Lactancia materna
El crecimiento y desarrollo de los ductos mamarios se produce por la acción de los estrógenos, la progesterona y la prolactina. Esta última controla la lactogénesis. La hormona del crecimiento, la insulina los glucocorticoides, la TRH, están implicadas en el desarrollo funcional de la mama.
En el postparto inmediato se produce una disminución de los niveles de estrógenos y progesterona, y esto lleva consigo la iniciación de la lactancia desencadenada por los altos niveles de prolactina que hay en ese momento. La succión del pezón estimula la secreción de prolactina y sus niveles aumentan cuando el recién nacido se pone al pecho, al igual que la secreción de oxitocina, favorecedora de la lactopoyesis.
La Asociación Española de Pediatría, aconseja dar el pecho cuando el bebe lo pida y hasta que se canse de mamar.
Los beneficios que tiene la lactancia materna, son entre otros, que reduce el riesgo de cáncer de mama, ovario y osteoporosis, con la lactancia el pecho va recuperando su forma fisiológica, y también la mujer va recuperando mejor su figura. En el niño los beneficios son más numerosos, reduce el riesgo de mortalidad y de infecciones, ya que potencia el sistema inmunológico, reduce el riesgo de enfermedades alérgicas y de desarrollar patologías autoinmunes.
Por último, con la lactancia materna se crea un vínculo afectivo muy especial entre madre e hijo.