Anosmia es la pérdida o disminución del sentido del olfato. La ageusia  es la pérdida  del sentido del gusto. Los pacientes que realmente tienen anosmia pueden quejarse de ageusia, aunque mantienen la capacidad de distinguir los sabores salado, dulce, agrio y amargo.

De los cinco sentidos, el olfato ocupa el cuarto lugar en importancia para los seres humanos, aunque es mucho más pronunciado en otros animales. El gusto, considerado el quinto sentido, es sobre todo el olor de la comida en la boca. El sentido del olfato se origina en los nervios olfatorios, que se asientan en la base de los lóbulos frontales del cerebro, justo detrás de los ojos y por encima de la nariz. La inhalación de sustancias químicas en el aire estimula estos nervios.

Hay otras alteraciones del olfato aparte de una disminución. Los olores pueden ser distorsionados, intensificados o ser alucinaciones. Estos cambios suelen indicar un mal funcionamiento del cerebro.