Un 47% de las familias españolas admiten que sus hijos son mal comedores
Cómo se come es igual de importante qué se come, y para ello es necesario establecer hábitos.
Un 47% de las familias españolas con hijos de entre 1 y 10 años admite que estos han presentado alguna vez comportamientos de mal comedores.
Una actitud característica en niños caprichosos en sus preferencias alimentarias, que tienen que comer con la televisión encendida, come pocas cantidades y poco variado, que se provocan arcadas si algo no les gusta y, demuestran poco interés por la comida.
Este rechazo a los alimentos es una reacción frecuente en la infancia que puede traer consecuencias para el resto de la vida, ya que suele estar producida por falta de hábitos en el niño.
Tiende a ser el que dirige la dinámica familiar, en la que papá y mamá hacen lo que el niño quiere y cuándo quiere.
No se trata, de la alimentación sino de establecer hábitos validos para el resto de la vida del niño, Los hábitos son uno de los pilares para que el niño se desarrolle feliz y se convierta en un adulto feliz.
El niño que es capaz de desarrollar el hábito de la alimentación, probablemente será capaz de desarrollar el hábito del estudio y, cuando tiene un habito de alimentación también lo tiene en el sueño.
Establecer rutinas, no tiene edad, aconseja empezar a partir de los seis meses del bebé a instaurar rutinas.
El tiempo que se tarda en que el niño aprenda es difícil de establecer, cada niño es un mundo y cada familia es distinta, lo importante es no abandonar el objetivo y ser constante, y no dejarse manipular por el niño.
Mi hijo no come
Lo primero para establecer unos hábitos es ser consciente de que el niño no puede dirigir la dinámica familiar de la comida, después hay que, evitar distracciones a la hora de la comida.
No presionar al niño para que coma, estimular el apetito limitando los refrigerios al máximo, limitar la duración de las comidas, proporcionar alimentos adecuados a la edad.
Introducir alimentos de manera gradual, desarrollar la comida en familia, alentar a los niños para que coman solos y permitirles que ensucien cuando están comiendo.