El tratamiento puede estar dirigido a extraer el líquido, evitando que se vuelva a acumular o abordar la causa subyacente.

Se puede realizar una toracocentesis terapéutica si la acumulación de líquido es considerable y causa presión, dificultad para respirar o niveles bajos de oxígeno. La extracción del líquido permite que el pulmón se expanda, facilitando la respiración. La meta es tratar la causa subyacente del derrame.

Por ejemplo, los derrames pleurales por insuficiencia cardíaca congestiva se tratan con diuréticos y otros medicamentos que tratan la insuficiencia cardíaca. Los derrames pleurales por infección se tratan con los antibióticos apropiados. En pacientes con cáncer o infecciones, el derrame se trata con una sonda pleural durante varios días para drenar el líquido. En algunos casos se puede utilizar quimioterapia, radioterapia, cirugía o la instilación del medicamento en el tórax para prevenir la acumulación de líquido después del drenaje.