Además del historial médico completo y de controlar la zona de la piel afectada, el médico puede extraer una muestra pequeña de la piel (biopsia) para examinarla con un microscopio. A menudo la biopsia se envía a un patólogo con experiencia en el diagnóstico de muestras de piel.

La biopsia de un sospechoso carcinoma epidermoide se suele realizar raspando las capas superiores de la piel con una cuchilla quirúrgica. Los tumores que se han diseminado más profundamente en la piel pueden ser parcial o totalmente extirpados (biopsia por incisión o escisión). Debido a que todas las biopsias son propensas a dejar una pequeña cicatriz, hable con el médico sobre los tipos de biopsias y su potencial de cicatrización antes de someterse al procedimiento.