Cirrosis biliar primaria Diagnóstico
Muchas personas con cirrosis biliar primaria no tienen síntomas de la enfermedad cuando son diagnosticadas inicialmente. En realidad, los médicos suelen tomar conciencia del problema durante análisis de sangre rutinarios o en una evaluación para tratar otra enfermedad.
Si el médico sospecha de cirrosis biliar primaria, varias pruebas pueden ayudar a realizar el diagnóstico, como:
- Pruebas de función hepática: Esta prueba mide los niveles de las enzimas que pueden indicar una enfermedad hepática en general y lesiones del conducto biliar en particular. Los niveles de ciertas enzimas hepáticas son elevados en la mayoría de personas con cirrosis biliar primaria, especialmente la fosfatasa alcalina que se produce en los conductos biliares
- Ultrasonido: Esta prueba no invasiva utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes precisas de las estructuras dentro del organismo, como los conductos biliares. A veces se usa para descartar otras causas de obstrucción del flujo biliar, como tumores o cálculos biliares
- Anticuerpos anti-mitocondriales: Las moticondrias se encuentran en cada célula, son las principales productoras de energía del organismo. Los anticuerpos son proteínas de la sangre que ayudan a destruir las bacterias y otros patógenos dañinos. La mayoría de las personas con cirrosis biliar primaria tiene anticuerpos anti-mitocondriales (los anticuerpos que van a por las enzimas de las mitocondrias. Estos anticuerpos casi nunca ocurren en personas que no tienen cirrosis biliar primaria, incluso si tienen otros trastornos del hígado. Por esa razón, una prueba positiva de anticuerpos anti-mitocondriales se considera un indicador muy fiable de la enfermedad. Al mismo tiempo, un pequeño porcentaje de personas con cirrosis biliar primaria no tienen estos anticuerpos. También se pueden dar falsos resultados positivos, que indican un problema donde no lo hay. Los médicos suelen realizar una biopsia hepática, que definitivamente confirma la presencia o ausencia de la enfermedad
- Biopsia hepática: En esta prueba se extrae una pequeña muestra de tejido del hígado y se examina en un laboratorio, ya sea para confirmar el diagnóstico o para determinar la etapa de la enfermedad. Los médicos retiran el tejido a través de una pequeña incisión con una aguja fina. Los médicos pueden tomar más biopsias hepáticas con el tiempo para comprobar la progresión de la enfermedad
- Imágenes por resonancia magnética y elastografía por resonancia magnética. La imagen por resonancia magnética es una prueba de imagen de uso frecuente que utiliza un poderoso campo magnético y ondas de radio para producir imágenes detalladas dentro del organismo. Cuando se hace para diagnosticar la cirrosis biliar primaria, la resonancia magnética puede usarse para detectar anomalías en el hígado. La elastografía es una prueba relativamente nueva que puede ayudar al médico a diagnosticar la cirrosis biliar primaria y puede ayudar a evitar la necesidad de una biopsia hepática, que es más invasiva. Funciona mediante la combinación de imágenes tradicionales de resonancia magnética con sonidos de baja frecuencia de las ondas. El componente de resonancia magnética muestra el tamaño y la estructura de los tejidos y órganos. Luego, las ondas de sonido de baja frecuencia ayudan a revelar las propiedades físicas de los tejidos y órganos. La rigidez del hígado puede indicar cirrosis
– Diagnóstico precoz
En algunos casos, los médicos son capaces de descubrir precozmente si una persona está en riesgo de cirrosis biliar primaria. Algunas investigaciones han demostrado que los familiares de primer grado de personas con cirrosis biliar primaria tienen más probabilidad de tener anticuerpos en la sangre que aumentan el riesgo de la enfermedad. Si tiene un pariente de primer grado que tiene cirrosis biliar primaria, el médico puede examinarle y buscar los anticuerpos. El médico puede vigilarle más de cerca y ser capaz de proporcionar un tratamiento más temprano, si desarrolla la enfermedad. El tratamiento temprano es importante y puede ayudar a retardar la progresión de la enfermedad.