El diagnóstico debe sospecharse en cualquier paciente con un aumento repentino de la sed y de la micción. El análisis de orina revelará orina muy diluida, compuesta principalmente de agua sin solutos. El análisis de sangre revelará la sangre muy concentrada, alta en soluto y baja en volumen de líquido.

Se puede realizar una prueba de privación de agua, que requiere que el paciente deje de ingerir líquidos. El paciente se pesa antes de comenzar el ensayo y la orina se recoge y se examina cada hora. La prueba se detiene si:

• El paciente ha perdido más del 5% de su peso corporal original
• El paciente ha llegado a ciertos límites de la presión arterial y aumento del ritmo cardíaco
• La orina ya no cambia significativamente de una muestra a otra en términos de concentración de solutos

El siguiente paso de la prueba consiste en inyectar una forma sintética de la hormona antidiurética, examinando la última una muestra de orina 60 minutos más tarde. La comparación de la osmolaridad del plasma y la orina permite al médico diagnosticar diabetes insípida central, nefrógena, parcial o polidipsia psicógena.