La apariencia general, el comportamiento, la distribución de grasa corporal y la función de los órganos pueden alertar al médico sobre la presencia de desnutrición. El médico les puede pedir a los padres que registren lo que come el niño durante un período determinado. Una radiografía o una tomografía computarizada pueden determinar la densidad ósea y revelar alteraciones gastrointestinales, del corazón o daño pulmonar.

Se realizan análisis de sangre y orina para medir los niveles de vitaminas, minerales y productos de desecho. El estado nutricional también se puede determinar:

• Comparando el peso del niño con tablas de referencia
• Calculando el índice de masa corporal según una fórmula que divide la altura por el peso
• Midiendo el espesor del pliegue de piel o la circunferencia de la parte superior del brazo