Cáncer Evolución del cáncer
Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer es una situación inesperada que supone un cambio importante en la vida. El enfermo pasa de ser una persona más o menos sana, con sus ocupaciones y sus problemas cotidianos, a ser una persona con una seria enfermedad. La forma en que el cáncer afecta a cada persona es diferente.
Cada persona tiene una forma de ser, un modo de hacer frente a los problemas, un conjunto de creencias y valores, y una forma determinada de ver el mundo, y por tanto, única será la forma en que cada uno afrontará la enfermedad. Hay tantas reacciones como personas.
Aunque las reacciones de cada persona son diferentes, las emociones que sentimos las personas ante estas situaciones suelen ser comunes a todos nosotros.
La mayoría de las personas diagnosticadas de cáncer sufren un shock emocional al recibir el diagnóstico; nadie está preparado para recibir esta noticia. Necesitamos tiempo para asumir lo que está pasando.
Algunas personas se ponen muy nerviosas, agitadas, irascibles, otras se sienten tremendamente tristes, o se encierran en sí mismas. El enfermo puede experimentar, entre otros sentimientos, tristeza, cólera, miedo, confusión y desesperanza.
Tras el diagnóstico, las personas sentimos miedo, a sufrir, al futuro… y rabia. No es raro que las personas se pregunten si se van a morir, por qué le ha ocurrido a ellos o por qué la vida les ha tratado así. Es totalmente normal hacerse estas preguntas.
Se puede sentir desesperanzado y triste. Es normal, sin duda es difícil sentirse optimista en una situación así.
La sensación de incertidumbre e inseguridad respecto a lo que pueda ocurrir es la sensación que probablemente caracteriza mejor que ninguna otra la experiencia de padecer un cáncer.
También es frecuente sentirse culpable por no haberse dado cuenta antes, por haber podido hacer algo que provocase el cáncer. Es muy importante que recuerde que el cáncer no es culpa suya, ya que la enfermedad es consecuencia de la combinación de múltiples factores.
Es importante no confundir estas reacciones y temores con un problema psicológico. Recuerde que todas estas emociones son normales y poco a poco se irán debilitando, son parte del proceso de adaptación.
No olvide que las tasas de supervivencia en el tratamiento del cáncer son cada vez más elevadas; cerca de 8.4 millones de personas con cáncer viven en este momento.