de morir en una operación es de 1,4% de promedio a los 30 días, y de un 2,4% a los 90.