Vacaciones con niños
Carmen Pascual. Psicóloga psicomotricista. Directora de psicopráxis.
“Los padres deben tener su tiempo de descanso y diversión, igual que los niños”.
En ocasiones, las vacaciones pueden convertirse en un auténtico desafío. Para muchos padres, serán días sin descanso, dedicados a satisfacer las necesidades de los más pequeños, a controlar lo incontrolable. En el otro extremo, el de los niños, sin horarios programados ni obligaciones escolares, los mismos días podrán discurrir entre horas felices y momentos de aburrimiento, quejas y rabietas.
Para Carmen Pascual, Psicóloga psicomotricista y Directora del Centro Psicopráxis, “en lugar de un tiempo de descanso, las vacaciones pueden resultar un suplicio. En muchas ocasiones, los padres se encuentran con unos hijos que realmente no conocen y, cuando los intereses de todos no coinciden, es fácil que aparezca lo que conocemos como estrés vacacional”.
¿Son las vacaciones un buen momento para el reencuentro entre grandes y pequeños?
Las vacaciones son un buen momento de descanso, de cambio, de hacer otras cosas. Los niños necesitan menos tiempo para descansar; sin embargo, los padres, por el estrés acumulado durante el año, requieren de mayor tiempo y además, de otra forma de descanso. Por eso, sería importante que antes de irse de vacaciones, los padres tuvieran unos días de relax, para que al irse a compartir otro espacio, los padres y los hijos se reencuentren y lo disfruten.
¿Hay que estar preparado para las “vacaciones con niños” o es algo que se puede improvisar?
Los padres deben distribuir las vacaciones para tener “su tiempo” de descanso y diversión, al igual que los niños. Los niños, por tener más vacaciones, pueden ir a campamentos o tener otras actividades de ocio, por lo que tienen más facilidades. Pero, si los padres no se han ocupado de tener “su tiempo” antes de reunirse todos, se genera un gran estrés. Porque unos están cansados y otros descansados y con necesidades diferentes.
Sabemos que el juego es fundamental en el desarrollo del niño. ¿Las vacaciones son un buen momento para compartir juegos?
Las vacaciones son una época de convivencia, de encuentro, de comunicación familiar siempre que haya un respeto por las necesidades individuales y/o del grupo. Por otra parte, también son un tiempo de dedicación al cuerpo en libertad, de forma que, el ejercicio (y poder hacerlo al aire libre) ayudan a limpiar el cuerpo físico y el psicológico. Mediante el juego y la actividad física, se descargan las tensiones y se organiza la mente para un desarrollo más integrado.
¿Podríamos decir que el juego puede actuar como un “detector” que avisa sobre posibles problemas físico y psicológicos?
El juego es un descubridor de cómo los niños están evolucionando. En vacaciones, al estar más tiempo con ellos y observar su día a día, podemos apreciar más claramente sus dificultades y sus facilidades. Es en este tiempo cuando podemos ver la espontaneidad, la inhibición, sus miedos, las dificultades motrices, o la dificultad para generar amistades o compartir juegos con otros niños.
Enviar a los niños unos días a campamentos o colonias, ¿sirve para fomentar la independencia?
Es importante no forzar al niño a ir a colonias o campamentos porque no se hace independiente por separarse sino porque tiene necesidad de ir teniendo su tiempo y su espacio diferenciado de los adultos.
Debe ser una petición del niño, que puede venir de una invitación que le hacemos al hablarle de campamentos o de otras actividades.
¿Hay una edad más adecuada para la primera separación de este tipo o depende de cada niño?
En realidad, son las personalidades de los niños, y no las edades, las que tenemos que tener en cuenta. Aunque si un niño se niega, o no quiere estar con otros, ni busca su independencia, debemos ayudarle.
Un consejo general
Según crecen y van madurando, los niños necesitan su independencia, lo mismo que les ocurre a los padres.Por eso, y especialmente cuando se piensa en vacaciones, los padres deben buscar su tiempo para crear esa dinámica de comunicación que no han podido tener con sus hijos a lo largo de todo el año.
Y una recomendación: disfruten de su pareja para luego disfrutar con los hijos.