Claudicación intermitente Diagnóstico
Para el diagnóstico de este trastorno, puede ser suficiente con una correcta historia clínica, en la cual el médico le preguntará sobre los síntomas y antecedentes de algunas enfermedades que el paciente o sus familiares cercanos han presentado.
Posteriormente se van a realizar una serie de pruebas físicas, donde las pulsaciones del paciente, la duración del ejercicio y la intensidad son algunos de los valores más importantes para poder determinar si el paciente padece o no la enfermedad.
Se va a tomar el pulso al paciente en diferentes estados, tanto en reposo como en intensidad de ejercicio variable, y en diferentes zonas del cuerpo, para calibrar la variación de las pulsaciones entre los estados de ejercicio y entre la capacidad de irrigación del organismo del paciente.
En caso de oclusión de una arteria, el paso de la sangre por las arterias se sentirá con menor intensidad en esa zona. Otra prueba de la exploración física consiste en la auscultación de los posibles vasos afectados, en los que puede aparecer un soplo por la obstrucción al flujo normal de sangre.
Como pruebas complementarias que apoyen o confirmen el diagnóstico se pueden realizar estudios como la ecografía, exámenes encargados de evaluar mediante ondas sonoras el grado de oclusión arterial.
También puede emplearse la oximetría la cual consiste en medir los niveles de oxígeno de la sangre. En ese caso en particular encontrará que los niveles de oxígeno estarán disminuidos en la región distal a la obstrucción.