El posible tratamiento para la anorexia nerviosa va a estar condicionado por el estadio en el que se encuentre el paciente y sus circunstancias. En estadíos muy avanzados es imprescindible la hospitalización para un tratamiento eficaz, debido a que la pérdida de peso descontrolada puede afectar al correcto funcionamiento de los órganos, pudiendo existir, incluso, un riesgo vital. En estos casos puede estar indicada la alimentación por vía intravenosa o por sonda.

En casos menos severos el tratamiento es mixto, psiquiátrico y nutricional. Lo prioritario es la recuperación de los parámetros nutricionales adecuados. Por otra parte, la psicoterapia juega un papel importante de cara a lograr una recuperación progresiva. 

En ocasiones es útil hacer psicoterapia familiar vinculando en la terapia a todos los integrantes del núcleo familiar, ya que ellos van a constituir uno de los pilares del tratamiento de estos pacientes a la hora de superar la enfermedad. La recuperación nutricional en el caso de la anorexia nerviosa trata de lograr un peso mínimo, que la paciente debe alcanzar en varias etapas para evitar déficits nutricionales. Lo normal es un incremento de entre 0,2 a 0,75 kg a la semana hasta corregir la desnutrición.

Habitualmente se le deja a la paciente que lo consiga mediante la alimentación  normal, pero en los casos en que continúa la pérdida de peso, poniendo en peligro su vida, es necesario ingresar al paciente en un hospital para instaurar un soporte nutricional.

El tratamiento debe ser psicoterapéutico y con apoyo, en los casos en que sea necesario, de tratamiento médico-farmacológico; muchas veces resulta imprescindible el ingreso del paciente para la recuperación del peso.