Una vez drenado adecuadamente, el absceso suele desaparecer en unos días. Cualquier enfermedad subyacente determinará el resultado global de la enfermedad. Los abscesos recurrentes, especialmente los de la piel, reaparecen bien sea porque una alteración o por un defecto del sistema inmune, o por un crecimiento excesivo de estafilococos. El paciente debe consultar al médico para el tratamiento con el que lavar las zonas afectadas de la piel y el tratamiento para erradicar la colonización.

Si el absceso se rompe en las zonas cercanas o si el agente infeccioso entra en el flujo sanguíneo, es probable que se produzcan consecuencias graves. Los abscesos en y alrededor de los senos nasales, boca, oídos y cuero cabelludo pueden transmitir la infección al cerebro. Los abscesos en la cavidad abdominal, como en el hígado, pueden romperse en esa cavidad. El envenenamiento de la sangre, o septicemia, es una infección que se ha extendido por el torrente sanguíneo y luego se ha extendido por todo el organismo. Estas son situaciones de emergencia y el paciente debe ser visto por un médico tan pronto como sea posible.

Es importante saber que los abscesos en la mano pueden ser más graves de lo que podría parecer. Debido a la compleja estructura y la importancia primordial de la mano, cualquier infección de las manos debe ser tratada con prontitud y de manera competente.