Clamidia Tratamientos de clamidia
Los tratamientos asociadas a la enfermedad de la clamidia, están dirigidos a eliminar del organismo la bacteria causante de la enfermedad y minimizar los signos y síntomas durante el tiempo en que su erradicación se lleva a cabo.
Los tratamientos médicos más utilizados para controlar la infección por la clamidia son con antibióticos recetados, tales como azitromicina, doxiciclina o eritromicina.
El médico generalmente prescribe estos antibióticos en pastillas para ser tragado. El paciente puede acceder a una multitud de formas de consumo de medicamentos, en forma de monodosis diaria, varias dosis diarias o durante un período de tiempo.
En la mayoría de los casos, la infección se resuelve en una o dos semanas. Durante ese tiempo el paciente debe abstenerse de tener relaciones sexuales.
La pareja o parejas sexuales también necesitan tratamiento, aunque pueden no tener signos o síntomas. De lo contrario, la infección puede transmitirse de ida y vuelta. Es posible volver a infectarse con clamidia.