Una de las muchas funciones del hígado es procesar el alcohol que se ingiere. El hígado puede manejar cierta cantidad de alcohol, pero si se toma en gran medida esto puede poner presión sobre el hígado.

El hígado suele ser capaz de repararse y renovarse. Sin embargo, cuando las células se vuelven demasiado dañadas, no es capaz de hacerlo y el hígado se cicatriza permanentemente. La cicatrización ocurre de manera progresiva, por lo general durante muchos años y con el tiempo se detiene la función correcta del hígado.

La cirrosis hepática alcohólica generalmente es causada por muchos años de consumo excesivo de alcohol. No hay una cantidad específica de alcohol que cause cirrosis y las cantidades que pueden causar daños en el hígado varían de persona a persona. Esto no sólo afecta a las personas que tienen una adicción al alcohol. Si es un bebedor social o se corre grandes borracheras ocasionales, también tiene un mayor riesgo de contraer cirrosis.