El primer paso en el diagnóstico de la artritis es una reunión entre el médico y el paciente. El médico revisará la historia de los síntomas, examinar las articulaciones de la inflamación y deformidad.

El especialista médico realizará un examen al paciente sobre su historial familiar y realizará también un estudio de otras zonas que normalmente se relacionen con la enfermedad. Prestará especial atención a signos de enfermedades que pueden afectar otras áreas del cuerpo.

Además, Se van a realizar análisis de la sangre, de la orina y de los líquidos de las articulaciones. Se puede someter al paciente a pruebas de rayos X.

El diagnóstico se basa en el patrón de los síntomas, la distribución de las articulaciones inflamadas y la sangre y los resultados de cualquier radiografía. Es posible que sean necesarias varias visitas antes de que el médico pueda estar seguro del diagnóstico. Un médico con formación especial en artritis y enfermedades relacionadas, es decir un reumatólogo es el especialista al que debemos acudir.

Según la artritis que esté cursando cada paciente puede tener unas molestias u otras con una mayor  o menor virulencia. Sin embargo muchas personas padecen artritis y desconocen que la padecen.

El diagnóstico temprano puede ser de gran ayuda para evitar daños irreversibles en el paciente. Con programas de ejercicio y de descanso adecuado, los medicamentos, la terapia física y las opciones de la cirugía pueden idealizar a los resultados a largo plazo para las personas con artritis.