Los tipos más comunes de abscesos son:

• Forúnculos y carbunclos: Las glándulas sebáceas y la superficie de la piel son generalmente los lugares infectados
• Absceso dental: Se desarrolla en la raíz de un diente
• Absceso pilonidal: Las personas con un defecto congénito con una pequeña abertura en la piel justo encima del ano pueden tener bacterias fecales causando una infección y un absceso posterior
• Absceso retrofaríngeo parafaríngeo y periamigdalino: Como resultado de infecciones de garganta como faringitis estreptocócica y amigdalitis, las bacterias invaden los tejidos más profundos de la garganta y causan un absceso
• Absceso de pulmón: Durante o después de una neumonía puede desarrollarse un absceso
• Absceso hepático: Bacterias, parásitos o amebas de los intestinos pueden propagarse por la sangre hasta el hígado y causar abscesos
• Absceso del músculo psoas (músculo que se encuentra en la cavidad abdominal y en la parte anterior del muslo): Se puede desarrollar un absceso en los músculos psoas si se extiende una infección desde el apéndice, el intestino grueso o las trompas de Falopio
• Cualquier bacteria que se alimente de sangre puede estimular la producción de pus (organismos piógenos) y producir abscesos en muchos sitios