Los síntomas de la demencia vascular pueden variar, dependiendo de la parte del cerebro que está afectada. Las personas con demencia vascular pueden experimentar:

• La confusión y la agitación
• Problemas con la memoria
• Marcha inestable
• Frecuencia urinaria de urgencia, o incontinencia
• Problemas para conciliar el sueño
• Depresión
• Una disminución en la capacidad de organizar pensamientos o acciones
• Dificultad para planificar el futuro
• Problemas para comunicar detalles secuencialmente
• Pérdida de la memoria
• Mala atención y concentración

Los síntomas de la demencia vascular a menudo comienzan súbitamente y pueden empeorar de forma gradual, tras una serie de accidentes cerebrovasculares o miniderrames. 

Sin embargo, algunas formas de demencia vascular se desarrollan gradualmente y pueden confundirse fácilmente con la enfermedad de Alzheimer.

Si se padecen los síntomas de la confusión presentes en muchas enfermedades, se puede padecer la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular juntas. De hecho, algunos científicos creen que es más común de estos dos trastornos que ocurren juntos que separados.