Cuando se trata el carcinoma epidermoide a tiempo, generalmente no causa problemas. Aunque esto es poco frecuente, el carcinoma epidermoide no tratado puede destruir el tejido sano alrededor del tumor diseminándose a los ganglios linfáticos u otros órganos y en ocasiones pueden ser fatales.

Las personas que han tenido trasplantes de órganos, leucemia linfocítica crónica o el VIH/SIDA son mucho más propensas a tener una forma agresiva de carcinoma epidermoide que las personas sanas.

Los carcinomas epidermoides con mayor riesgo de complicaciones son:

• Los tumores en los labios y las orejas: Los carcinomas epidermoides en estos lugares tienen más probabilidad de propagarse a otros sitios o reaparecer después del tratamiento
• Tumores grandes: Los carcinomas epidermoides que miden más de 2cm tienen también más probabilidades de diseminarse que los tumores más pequeños
• Tumores profundos: Los carcinomas epidermoides que han invadido profundamente los músculos, cartílagos o huesos es más probable que se repitan