La migraña,el tabaco y los anticonceptivos elevan 16 veces el riesgo de ictus
Las mujeres que padecen migraña, fuman y toman anticonceptivos orales tienen dieciséis veces más posibilidades que el resto de sufrir un ictus, una enfermedad que representa la primera causa de mortalidad en las españolas.
Así lo ha indicado José Álvarez Sabín, coordinador del grupo de estudio de enfermedades cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la celebración hoy del Día del Ictus, dedicado este año a las mujeres bajo el lema "Un nombre, demasiadas caras".
El ictus, nombre por el que se reconocen las enfermedades del cerebro provocadas por problemas de circulación sanguínea, es "una de las mayores amenazas que se ciernen sobre la mujer", ha subrayado el doctor. En ellas es más frecuente, provoca más muertes, se detecta más tarde y les deja peores secuelas que a los hombres, según un registro de más de 11.000 pacientes atendidos en el Hospital Universitario Vall d´Hebrón de Barcelona.
Por otra parte, los datos del INE revelan que el ictus es la primera causa de mortalidad en la mujer española, con más de 19.000 fallecimientos al año. La mayor esperanza de vida de las mujeres explica que a partir de los 75 años sea mucho más frecuente en ellas, además de más grave y con una probabilidad de quedar dependientes tres veces mayor que en los hombres.
De hecho, ha apuntado el experto, es "muy superior" el número de féminas que requieren ser institucionalizadas a los tres meses de sufrir un infarto cerebral y, al cabo de cinco años, también es más común la irrupción de un segundo ictus y de trastornos depresivos. Álvarez Sabín ha hecho hincapié en la necesidad de ser atendido en las primeras seis horas del ataque pero, en la actualidad, tan sólo el 50 por ciento de los afectados ingresa en el periodo recomendado y, en esa otra mitad, hay más mujeres que hombres.
La explicación que ha aportado este especialista es que las mujeres presentan los síntomas de alarma clásicos con menor frecuencia, tales como pérdida de fuerza, sensibilidad de medio cuerpo, dificultad para hablar y entender, pérdida súbita de la visión y un intenso dolor de cabeza. Además, muchas viven solas porque son viudas y eso repercute en que acudan más tarde o no cumplan a rajatabla el tratamiento, y está igualmente constatado que los estudios que evalúan la gravedad del ictus se realizan con menor frecuencia en mujeres.
Tampoco salen mejor paradas las jóvenes porque entre los quince y 35 años, periodo que coincide con la maternidad, siguen siendo las más afectadas y el riesgo se eleva hasta dieciséis veces si tienen migraña, fuman y consumen anticonceptivos orales.