Cor pulmonale Causas
El organismo está diseñado de tal manera que la parte derecha del corazón recibe toda la sangre sin oxigenar que tiene en circulación por su cuerpo el paciente, debido a que esa sangre ya ha recorrido un largo camino el volumen de sangre es muy elevado pero la presión con la que llega al corazón es menor y por tanto esta parte del corazón tiene unas paredes finas y distensibles que se adaptan al volumen de sangre que entra.
El volumen sanguíneo que recibe la parte derecha del corazón es bombeado por el ventrículo derecho a la arteria pulmonar, para que esta sangre sin oxígeno, se oxigene en los pulmones y sea enviada de nuevo a la circulación normal.
Cuando existe algún problema en la arteria pulmonar o alguna enfermedad del pulmón, la presión va en aumento provocando como consecuencia un sobre esfuerzo para el corazón, que tiene dificultades para bombear la sangre, debido a su anatomía de paredes finas. Las paredes no pueden contrarrestar el aumento de la resistencia y se produce un fallo en el funcionamiento.
Como consecuencia directa de este fallo en el funcionamiento, el ventrículo derecho aumenta de volumen dilatándose y aumentando sus paredes en lo que a masas muscular se refiere.
Se produce entonces una situación de insuficiencia cardiaca en la cual comienza una bajada del volumen de sangre que circula por el torrente sanguíneo y por tanto que llega a las células.
El cor pulmonale puede ser secundario como consecuencia de una gran variedad de enfermedades cardiopulmonares. Puede aparecer tras una enfermedad pulmonar aguda como una embolia pulmonar o, mucho más frecuente, ser consecuencia de una enfermedad pulmonar crónica.
La causa más frecuente de cor pulmonale es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica pero cualquier enfermedad pulmonar puede provocar un cor pulmonale como el asma, la fibrosis quística, la apnea del sueño o la hipertensión pulmonar primaria, entre otras.