Artrosis Síntomas
La artrosis también puede afectar a articulaciones que han sido previamente dañadas por un sobreuso prolongado, por una infección o por una enfermedad reumática previa. Los pacientes con artrosis padecen dolor y deterioro funcional. Todas las personas de más de setenta y cinco años tienen, al menos, una articulación afectada.
Las alteraciones que conducen a la degeneración del cartílago articular y a la pérdida de su funcionalidad no se conocen con precisión.
El síntoma fundamental de la artrosis es el dolor, variable según la severidad y la localización de la enfermedad. Es un dolor de tipo mecánico, que se desencadena por el movimiento y que mejora con el reposo; si se asocia a inflamación, el dolor persiste en reposo. Las articulaciones afectadas suelen tener, sobre todo después de inmovilizaciones prolongadas, cierta rigidez y limitación en la amplitud de los movimientos, debido a las deformidades óseas y al espasmo muscular.
Si la articulación que padece la enfermedad es accesible a la palpación es frecuente poder apreciar, con la movilización, crujidos articulares. Si no hay inflamación secundaria, la tumefacción y el dolor a la palpación son discretos y no se aprecia aumento de la temperatura local.