Narcolepsia Episodios narcolépticos
Estos ataques pueden aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar. Por ello, a las personas que sufren narcolepsia no se les recomienda que realicen viajes largos, que desempeñen trabajos en los que utilicen máquinas peligrosas y que procuren descansar durante cortos periodos al día, así como dormir la siesta.
Asimismo, los estadios de sueño pueden durar minutos o, incluso, una hora, dependiendo de si la postura es cómoda o no. Posteriormente al ataque el individuo se levanta descansado hasta que le sobreviene otro.
Por otra parte, si la persona desempeña actividades monótonas como leer, ver la televisión, ir en autobús, escuchar música o después de una comida copiosa los ataques se repiten de modo más frecuente. La risa prolongada también puede provocar un nuevo episodio.
Otro de los componentes de la narcolepsia es la parálisis del sueño que consiste en episodios transitorios en los que la persona pierde la capacidad para moverse o hablar y generalmente ocurren durante el periodo de transición entre la vigilia y el sueño.
Como el paciente no puede mover las extremidades ni abrir los ojos, le provoca mucha ansiedad y miedo. Sin embargo, aunque estos episodios pueden durar hasta diez minutos, terminan espontáneamente. Si además, a la parálisis del sueño se unen alucinaciones hipnagónicas, que son experiencias perceptivas vívidas y que suelen ocurrir al inicio del sueño, la sensación de miedo y ansiedad se intensifica.
Durante estas alucinaciones se tiene la impresión real de que algo o alguien están presentes y pueden ser de tipo visual, táctil, motora o auditiva.