Una elevación de los niveles de azúcar en la sangre puede ser debido a una falta real de insulina o de una deficiencia relativa de la misma, por ejemplo, por resistencia de las células a su actividad. Sin insulina, los pacientes con diabetes mellitus pierden glucosa en la orina, lo que a su vez conduce a una pérdida excesiva de líquidos y sales en la misma, produciendo deshidratación y otras complicaciones metabólicas graves.

La falta de insulina provoca también dificultades en el almacenamiento de grasas y proteínas, junto con la desaparición de las reservas existentes de las mismas. Estas alteraciones dan lugar a un trastorno denominado cetoacidosis diabética, con la liberación de cetonas a la sangre. La cetoacidosis diabética se puede manifestar con síntomas como náuseas y vómitos. Sin tratamiento médico inmediato los pacientes con cetoacidosis diabética pueden entrar con rapidez en coma.

Son síntomas de la diabetes mellitus los mareos, confusión, debilidad, temblores…. Con el tiempo se produce un deterioro progresivo de algunos órganos, destacando los ojos, la función renal y el sistema nervioso.

Las complicaciones oculares asociadas a la diabetes son, sin duda, uno de los efectos más tardíos de la enfermedad. Se conocen con el nombre de retinopatía diabética y aparecen alrededor de 5 años después del inicio de la enfermedad.

Las complicaciones oculares pueden provocar problemas de asimilación de proteínas por parte del ojo lo que lleva a un problema de envejecimiento progresivo del ojo y de su función, pudiendo producirse un desprendimiento de retina.

Aproximadamente el 50% de los pacientes con diabetes mellitus desarrollarán algún grado de retinopatía diabética después de 10 años de instaurada la enfermedad, y el 80% de los diabéticos tiene retinopatía después de 15 años del inicio de la misma. Las cataratas y el glaucoma son también frecuentes en los diabéticos.

El daño renal por diabetes se conoce como nefropatía diabética, es una de las complicaciones más frecuentes, pudiendo cursar con diferente intensidad y gravedad. Se inicia con pequeñas filtraciones de proteínas a la orina y progresivamente aumenta su impacto en la función renal.

El daño al sistema nervioso como consecuencia de la diabetes se denomina neuropatía diabética y es también causado por el deterioro de los vasos sanguíneos. En esencia, el flujo de la sangre a los nervios se ve limitado, motivo por el cual, los nervios degeneran. 

El deterioro neurológico provoca un trastorno de la sensibilidad en los pies, así como, ardor, entumecimiento y dolor. Deberá utilizarse calzado adecuado u otro tipo de protección para prevenir complicaciones en los pies, tales como úlceras de origen neuro-vascular por la diabetes. Debido a los problemas circulatorios asociados a la diabetes, las lesiones de los pies son, a veces, difíciles de tratar.

Otra complicación es la disfunción eréctil, debido a un flujo sanguíneo insuficiente, como consecuencia del desarrollo de la diabetes, si bien, este síntoma es menos frecuente.

Pueden aparecer problemas intestinales relacionados con los trastornos neurológicos de los nervios que inervan el estómago y los intestinos.