Amiloidosis Tratamiento
El objetivo del tratamiento es detener o reducir el ritmo de producción de la proteína amiloide, eliminar los actuales depósitos de amiloides, aliviar los trastornos subyacentes (que dan lugar a la amiloidosis secundaria) y aliviar los síntomas causados por daños al corazón o el riñón.
Para evaluar el estado médico del paciente y los efectos de la amiloidosis en cada parte del organismo se reúnen cardiólogos, hematólogos, nefrólogos, neurólogos y reumatólogos.
La colchicina, la prednisona y otros medicamentos anti-inflamatorios pueden reducir o detener la progresión de la enfermedad.
Los trasplantes de médula ósea y células madre pueden permitir que los pacientes toleren dosis más altas y eficaces de melfalán y otros medicamentos de quimioterapia prescritos para combatir esta enfermedad no maligna.
La cirugía puede aliviar la presión del nervio y corregir otras condiciones que producen síntomas. Los depósitos localizados de amiloides también se pueden extirpar quirúrgicamente.
La diálisis o trasplante renal puede prolongar y mejorar la calidad de vida de pacientes cuya amiloidosis resulta en insuficiencia renal. Rara vez se realizan trasplantes de corazón.