Un moretón en sí misma no suele requerir tratamiento médico. A menudo se recomienda la aplicación de hielo durante las primeras 24 horas después de la lesión para reducir la aparición de moretones. Después se recomienda, sobre todo, la aplicación de calor húmedo para aumentar la circulación y la curación de los tejidos lesionados. El reposo, la elevación de la parte afectada y un vendaje de compresión también retrasan la acumulación de sangre. En raras ocasiones, si un golpe es tan grande que el cuerpo no es capaz de absorberlo por completo o si el sitio se infecta, puede tener que ser extirpado quirúrgicamente.

Debe acudir al médico siempre que aparezcan zonas extensas de hematomas por accidentes o cuando estos no se curan a tiempo (de siete a 10 días). También debe acudir al médico si aparecen hematomas en lugares poco usuales en el cuerpo como en la espalda o alrededor de los ojos o las muñecas. Estas lesiones suelen ser síntomas de abusos.