Claudicación intermitente Causas
La claudicación intermitente se produce como consecuencia de la obstrucción progresiva de las arterias que nutren las extremidades, por lo que disminuye el aporte necesario para satisfacer adecuadamente el aumento de la demanda de flujo sanguíneo que se produce al realizar cualquier tipo de actividad exigente en términos de circulación sanguínea.
Por lo general la mayoría de los casos de claudicación intermitente están relacionados con la arteriosclerosis obliterante, que es la responsable del 95% de las obstrucciones arteriales, que limitan la irrigación de los tejidos durante la práctica de ejercicio físico, de intensidad moderada o alta. Se caracteriza por las lesiones localizadas en las paredes de las arterias, denominadas “placas de ateroma”.
Con el paso del tiempo y la evolución de la enfermedad, las obstrucciones en las vías sanguíneas van evolucionando también y poco a poco se van agrandando en las paredes de las arterias, disminuyendo de esta manera el diámetro de las vías sanguíneas, y provocando una mayor dificultad para circular correctamente la sangre y llevar oxígeno a los músculos. La deficiencia en el flujo sanguíneo al tejido muscular es la principal causa de la claudicación intermitente. Al disminuir el aporte de oxígeno, el músculo produce ácido láctico, que es en parte responsable del dolor.