La candidiasis bucal es rara vez un problema para niños y adultos sanos, aunque la infección puede reaparecer incluso después de haber sido tratada. Para las personas con sistemas inmunes comprometidos, sin embargo, las aftas pueden ser más graves.

Si tiene el VIH, puede tener síntomas graves, especialmente en la boca o el esófago, que puede hacer que comer sea doloroso y difícil. Si la infección se propaga a los intestinos, dificulta recibir una nutrición adecuada. Además, la candidiasis es probable que se propague a otras partes del cuerpo si tiene cáncer u otras condiciones que debilitan el sistema inmunológico. En ese caso, las zonas más proclives a ser afectadas son el tracto digestivo, los pulmones y el hígado.