El virus responsable de los condilomas se llama virus del papiloma humano (VPH). Este virus puede causar verrugas en el pene, la vulva, la uretra, la vagina, el cuello uterino y alrededor del ano.

La infección por el virus del papiloma humano alrededor de los genitales es común, aunque la mayoría de personas no tienen síntomas. Incluso si no hay síntomas, debe tratarse para evitar complicaciones y el contagio de la afección a los demás.

Hay más de 70 tipos diferentes de VPH. Varios tipos están asociados con condilomas. Otros tipos están asociados con verrugas comunes o verrugas planas en otros lugares de la piel. Se han encontrado algunos tipos que causar el cáncer de cuello uterino y de la vulva.

 El VPH se desarrolla bien en la zona húmeda genital. Los condilomas en genitales externos se reconocen fácilmente. Son lesiones elevadas, de color carne que pueden estar en grupos o por separado. Si no se tratan, los condilomas pueden crecer rápidamente, tomando una apariencia de “coliflor”.

En las mujeres, el VPH puede invadir la vagina y el cuello uterino. Estas verrugas son planas y no se ven fácilmente sin procedimientos especiales. Dado que el VPH puede conducir a cambios cancerígenos y cambios precancerosos en el cuello uterino, es importante que esta afección se diagnostique y trate. Las citologías vaginales son esenciales para detectar el VPH u otros cambios anómalos relacionados con este virus. Tener al mismo tiempo el VPH y el virus del herpes supone un mayor riesgo de contraer cáncer de cuello uterino.